Gran cierre de temporada para las subastas nacionales
Las casas españolas se marchan de vacaciones con los deberes hechos, despiden el mes de julio con buenos resultados y un alto porcentaje de lotes vendidos que invitan al optimismo de cara al último trimestre del año. Remates como el de Juan Uslé en Fernando Durán por 140.00 euros, el Ecce Homo de Morales en Setdart por 40.000 euros o la Menina de Valdés en Segre por 31.000 euros, demuestran que el parón por la pandemia se está superando.
Cuando Segre organizó una subasta benéfica en pleno confinamiento, no podía imaginar que solo un mes después conseguiría recaudar más de medio millón de euros en su primera subasta tras la COVID-19. Pero lo cierto es que fue así. Quizá las ansias de los coleccionistas por recuperar el tiempo perdido y hacerse con determinadas piezas animaron las jornadas celebradas presencialmente durante mayo y junio, en las que hubo notables escaladas de precios. Lo mismo ocurrió en Ansorena, Alcalá, Durán, Setdart, Abalarte y Fernando Durán cuando retomaron su actividad.
Si hacemos un repaso de lo ocurrido en las últimas semanas, vemos cómo esos buenos resultados se han visto afianzados por las cifras obtenidas en julio con las últimas subastas antes del parón estival de agosto. En SEGRE, por ejemplo, la gran vencedora del 14 de julio fue Menina V, de Manolo Valdés, que se remató en 31.000 euros tras escalar desde los 25.000. Era previsible, pues esta pieza única procedente de la galería Maeght de Barcelona tenía la rareza de estar firmada por solo un miembro del Equipo Crónica.
Entre las piezas más destacadas de la velada, un cartón de Joaquín Sorolla que casi duplica su precio de salida. Amas de cría en San Sebastián escaló de los 12.000 euros iniciales hasta los 20.000 finales ofrecidos por un coleccionista al teléfono. En pintura antigua resulta pertinente señalar un lienzo inédito de Antonio de Pereda pintado en su etapa de juventud –Ecce Homo rodeado de ángeles– que se adjudicó por 18.000 euros.
Por su parte, FERNANDO DURÁN se ha despedido por la puerta grande al vender gran variedad de piezas, tanto clásicas como contemporáneas, entre diversos coleccionistas particulares y el Estado, que también acudió con ganas de comprar.
El lote de mayor valor fue para Juan Uslé y su Soñé que revelabas XIX (Residuos), una pieza que salía con una estimación de 65.000 euros y que duplicó su valor para seguir escalando hasta los 140.000 euros finales que pagaron por él.
A este remate de seis cifras se suma Un día de playa en el Mar Menor, óleo sobre lienzo firmado por Eduardo Naranjo que consiguió los 135.000 euros pedidos en subasta. El tercer lote más caro fue para la Cabeza de Cristo de Bartolomé Esteban Murillo, que se adjudicó por 85.000 euros.
Como decíamos, el representante del Estado también acudió a la sala el pasado 22 de julio y se gastó cerca de 33.000 euros. Compró dos piezas de Soledad Sevilla, previsiblemente con destino al Museo Reina Sofía, además de otras dos de Manuel Quejido –una de ellas la serie de 12 témperas sobre cartulina titulada Rojo, azul, negro–, un collage de Gerardo Delgado y un par de obras firmadas por José Luis Alexanco. Finalmente, y aunque no se vendió en sala, se adjudicó el bronce de Baltasar Lobo titulado Femme assise. Aunque no alcanzó los 48.000 euros pedidos, consiguió rematarse en postventa por 40.000 euros. Cifra nada desdeñable.
Al día siguiente de las compras estatales, el 23 de julio, DURÁN vendía un papel de Antoni Tàpies por nada menos que 25.000 euros. Tras la jornada histórica vivida en enero, durante la que se dispararon los resultados del artista, los organizadores volvieron a apostar por el pintor catalán, que una vez más se convirtió en el protagonista de la velada. En segunda posición quedó Cristales blancos de Carmen Calvo, por el que se pagaron los 16.000 euros iniciales.
ANSORENA conseguía también buenos resultados en sus jornadas de esa misma semana, donde también estuvo presente el Estado. Entre los lotes de mayor valor, destacó el lienzo del británico Edgar Henry Landseer titulado Highland interior, por el que se pagaron 44.000 euros (algo menos que los 48.000 pagados por otra obra suya el pasado mes de marzo en la misma casa).
Le siguieron Marina con veleros de Baldomero Galofre, que subió ligeramente de los 19.000 euros iniciales a 20.000 euros gracias a las pujas de dos coleccionistas; Alrededores de Madrid de Aureliano de Beruete por 14.000 euros, y Es marzo, un lienzo firmado por Carlos León que se remató en 13.000 euros.
En esta ocasión los representantes del Estado acudieron para comprar un gouache de Luis Eusebi, primer conserje del Museo del Prado y redactor de su catálogo de pinturas. Su copia de la Sagrada Familia del Roble de Rafael irá seguramente a la pinacoteca, para desgracia del coleccionista extranjero que pujó en sala por la obra hasta los 4.800 euros (desde los 1.200 iniciales).
Unos días antes, ALCALÁ SUBASTAS cerraba la temporada con varias ventas en diferentes categorías. La pieza de mayor valor del 8 de julio fue una vista italiana de escuela genovesa del siglo XVIII que se adjudicó por los 18.000 euros de salida: Vista de puerto con una galera con el escudo de los Medici perteneciente a la flota de la Orden de San Esteban.
En segunda posición quedó la poco habitual escena marina de Eugenio Lucas Velázquez –Vista costera con veleros y pescadores– por 12.000 euros, seguido por sendos retratos de Felipe III y Felipe IV según modelos de Juan Pantoja de la Cruz y Velázquez por 5.000 y 4.000 euros respectivamente.
Aunque la casa de subastas online SETDART no cierra durante el mes de agosto –hoy mismo celebra una subasta digital–, sí queremos destacar uno de sus remates de julio. Se trata del Ece Homo de Luis de Morales ofrecido el 8 de julio, iconografía habitual de El Divino que en esta ocasión se adjudicó por 40.000 euros.
Y para cerrar esta crónica hemos dejado el descubrimiento del mes: el dibujo a carboncillo que multiplicó por 500 su estimación inicial en ABALARTE. Salía por unos discretísimos 300 euros y estaba catalogado como italiano del siglo XVII, pero este rostro de Dama de Guiseppe Cesari, Caballero de Arepino, terminó por adjudicarse en 15.000 euros. SGM