Ouka Leele: «Hay que liberarse del estilo»
La pintora y fotógrafa participa en 15 años. 15 iconos, exposición de la galería Blanca Berlín. Aprovechamos ese aniversario para hablar con ella sobre su trayectoria, lo que ha aprendido durante estas casi cinco décadas de creación constante y sobre sus proyectos para el futuro. Ahora que se ha librado de la carga de una maniera propia, se siente libre para crear lo que quiera, ya sea con la cámara o el pincel.
El beso, nacido de un encargo de la revista Penthouse en 1980, es uno de los trabajos más emblemáticos de la artista Ouka Leele [Bárbara Allende Gil de Biedma], conocida por su papel protagonista durante La Movida y cuya obra se caracteriza por los tonos saturados, llamativos y en ocasiones surrealistas que aplica a sus imágenes.
Ahora es una de las figuras participantes en 15 años. 15 iconos, con la que Blanca Berlín celebra su aniversario (hasta el 21 de mayo). Entre sus paredes, la fotografía mencionada supone una explosión de color que llama poderosamente la atención y convive con imágenes de otros grandes artistas como Isabel Muñoz o Carlos Pérez Siquier.
Paseamos con Leele por la muestra y conversamos con ella de sus proyectos futuros y pasados, además de sobre las enseñanzas que ha obtenido en los casi 50 años que lleva dedicándose al arte, desde aquel libro de Diorama Ediciones titulado Principio, 9 jóvenes fotógrafos españoles donde se expusieron sus primeros trabajos.
HAY QUE HACER LO QUE TE DÉ LA GANA, LO QUE TE SALGA CADA DÍA. TU ESTILO ERES TÚ»
- Pintora y fotógrafa, ¿qué siente que le da el pincel frente a la cámara?
*La pintura es mi pasión. Desde muy pequeña quise ser pintora, me paso toda la vida haciéndolo; de hecho, es algo que también practico con mis instantáneas. Una imagen mía tiene más horas de pintura que de fotografía. Cuando lo hago consigo aportar algo subjetivo a una fotografía, le añado el sentimiento a algo que en principio consiste en plasmar la realidad. Diría que lo que más me gusta de la pintura es partir de una superficie vacía.
- ¿Y qué le aporta la fotografía?
*Pues supone contar con un documento, una prueba de que lo que aparece en ella ha ocurrido realmente, al menos para mí.
- ¿Con qué disciplina se siente más cómoda?
*Con la pintura, porque es algo más inmediato. Sin embargo, con la fotografía sé que me comunico más con el público, consiguiendo una fuerza que no adquiero pintando.
- ¿Qué artistas le inspiran?
*Pues mira de los clásicos confieso que Velázquez me vuelven loca porque no solo fue pintor, sino una especie de filósofo. También me interesa mucho su figura. Me marcó bastante durante mi juventud, siempre intenté hacer míos sus rojos y sus rosas. El Greco, con esas figuras que tienden a la abstracción me encantan. Fra Angelico, Giotto, Goya… No sé por dónde tirar, ¡podría decir miles!
- ¿Y algún nombre más actual?
*Odilon Redon y William Blake son pintores que me interesan mucho. A Francis Picabia también le admiro muchísimo por su libertad; iba un día por un camino y al siguiente por otro, haciendo lo que le daba la gana. Yo cuando era joven buscaba el estilo, quería encontrar uno muy marcado y trabajé mucho para ello, pero ahora me parece una pérdida de tiempo porque creo que la libertad es esencial. Eso lo aprendí en gran medida de Picabia.
En fotografía los autores que más me interesan son los que me han llevado a entender esta disciplina no solo como documento, por ejemplo Man Ray. Gracias a él creo que hace falta un poco de locura, el no tener que hacerlo todo perfecto. Él se salía de la norma, su trabajo me ha ayudado mucho, igual que el de otros creadores como Irvin Penn con su tratamiento de los blancos y los negros.
- Volviendo a la búsqueda de estilo propio que trató de encontrar en su juventud, ¿qué opina ahora sobre ello?
*Que es absurdo. Hay que hacer lo que te dé la gana, con libertad, lo que te salga cada día. Tu estilo eres tú. El día que me di cuenta de ello sentí toda una liberación. Dije: ‘¡qué maravilla!’ y me volví loca de felicidad. Hay que liberarse del estilo, por favor. Es esencial para un artista y mira que nos obligan a buscarlo cuando empezamos.
- Parece fácil de decir pero, ¿cómo se hace?
*Con libertad. Por ejemplo, cuando a mí me encargaron el mural en Murcia, la gente esperaba que yo hiciese fotografías pero yo quería pintar, y aunque el alcalde del pueblo se quedó un poco extrañado fue muy amable y me dejó hacerlo. Eso fue una maravilla.
- ¿Le pasa a menudo que la gente desconozca su faceta de pintora?
*Bueno el público quiere lo que conoce, lo de siempre. Si pueden comprarse una fotografía de Peluquería pues eso que se llevan.
- Imagino que esa serie le ha perseguido siempre…
*En efecto. Cuando la hice la gente pensaba ‘mira esta loca pintando fotos’ y ahora resulta que todo el mundo quiere eso.
- Pero de eso han pasado ya cuatro décadas. ¿Qué proyectos futuros tiene en mente?
*Ahora estoy trabajando mucho con el carboncillo. También me gusta el palosanto, que se quema y desprende un olor que es el mejor que he olido en mi vida. Lo que hago es guardar los palitos y luego dibujo con ellos. Es algo que practico por placer, me da mucha satisfacción restregar la mano con cenizas sobre el papel.
- Veo que no se cierra a ninguna técnica.
*En esta época estoy muy enfocada en el tacto, casi me iría a la escultura. He estado muchos años trabajando con la fotografía, que es una superficie puramente lisa. No obstante, también encuentro en ella mucho placer. Por ejemplo, disfruto mucho manejando el Photoshop, que da más rapidez. Hace muchos años me encargaron que hiciera un libro de Alicia en el País de las Maravillas con imágenes pintadas y yo tardaba meses en terminar una. ¡Imagínate, varios meses para una sola página! Simplemente era imposible hacerlo.
LA PINTURA ES MI PASIÓN. DESDE MUY PEQUEÑA QUISE SER PINTORA, ME PASO TODA LA VIDA HACIÉNDOLO»
- ¿Hay algún proyecto que nunca haya llegado a materializarse?
*Más bien es un proyecto vital: estar cerca de la naturaleza y vivir en el campo, en una casa que esté completamente hecha por mí con adobe y pintada. Me gustaría que también fuera un sitio que se pudiera visitar, donde organizar exposiciones pequeñas.
- ¿En algún momento pensó en abandonar el mundo del arte?
*La fotografía sí, para dedicarme solo a pintar. Pero abandonarlo todo nunca me lo he planteado, porque el arte para mí es vida. No lo puedo dejar, es algo que está pegado a mí. Cuando decidí trabajar solo la pintura fue cuando realicé el mural. Este fue para mí un símbolo, porque era tan grande que pensé ‘si he pintado 300 metros ya me da igual lo que me pongan delante’. Sin embargo, justo al acabarlo me dieron el Premio Nacional de Fotografía (2005) y ya no pude dejarla, porque me llegaban muchos encargos. Mi experiencia con este galardón es que te da mucho trabajo, ¿y sabes eso de que la gente no se atreve a comprarte algo? Pues cuando ganas el premio eso ya no pasa.
- Imagino… Y para acabar, ¿qué le diría a una artista que esté comenzando?
*Que tenga la palabra libertad grabada a fuego en la frente. Que se atreva a hacer lo que quiere. A lo mejor le dicen que es horrible lo que está haciendo, pero si es lo que le interesa, que lo haga. Es importante recordarte que tienes que confiar en ti y en tu trabajo, si no quién va a hacerlo. También hay que experimentar. El error es una cosa increíble; de él a veces nace todo, hay que saber sacarle partido. Cuando un músico se equivoca en una nota sigue tocando y de ahí puede salir algo que no se habría creado de otra manera. Eso es lo que hay que tratar de hacer con las equivocaciones, utilizarlas para crear cosas nuevas. Sofía Guardiola