180.000 euros por Valdés y José Guerrero en Segre
Muy buenos resultados también en pintura antigua, donde destacaron Paul de Vos y Adéle Romany
En el barrio del Viso, alejada del supuesto centro neurálgico, continúa Segre su particular andadura, creciendo subasta a subasta, captando buenas piezas y con unos porcentajes de venta cada vez más altos. Y esta vez, a los buenos resultados habituales del contemporáneo, se suman los de la pintura antigua, todo un reto a día de hoy que pocas salas son capaces de mantener. Veamos poco a poco.
Las grandes ventas, no nos engañemos, están en el contemporáneo. Y Segre consigue no sólo seguir ofreciendo suculentos platos, más o menos decorativos, sino que consigue venderlos. La pieza más destacada era el Rojo intenso, 1979 (O/L, 91 x 73 cm; 218) de José Guerrero. Su salida por 40.000 euros no sólo permitía, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), sino que era una invitación a soñar… Y más de uno lo hizo, aunque por poco tiempo puesto que las pujas subieron vertiginosamente hasta adjudicarse a un coleccionista al teléfono que ofreció los definitivos 70.000 euros.
La otra era la esperada escultura en bronce de tamaño mediano, Infanta Margarita, 1997 (5/6, 52 x 53 x 35,5 cm; 255), de Manolo Valdés. Modelo en tamaño inferior a la que está en la Plaza de la Menina en Alcodendas, Madrid, ya sabíamos que este tipo de piezas tiene un eco mayor en el mercado londinense y neoyorquino. Pero las pujas subieron también en este lote desde los 55.000 euros de inicio hasta los finales 80.000 euros. Buena venta, sin duda.
La portada del catálogo, Sky, 2006 (O/L, 150 x 150 cm; 290), del chino Dai Ping Jun, que frisa aún los cuarenta años, se ofrecía por 18.000 euros; un par de pujas más, y se adjudicaba a una puja previa por escrito por 20.000 euros. Por una puja menos, 19.000 euros, se vendió también Sin título, 1995 (A/L, 91 x 60 cm; 341), del cubano Cundo Bermúdez.
Importantes ventas que muestran la amplitud de su clientela, dentro de nuestros artistas formados en los 70, en una particular figuración, destacaron otros dos, nada habituales en esos precios. Me refiero a la de José Manuel Ballester, 17.000 euros, la salida, por Puente de madera 2, 2002 (A/papel encolado a tabla, 101,8 x 309,7 cm; 287), que vendió también por 9.000 euros su Puerta de Dujlangyan, 2011 (impresión directa sobre Dibond y barniz, tres ejemplares + 1PA, 183 x 250 cm; 321). Y la de Chema Cobo, cuyo Mamparalí-Sandwich. Mamparítico, 1974/5 (O/L, 130 x 97 cm; 229), se adjudicó por los 12.000 euros pedidos. Por debajo de los 10.000 euros, sólo telegrafío: 9.000 euros por Carlos Nadal (375) y Navarro Baldeweg (259); 8.000 por Benjamín Palencia (176) y Sergio Furnari (293); 6.500 euros por Darío Villaba (225) y Rafael Durancamps (155) y así podríamos continuar en un largo etcétera.
Retrocedamos al cambio del siglo, con dos marcados protagonistas. El primero, lo filipino. Comentaba en twitter lo curioso de la situación, que un lienzo de un casi desconocido arquitecto vallisoletano, Joaquín Rojí, pintado en Manila en 1892 y que recoge una Escena callejera en Manila (O/L, 93 x 152,5 cm; 145), se disparase de los ya altos 5.000 euros dada su calidad hasta los sorprendentes 26.000 euros finales. Sí, vivió allí, fue un activo masón y su padre un destacado coronel, pero más allá de su historia, su calidad era muy pobre. Y se comprueba una vez más lo buscado por esos coleccionistas… En este sentido, se entienden también mejor los 18.000 euros ofrecidos por el mediocre Paisaje francés, c. 1900 (O/T, 31,8 x 40,8 cm; 147), de Félix Resurrección Hidalgo. Pero vamos, que encantados con esos precios de venta, claro.
El segundo, el notable interés que suscitó el Retrato de caballero (O/L, 61 x 49,5 cm; 125) de la francesa Adéle Romany. Firmado y con una calidad muy superior, se disparó de los 8.000 euros de inicio hasta los 24.000 euros finales, ofrecidos por un coleccionista al otro lado de la línea telefónica. Y ya que estamos en el mundo internacional, señalemos la compra vía online, del Conjunto de seis retratos de caballos de carreras (seis O/L, 51 x 61 cm; 120), firmados por el inglés William H. Clark, por los 8.000 euros solicitados.
De nuestro país, tres remates destacados antes de entrar en el mundo de la pintura antigua. El primero, el Retrato de Isabel II (O/L, 125,5 x 93 cm; 123), atribuido a Antonio María Esquivel, que duplicó los 8.000 euros de inicio y se adjudicó por unos sorprendentes 16.000 euros. Y los otros dos, los dos magníficos cobres de Francisco Bayeu: San Juan Nepomuceno y Glorificación de san José (O/cobre, 37,5 x 28 cm; 107 y 108), vendidos por 10.000 y 11.000 euros, respectivamente.
Llegamos ya a los Old masters. La gran venta fue la del lienzo de Paul de Vos, Reala de perros atacando unos zorros (O/L, 162 x 248 cm; 118 o ver), vendido a un coleccionista al teléfono que ofrecía los 25.000 euros de inicio. Por Interior de cocina con sirvienta y niño (O/L, 126,5 x 154,8 cm; 115), de Escuela holandesa, siglos XVII-XVIII, también se ofrecieron los 12.000 euros pedidos. Y para cerrar este apartado más internacional, mencionemos los 13.000 euros finales del Santiago Matamoros (O/L, 164 x 122,5 cm; 91 o ver), firmado con monograma por el quiteño Miguel de Santiago.
En lo español, dos ventas que, aunque menores, debemos citarlas por su importancia. La primera, el dibujo atribuido a Pedro Orrente, Jesús resucitado se aparece a su Madre (tinta y aguada sobre papel verjurado, 39 x 27 cm; 49), lo compró por los 5.500 euros un coleccionista al teléfono. Más interés despertó el Anciano meditabundo (O/L, 61 x 46 cm; 65), una especie de San Pedro meditando que la sala atribuía con buen criterio a un casi desconocido aún Sebastián Martínez Domedel; en 5.000 salía y en 7.000 se adjudicó. De todas formas, nos dejamos en el tintero una cantidad muy alta de lotes vendidos entre 3.000 y 6.000 euros, por poner unas cifras un poco serias… Segre, como decíamos, sigue creciendo; ¡enhorabuena! Felices fiestas y muy feliz Navidad. Daniel Díaz @Invertirenarte
