Segre, entre Zóbel y Barceló

Segre, entre Zóbel y Barceló

Un detenido análisis sobre la insistencia de las salas españolas con Zóbel frente a un lienzo de Barceló de 1984, el martes 4 de febrero


 

Hace no demasiado tiempo me refería a Fernando Zóbel como el actual rey Midas del arte español pues parece que todo lo que lleva su etiqueta está condenado a alcanzar un precio de oro. Desde este espacio virtual ya hemos comentado en varias ocasiones el interés que tiene el mercado asiático en general, y filipino en particular, por su producción. Y, en la medida en que estamos hablando de una economía mucho más fuerte e internacional que la nuestra, raquítica y con esclerosis avanzada, sus coleccionistas están dispuestos a pagar sumas mucho más altas. Al fin y al cabo, la familia Zóbel y sus distintas ramificaciones fueron y son importantes en aquellas lejanas tierras.

Sin embargo, no siempre fue así. Porque su economía no rendía aún a pleno pulmón, porque no existía aún ese movimiento para hacerse con la historia del país, y porque tampoco salía tanta obra suya a la venta o, si lo hacía, las noticias llegaban tarde. A los resultados me remito:

Pequeña presa IV, 1979 (O/L, 60 x 60 cm) se vendió en Durán en marzo de 1996 por apenas 4.322 euros (700.000 pesetas), cerca de la estimación de apenas 2.000 euros; parece que el interés era únicamente local y no excesivo. Años más tarde, en noviembre de 2013, por la misma obra se pagaron 41.632 euros (437.500 HKD; ver) en Christie’s Hong Kong. Un segundo ejemplo: Fútbol 8, 1978 (O/L, 60 x 60,5 cm), vendido en diciembre de 2003 en Segre por apenas 10.000 euros, lejos incluso de la estimación de los 3.000 de inicio, por un cierto interés que ya apuntaba, se adjudicó por 45.000 en Fernando Durán en diciembre de 2014.

Si nos referimos a su conocida y buscada serie de las Saetas, sucede algo similar. En los años 90, sus precios eran muy contenidos aún. Saeta 50, 1958 (O/L, 45,7 x 91,7 cm) se adjudicó en mayo de 1992 en Christie’s Londres por 6.250 euros (4.200 GBP); en mayo de 2000, seis años más tarde y con ese interés ya emergiendo, Saeta 46, 1946 (O/L, 90,5 x 90,5 cm) se adjudicó por 16.518 euros en Castellana-La Habana, Madrid. Pero, ¿qué pasa cuando saltamos al final de la década pasada? Pues lo dicho: que los precios se disparan. Con ejemplos: Saeta 47, 1957 (O/L, 61 x 91,5 cm; ver) se adjudicó por 284.190 euros (2.750.000 HKD) en Sotheby’s Hong Kong  en marzo de 2018. Saeta 48, 1957 (O/L, 61 x 92 cm; ver) subió a los 4.300.000 HKD (461.519 euros) en Christie’s Hong Kong en noviembre de 2017.

Con la serie de Júcar podemos ver lo mismo, con tres ejemplos de los años 90 y tres actuales. En noviembre de 1998, Sotheby’s Madrid vendió por 6.000 euros Júcar, estudio de color, 1972 (O/L, 60 x 60 cm), cerca de los 8.430 euros pagados en la misma sala en abril de ese año por Júcar XIX, 1972 (O/L, 60 x 60 cm), y en la línea de los 6.657 euros pagados en la misma sala en noviembre de 1997 por Júcar-Infierno, 1971 (O/L, 60 x 60 cm). Ahora las ventas actuales: Júcar VIII, 1971 (O/L, 100 x 100 cm; ver) se remató por 625.000 HKD (64.375 euros) en Sotheby’s Hong Kong en octubre de 2014; Júcar, 1972 (O/L, 60,5 x 60,5 cm; ver) alcanzó los 525.000 HKD (64.050 euros) en Christie’s Hong Kong en noviembre de 2015; por último, en abril de 2017, Sotheby’s Hong Kong adjudicó por 1.025.000 HKD (123.645 euros) su Júcar XXVII, 1973 (O/L, 99 x 99 cm; ver). Creo que queda bien claro de nuevo.

Sin embargo, y para terminar, comienza a percibirse un cierto agotamiento o hastío. El mejor ejemplo se puede ver en el lienzo de Verano: por Fuentidueña, 1972 (O/L, 100 x 100 cm); comprado en Abalarte en diciembre de 2018 por 110.000 euros más comisiones, tras salida por 60.000 euros (ver), salió a pujas en septiembre pasado por un precio más barato en Leon Gallery, Makati, y no hubo interesados…

Sirva esta digresión para contextualizar el lienzo de Fernando Zóbel que ofrece esta vez Segre: Transparente por la ventanilla, 1966 (O/L, 60 x 60 cm; lote 223), fechado en julio de ese año, expuesto poco después en la galería madrileña de Juana Mordó en 1966 y con un precio inicial de 36.000 euros. Leído lo anterior, cualquier puede deducir que sería lógico que subiera unas pocas pujas.

Sin embargo, en el titular hacíamos referencia a un lienzo de Miquel Barceló (1957). En 1982 participa en la Documenta 7 de Kassel; poco después expone en 1983 con éxito en París de la mano de Yvon Lambert y en Nápoles con Lucio Amelio. Tras conocer al que será su galerista Bruno Bischofberger, en 1984 presenta dos únicas exposiciones: con la galería suiza por primera vez y con Juana de Aizpuru. De esa última exposición procede Bodegón avec cigarette (O/L, 127 x 95 cm; lote 267), fechado en Porto en IX-84, con sus típicos animales despedazados sobre una mesa, emborronados en oscura materia pictórica en donde se abren paso algunos colores y con su singular visión espacial. Se piden 90.000 euros. Lo lógico sería una venta superior, desde el extranjero más probablemente, porque ni está el horno preparado para demasiados bollos ni el coleccionista medio de aquí se inclina en estos últimos tiempos por estas piezas de casi su primera época. Veremos, porque sí es pieza de calidad, tamaño e historia.

Junto a esta propuesta está la escultórica. La de Jorge Oteiza y la de Stephan Balkenhol. Del vasco, un buen Homenaje a la Anunciación de Fray Angélico, 1996 (chapa de acero pintada en negro, 9 ejemplares, 23 x 32 x 25 cm; lote 243), por 38.000 euros. Del alemán, dos piezas en su relieve característico, que serán especialmente interesantes para los coleccionistas que buscan lo internacional: Sin título. Paar, 1996 (pintura sobre relieve sobre madera, 200 x 59,5 x 5 cm c/u; lotes 296 y 297), por 24.000 euros cada uno. Sin título, 2000 (pintura sobre relieve sobre madera, 120 x 100 x 14 cm; ver) se adjudicó en Ketterer Kunst en Munich en junio pasado por 37.500 euros.

Antes de acabar con el siglo XX, interesantes como para detenerse: Sin título, 1959 (Tm/T, 65 x 97 cm; 238), de Lucio Muñoz, por 9.000 euros; Sin título, 2005 (Tm/L, 60 x 60 cm; 288), de Bosco Sodi, por 7.500 euros; y Gran escalera 1, 2010 (fotografía sobre papel Kodak, 6 ejemplares, 129 x 299,3 cm; 309) de José Manuel Ballester. Y para los interesados en obra gráfica, la colección de once  aguafuertes PE (pruebas de estado) de Manolo Millares (lotes 404 a 414), por 500 o 700 euros cada una.

En el siglo XIX, se ofrece una magnífica colección de dibujos y litografías (lotes 77 a 112-L) del gran paisajista gallego Genaro Pérez Villaamil, con precios muy atractivos; para verlos y degustarlos con la tranquilidad y el sosiego que intentan transmitir. Además, la acuarela de José Tapiró, La fiesta de Issawa, c. 1885 (48,5 x 69,5 cm; 122); ofrecida en mayo pasado por 90.000 euros (ver), sale a pujas ahora por 65.000 euros.

Y en antigua, vean una buena Asunción de la Virgen con apóstoles y donantes (O/T, 206 x 136 cm; 61), de Escuela castellana del siglo XVI, por 21.000 euros, y quizá los dos retratos atribuidos a Salomon Novelier, procedentes de la colección del Marqués de Leganés, de Duque de Sesto y del Marqués de Villalobos: Retrato de María Ana de Habsburgo, Electora de Baviera y Retrato de Francisco Dávila Guzmán, marqués de la Puebla de Ovando (O/L, 200 x 119 cm y 210 x 117 cm, respectivamente; lotes 41 y 42), por 14.000 euros cada uno. Daniel Díaz @Invertirenarte

Fernando Zóbel. Transparente por la ventanilla, 1966. Salida: 36.000 euros
Stephan Balkenhol. Untitled (Sin título), Paar, 1996. Salida: 24.000 euros cada uno
Miquel Barceló. Bodegón avec cigarette, 1984. Salida: 90.000 euros
Genaro Pérez Villaamil. Capilla de Santiago de la Seo de Zaragoza. Salida: 1.200 euros
Jorge Oteiza. Homenaje a la Anunciación de Fray Angélico, 1996. Salida: 38.000 euros
Escuela castellana, siglo XVI. Asunción de la Virgen con apóstoles y donantes. Salida: 21.000 euros