21.000 euros por la mano de Chillida en Durán
Dibujada en 1986, fue la mejor venta de la cita junto al lienzo de San Ignacio de Juan Simón Gutiérrez
Ya en nuestro artículo de previos de la cita (ver) en Durán, habíamos comentado el interés del dibujo a tinta del reconocido escultor vasco Eduardo Chillida. La sala ofrecía una sencilla tinta de su mano titulada Esku – Mano, 1986 (tinta sobre papel, 17 x 13,5 cm; lote 197), procedente de la galería Joan Prats, de Barcelona. Expuesta en la muestra Eduardo Chillida. Escultura y obra sobre papel, en la galería Guillermo de Osma de Madrid, del 15 de diciembre de 2003 al 30 de enero de 2004, y registrada en los archivos del Museo Chillida-Leku / Sucesión Chillida con la referencia CH86/M-17, se ofrecía por 15.000 euros, un precio que dejaba a un lado a los buscadores de oportunidades.
Mencionamos allí varios remates de manos similares, izquierdas y derechas, dibujos que hacía para ejercitar su pericia y también por ver en esa desapercibida parte del cuerpo, sin mayor gloria tantas veces, un algo abstracto, con gran potencial y fuerza. De ahí que también en su vertiente gráfica, aguafuertes habitualmente, tengan especial eco entre sus coleccionistas. Y sucedió lo esperado, unas pocas pujas y el remate, rápido, por los 17.000 euros de martillo, a los que sumados el 23% del premium de la sala, finalizan en los 20.910 euros definitivos.
En los años 60 o 70, probablemente, debió realizar la catalana Magda Bolumar su acrílico y collage sobre arpillera adherido a tabla, Personaje en el espacio (81,5 x 122,5 cm; 195). Composición a base de hilos, más o menos tirantes, era la primera pieza de su mano que salía al mercado secundario; no hay registro de otras suyas, al menos en la base de datos que manejo. Y los 7.000 euros propuestos fueron suficientes para que un coleccionista los ofreciera y se hiciera con ella.
Un tardío lienzo de Benjamín Palencia, Palacio de La Roda, 1977 (O/L, 60 x 73 cm; 333), que se ofreció en junio por 7.000 euros, se ofrecía de nuevo, en tiempo récord. Aunque parece que en los últimos tiempos ha disminuido el interés de su coleccionismo, un interesado lo pujó y en esa misma cifra se remató.
En la pintura de fin de siglo, la Salida de la iglesia (O/L, 62 x 52 cm; 402) del alicantino Joaquín Agrasot, aunque sin su buscado preciosismo, pasó de 5.000 a 7.000 euros, a cierta distancia ya de los 3.500 euros del remate del lienzo de Los curiosos (O/L, 45 x 32 cm; 423), de Cecilio Plá, que partió desde los 3.000.
Y, por último, el interesante lienzo de Juan Simón Gutiérrez, San Ignacio recibiendo a san Francisco de Borja en la Casa profesa de Roma (O/L, 212 x 148 cm; 464), cuyo periplo me parece curioso, cuando menos… En mayo de 2014 se ofreció en Ansorena por 45.000 euros; al no venderse, pasó a Fernando Durán, que lo ofreció en junio de 2016 por 38.000 euros. Tampoco hubo interesados, así que la propiedad optó por volver a sacarlo en Ansorena, en diciembre de 2019, por 27.000 euros; como tampoco hubo interesados, intentaron Fernando Durán por segunda vez, por 21.000 euros, en diciembre de 2021.
Un poco quemada ya la obra, recalaron los propietarios en Durán, que intentó su venta en marzo de 2022 por 27.500, en junio por 25.000, y en diciembre de ese mismo 2022 por 22.500 euros. No sé muy bien por qué, el caso es que se ofreció de nuevo por los mismos por 22.500 euros siempre (cuando lo habitual es bajarlo de precio) en enero pasado, en abril y ahora, que por fin ha aparecido un comprador feliz de tener a su San Ignacio.
La temática del cuadro es interesante, y su firma, pero ni el tamaño ni sobre todo el precio pedido ayudaron; y con ese error, arrastrado, los propietarios han tardado más de once años en venderlo… Feliz verano de descanso para todos. Nos leemos en septiembre. Daniel Díaz @Invertirenarte
