Los sorollas de la Colección Masaveu en el Museo de Bellas Artes de Valencia
Ayer se presentó en el Museo de Bellas Artes de Valencia la exposición Colección Masaveu. Sorolla, que reúne 46 pinturas del maestro valenciano de una de las colecciones que más obras posee de Sorolla, tras el Museo Sorolla y la Hispanic Society. La muestra, comisariada por María Soto Cano, conservadora de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, se enmarca dentro de la celebración del primer centenario de la muerte de Joaquín Sorolla (Valencia, 1863- Cercedilla, 1923) y permanecerá abierta hasta el 1 de octubre.
Con el comisionado de Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de Valencia, el objetivo del Any Sorolla es ofrecer contenidos que profundicen en un mejor conocimiento de la trayectoria de un creador único en las últimas décadas del siglo XIX y en las primeras del XX. En el acto, González Tornel dijo que esta muestra es la principal apuesta del Museo de Bellas Artes de València para la celebración del Año Sorolla y añadió que » es una prueba del éxito de la colaboración institucional y el Museo no puede sino mostrar su agradecimiento a la Fundación María Cristina Masaveu Peterson por la filantropía que, en esta y otras ocasiones, ha caracterizado su generosa relación con el mundo de la cultura”.
La comisaria María Soto subrayó que «Joaquín Sorolla fue un maestro indiscutible, arraigado en la tradición pictórica española, que supo aunar en su obra su gran calidad técnica con una temática vitalista y cotidiana, de fácil acogida para el público y que, unido a la riqueza del colorido, su magistral captación de la luz y la inmediatez y modernidad con la que representó sus escenas hacen que su producción siga siendo, a día de hoy, tan admirada».
Las casi 50 obras de Joaquín Sorolla se han instalado en la Sala Joanes. Este elenco de pinturas abarcan casi la totalidad de la trayectoria del artista, desde 1882, cuando aún era un joven de 19 años en plena etapa de formación, y 1917, tres años antes del final de su carrera como pintor como consecuencia de un derrame cerebral. El extraordinario conjunto permite comprender la evolución pictórica y entender las claves y aportaciones de Sorolla a través de los distintos géneros que practicó. Además, en estas obras se puede apreciar el interés del artista por temas relacionados con el trabajo en el mar o las escenas de baño, tan frecuentes en su producción.
La comisaria ha dividido este elenco de obras en cuatro secciones, que proponen un recorrido cronológico pero no estrictamente lineal. En el recorrido se pueden admirar composiciones maestras como El mamón (1894), Cosiendo la vela (1904), La familia de don Rafael Errázuriz Urmeneta (1905) y Mi mujer y mis hijas en el jardín (1910).
Del periodo formativo de Sorolla (1876-1889), que constituye la primera parte, se exhiben cinco obras que reflejan sus raíces y evolución mientras que en sus años de primera madurez (1890-1899), de los que se exhiben nueve ejemplos, se aprecia cómo Sorolla fue definiendo cada vez más su propio lenguaje, vinculado a un naturalismo luminista.
Su etapa de plenitud (1900-1910) es la mejor representada con un total de veintiocho obras, y de sus últimos años (1911-1919), que dedicó en gran medida al proyecto decorativo Visión de España para la Hispanic Society of America de Nueva York, la colección conserva cuatro pinturas, dos de ellas vinculadas precisamente a este proyecto. La exposición, en definitiva, reivindica la figura de uno de los mayores representantes de la España luminosa, mediterránea y moderna.
Además, cabe mencionar el montaje de las obras que hace posible que los visitantes puedan observar la trasera de las pinturas, ahondando en detalles que si se hubiera hecho un colgado de piezas más habitual pasarían desapercibidos. El diseño museográfico está basado en los caballetes de cristal ideados por la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi en 1968 para el Museo de Arte de São Paulo.
Con motivo de la presentación de este proyecto la Fundación María Cristina Masaveu Peterson ha editado un catálogo que profundiza en la historia de la Colección Masaveu y la importancia de la obra de Sorolla en dicha colección. El libro se completa con un texto de Pedro J. Martínez Plaza en torno a los coleccionistas españoles de Sorolla. La Fundación ha donado 1.000 ejemplares al museo valenciano, y la recaudación conseguida a través de la venta de este catálogo se destinará a restaurar la pintura El Cabo Noval de Antonio Muñoz Degraín, con motivo del centenario de su muerte, que se cumple el próximo 12 de octubre de 2024.