El sincromismo americano, en el Thyssen
El museo madrileño dedica una sala a este movimiento abstracto americano que nació en el París de la vanguardia. La exposición, que se gestó durante la pandemia como un proyecto presentado por la Vilcek Foundation Collection de Nueva York, se organiza en torno a ocho obras de Morgan Russell y Stanton Macdonald-Wright. Se acompañan de otras nueve pinturas de la colección permanente del museo que completan la visión del panorama europeo en el que surgió dicho movimiento.
La sala 45 del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ofrece al público a partir de hoy una pequeña muestra sobre el sincromismo, el primer movimiento abstracto americano que surgió en París de la mano de los estadounidenses Morgan Russell (1886-1953) y Stanton Macdonald-Wright (1890-1973). Lo hace gracias a la neoyorquina Vilcek Foundation, una institución creada por los checos Jan y Marica Vilcek que tiene como fin crear conciencia sobre las contribuciones de los inmigrantes en los Estados Unidos y fomentar la apreciación de las artes y las ciencias. Precisamente a su colección pertenecen las ocho obras que se muestran: estudios sobre papel, óleos sobre lienzo y carteles pintados por ambos artistas. A través de ellos se descubre el proceso de gestación del movimiento, que significa «con color», un experimento artístico cuya actividad más relevante se desarrolló entre 1912 y 1916.
Russell y Macdonald-Wright se conocieron en el París de las vanguardias en 1911, en pleno auge de movimientos como el futurismo, el cubismo o el simultaneísmo, aunque previamente habían creado algunas obras –es el caso de Naturaleza muerta sincronista de Russell, pintada hacia 1910 y con la que arranca la muestra.
Ambos artistas se dedicaron a indagar en el empleo del color para evocar las formas y el espacio, y aunque en principio tomaron como punto de partida el color fauvista y la estructura cubista, rápidamente convirtieron el color en un elemento expresivo y formal independiente del resto de «ismos». En esta senda, incorporaron a su concepción los complejos planteamientos del pintor Percyval Tudor-Hart (1873-1954) gracias al cual idearon un sistema de escalas y armonías de color, como si fueran acordes musicales, en un espectro del amarillo al violeta, de la luz a la sombra.
Todo ello cuajó en sus dos primeras exposiciones conjuntas, la de Múnich del 1 al 30 de junio de 1913, y la de París (27 de octubre al 8 de noviembre). De ambas se exponen los carteles originales creados por Russell para la ocasión, pintados por ellos mismos. En ellos se combinan la tipografía impresa con dibujos y gouaches, con un resultado tan atractivo que rápidamente desaparecieron de los muros y quioscos de los que estaban colgados, hasta tal punto que a día de doy sólo se conservan en instituciones públicas tres de ellos, de los cuales dos se pueden ver en la exposición. A su lado, se han colocado algunos dibujos estrechamente relacionados con estos como Estudio para sincromía en azul-violeta (1912-1913).
Con el inicio de la Primera Gerra Muldial, Russell y Macdonald-Wright regresaron a Estados Unidos y expusieron sus obras dos veces más, una en Nueva York en 1914 y dos años más tarde en el Foro de Pintores Americanos Modernos. A partir de la década de 1920, Russell retornaría a la pintura figurativa, mientras que su compañero se interesó por el arte oriental y lo incorporó al estilo sincronista. Macdonald-Wright siguió trabajando en esta senda hasta el final de sus días mientras compaginaba su trabajo como profesor en la Universidad de California y así se aprecia en la exposición con una obra tardía, Gestación #3, realizada en 1963.
Los sincromistas podrá visitarse hasta el 1 de noviembre de 2022 en la sala 45 del museo. Para completar la visión del panorama europeo en el que se desarrolló el movimiento, se exponen en la sala 44 nueve obras de la colección permanente de artistas contemporáneos como David Bomberg, Sonia Delaunay, Theo van Doesburg o Patrick Henry Bruce.