270.000 euros por las esculturas de Cragg y Chirino en Durán
Las otras grandes ventas de ayer fueron de Alberto Greco y Gustavo Torner
La maratoniana jornada de ayer terminó en la sala Durán con una amplia sonrisa y los deberes bien cumplidos. Porque se vendió como pocas veces la colección de guitarras, mandolinas e instrumentos musicales, y porque las esculturas que se ofrecían “por encomienda de los órganos judiciales a la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos del Ministerio de Justicia”, se vendieron muy bien también.
En nuestro artículo de previos (ver), ya comentamos que varias de ellas debían subir notablemente sus precios, como así fue. La monumental pareja de esculturas del inglés Tony Cragg (1949): Out of sight, out of mind, 2003 (bronce patinado, 290 x 125 x 125 cm y 230 x 125 x 125 cm; lote 694), procedentes de la Marian Goodman Gallery, de Nueva York y de la galería Carles Taché, de Barcelona, donde la debió comprar el imputado en el caso Púnica, David Marjaliza, se ofrecían por 100.000 euros y tras varias pujas sucesivas se terminaron adjudicando en 160.000 euros, un precio mucho más acorde con sus precios internacionales y ligeramente por debajo de los 209.620 euros pagados en 2007, en el mercado primario, claro.
Con el espectacular hierro pavonado del canario Martín Chirino, El Alisio VI, 2004 (693), de 155 x 155 x 90 cm, sucedió algo similar. Expuesta en 2004 en la muestra Hierro y espacio, y en 2005 en ARCO’05, en Colonia y en la galería Marlborough los 35.000 euros pedidos fueron de hecho, un buen reclamo para los distintos coleccionistas que fueron pujando hasta adjudicarse la pieza por 110.000 euros. En menor escala, el Warrior (bronce y hierro, 164 x 60 x 60 cm; 692), de Xavier Mascaró, procedente de la Galería Hispánica de Madrid, también subió notablemente: de 5.000 a 14.000 euros.
Hasta aquí, las tres dimensiones, que fueron claramente las ganadoras de la licitación en lo que a pintura y escultura se refiere. Repasemos ahora brevemente las dos dimensiones…
La gran sorpresa fue, sin duda, la venta de la aparentemente sencilla Composición (52 x 64,5 cm; 103), de Alberto Greco; una sencilla técnica mixta sobre papel que, ante propios y extraños, se disparó de los 1.800 euros iniciales a unos asombrosos 22.500 euros finales… Más lógico, y esperado, fue el interés por la gran pieza de Gustavo Torner, Chatarra ocresina, 1961 (látex, feldespato y chatarra sobre tabla, 162 x 130 cm; 111), llamada también Ocre Oro; publicada en el conocido libro de Juan Eduardo Cirlot, La pintura de Gustavo Torner (Imprenta Conquense, Cuenca, 1962; lámina 26), pasó de 7.000 a 20.000 euros. Por último, por el Memento mori, 1969 (O/L, 120 x 300 cm; 105) de Manuel Viola, que aparece en tres publicaciones, también hubo notable interés y pasó de 12.000 a 20.000 euros. Buenas ventas, sin duda. Daniel Díaz @Invertirenarte