31.000 euros por la escultura de Manolo Valdés en Segre
Su Menina V de 1975, pieza única, fue la gran vencedora de la licitación de ayer junto al cartón de San Sebastián de Joaquín Sorolla
Parecía lógico. De Manolo Valdés (1942) salía a pujas una pieza única, bastante singular: Sin título. Menina V, 1975 (polyester y acrílico, 122 x 46 x 81 cm; lote 329). Muy cercana a los planteamientos de Equipo Crónica, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), tenía varias rarezas: que estaba firmada en 1975 por sólo uno de los integrantes del Equipo, cuando Rafael Solbes seguía vivo, y que se ofrecía por 25.000 euros, siendo una pieza única procedente de la galería Maeght de Barcelona. Pues dicho y hecho; dos coleccionistas subieron las pujas hasta adjudicarse por 31.000 euros, una cifra que no cambia demasiado la situación, pero sí parece más acorde con esas singularidades de las que hablamos.
Las otras ventas importantes del siglo XX vinieron de la importante colección de obras sobre papel. Es cierto que falló el papel de Pablo Picasso, Les Ménines et la vie, 1959, un dibujo a base de ceras de colores sobre papel (32 x 24 cm; 247), firmado, fechado y dedicado el 25 de diciembre de 1959, buen resumen de la revisión del genio malagueño de la paradigmática obra velazqueña. No sé si es demasiado sintomático que no se vendiera por los 32.000 euros pedidos, lejos ya de los 65.000 pedidos en septiembre del pasado año en esta misma sala (ver)…
El caso es que el papel de Jaume Plensa, Rumore, 1999 (tinta sobre papel tratado y encerado, 105 x 95 cm; 292), procedente de la galería Tony Tàpies, se vendió por los 10.000 euros pedidos. Y El instante, 2012 (tinta sobre papel japonés, 100 x 100 cm; 284), de José María Sicilia, subió de 7.800 a 9.500 euros; siendo una buena venta, queda a cierta distancia de los 11.000 de otro Instante de 2011 vendido en junio pasado (ver). Interesantes fueron también las subidas de 3.800 a 4.600 euros del Bruce, 2011 (pigment print, AP III/X, 59 x 45 cm; 291), de Roberto Longo, y de 1.200 a 1.900 euros del dibujo a lápiz de color y grafito de Luis Gordillo, Sin título, 1972 (41 x 229 cm; 272).
Fuera ya de esa colección, debemos citar aún varios remates de cierta altura. El más destacado, el lienzo de Bermúdez Cundo, El mulato del Vedado, 1990 (O/L, 50 x 40 cm; 356), adjudicado por los 12.000 euros de la salida. Mucho más interés despertó el cartón de Luis Gordillo, Sin título, 1986 (68 x 97 cm; 340), que pasó de 6.800 a 8.300 euros.
Terminamos el siglo XX con algunas referencias más. La primera, la del burgalés Luis Sáez, cuyo Sin título, c. 1980 (O/L, 60 x 60 cm; 317) duplicó su salida de 3.000 y terminó adjudicándose por 7.000 euros. La de Loló Soldevilla, cuyo trabajo de témpera y collage de pequeñas tablas cobre tabla, Sin título, c. 1956 (49,2 x 113,7 cm; 308) se adjudicó por los 7.500 euros pedidos. Y terminamos con la subida de 4.500 a 6.500 euros del lienzo adherido a cartón del malagueño Ginés Parra, Bodegón, c. 1942 (61,5 x 45 cm; 198), y la venta por los 6.000 euros pedidos del lienzo de Ramón Gaya, Pueblo (O/L, 85 x 45,5 cm; 193).
En obra gráfica, no podemos no mencionar los 14.000 euros de martillo por el Étude pour un portrait de John Edwards, 1986 (litografía, 62/150, 80,5 x 59,5 cm; 413), de Francis Bacon, que había salido a pujas desde los 7.000.
En pintura antigua, cara y cruz, como con Sorolla y Emilio Sala. Me explico.
Del valenciano Joaquín Sorolla, se ofrecía el Retrato de don Ricardo de Lezica y Thompson, c. 1906/7 (O/L, 145,4 x 105 cm; lote 126), un importante hacendado terrateniente argentino, por 60.000 euros, una cifra de entidad ya para un retrato de esas características. Y del alicantino Emilio Sala, un buen Retrato del escultor Agustín Querol (O/L, 89 x 56 cm; 125), que debió pintar hacia 1906. Al final, no hubo interesados que comprasen el retrato de Sorolla y el de Sala pasó de 3.000 a 5.500 euros.
Sin embargo, del valenciano se ofrecía un cartoncito muy atractivo para el gran público con Amas de cría en San Sebastián, c. 1917 (11 x 16 cm; lote 23). Procedente de la testamentaría de Joaquín Sorolla, adquirido por su hija María con el número 48 de la serie A y con el título ‘Apunte de San Sebastián’, subió de los 12.000 euros de inicio a unos más lógicos 20.000 euros finales, que ofreció un teléfono.
En pintura antigua destacamos en su momento el inédito lienzo de Antonio de Pereda, obra casi de juventud titulado Ecce Homo rodeado de ángeles, c. 1630 (O/L, 128,5 x 98,5 cm; 87), por 18.000 euros, y una Virgen de Guadalupe de gran tamaño (O/L, 191 x 129 cm; 83), de un pintor anónimo novohispano, probablemente de origen gaditano, por 36.000 euros. Vendido el primero con una puja tardía que entró en la subasta desde Norteamérica por los 18.000 euros pedidos, el segundo quedó sin interesados al menos en ese precio.
Avanzamos. El Bracco italiano (O/L, 102 x 74,5 cm; 78), atribuido al florentino Bartolomeo Bimbi y procedente del palacio de la Duquesa de Medina de las Torres (hoy Fundación Mapfre), subió nada menos que de 6.000 a 13.000 euros. Algo semejante sucedió con el lienzo de mediano tamaño con otra Virgen de Guadalupe (O/L, 57,5 x 43 cm; 81), de la mano esta vez de Mateo Montesdeoca, que también duplicó su precio al subir de 3.000 a 7.500 euros. Y ahora sí podemos entender mejor lo de una de cal y otra de arena. Y lo que podría parecer a primera vista un cierto despiste por las extrañas vacaciones estivales parece que en Segre, más que ver ya las orejas del lobo, se confirman una vez más sus buenas ventas. Veremos a la vuelta cómo se respira. Hasta entonces, ¡buen verano! Daniel Díaz @Invertirenarte