GASTRONOMÍA, IMPRESIONISMO, EDICIÓN Y SABARTÉS, EJES DEL PICASSO BARCELONA EN 2018
El director del Museo Picasso Barcelona. Emmanuel Guigon, ha presentado la programación de 2018 que tendrá varios ejes muy definidos, Por un lado las exposiciones temporales, entre las que destaca La cocina de Picasso, una temática siempre presente en la trayectoria de Picasso pero que permitirá a partir del 25 de mayo y hasta el 30 de septiembre, una nueva mirada e inédita de la relación del creador de las Señoritas de Avignon tuvo con la gastronomía; sin olvidar otras como Picasso descubre París, con la influencia de impresionistas y simbolistas en su obra; la relación con Gustavo Gili y su pasión por el mundo editorial; y la amistad que le unió a Sabartés.
Y por otro lado, la investigación, a través de la puesta en marcha del Centro de Estudios Picassianos en formato de programa académico internacional; un fondo de historia oral con el Reina Sofía y el Museo Picasso de París, con el que también quieren completar una cronología de la vida y obra de Picasso; tejer una red picassiana en Cataluñal, que será recogida por el fotógrafo francés Bernard Plosu; la restauración de la obra Ciencia y Caridad; y con un horizonte no muy lejano la intención de poner en marcha la edición de Cuadernos de Picasso, la publicación de una serie dedicada a la relación de Picasso con Jaume Sabartés; los textos literarios de Picasso; así como sus cuadernos de dibujo. por citar lo más relevante.
La primera exposición temporal del Museo Picasso Barcelona y quizá la más importante de 2018 será La cocina de Picasso, comisariada por Emmanuel Guigon, director del Museo; Claustre Rafart, conservadora del Museu Picasso, y Androula Michael, profesora titular de la Université de Picardie Jules Verne y de la UFR des Arts de París y que cuenta con la participación de Ferrán Adriá, que se encargará de vertebrar un diálogo entre el proceso creativo de Picasso y la creación culinaria, no en vano en todo creador plástico y más si se trata de un pintor la cocina ocupa un lugar muy destacado.
En la muestra se reunirán alrededor de 200 obras, procedentes de museos, instituciones y colecciones nacionales e internacionales, que ilustrarán cómo los restaurantes significaron un punto de encuentro en la eclosión de las vanguardias, desde Els Quatre Gats de Barcelona al Lapin Agile de París, pasando por Le Catalan, local cercano a su estudio en la calle Grands Augustins, donde el pintor malagueño acudía a comer con sus amigos durante la ocupación alemana de los años 40.
Las naturalezas muertas han sido un género muy recurrente en la trayectoria plástica de Pablo Picasso, en los que incluía todo tipo de utensilios e ingredientes naturales de un artista que supo crear un universo iconográfico y sensible como transferencia de su proceso en el estudio, con un claro componente erótico tan consustancial a Picasso. Todo el conjunto de obras que se podrán admirar en Barcelona constituyen una metáfora esencial del acto creativo en el que convergen lo consciente y lo inconsciente.
La segunda exposición Picasso descubre París se centra en las obras de los artistas que Picasso conoció cuando llegó a la capital francesa, desde Delacroix , Manet, Touluse-Lautrec, Degas, Cézanne o Gauguin, entre otros. Muchas de dichas obras hoy forman parte del Museo d’Orsay y del Museo Picasso de París. Todos estos pintores inspiraron a Picasso desde que llegara con 19 años a París por primera vez y en los viajes posteriores fue descubriendo a los creadores que vivían o llegaban como él a la capital artística del mundo occidental, con una fuerte influencia de los impresionistas y simbolistas .
La siguiente muestra, Pablo Picasso y los editores Gustavo Gili, fue una relación muy fecunda, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX aunque había comenzado en los años 30 del pasado siglo y arroja conocimiento de un contacto profesional que al final devino en la amistad del pintor con Gustavo Gili Esteve, hijo del fundador de la editorial, con Picasso. Y por último, Sabartés por Picasso por Sabartés, que ahonda en la transcendencia que tuvo esta amistad para la creación del Museo Picasso en Barcelona, inaugurado en 1963, y por el efecto de conectar a Picasso con otras familias barcelonesas como los Gaspar o los Raventós.