125.000 euros por un paisaje de Momper y Brueghel en Ansorena
La sala obtuvo en su cita de los días 24 y 25 además importantes ventas de lienzos de Francisco Pradilla y José Benlliure
Sin duda, Ansorena ha iniciado su andadura de 2018 con paso firme. Su inexorable cita mensual con abundantes piezas ha dado también su fruto en esta primera cita del año. La más destacada de esas ventas fue un tanto inesperada pues no es fácil conseguir un coleccionista que ofrezca previamente los 125.000 euros que se pedían por la tabla de Paisaje con personajes (93 x 120 cm; lote 643) de Joos de Momper el Joven y Jan Brueghel el Viejo, como sucedió. Con carta de 2010 del especialista Justus Muller Hofstede confirmando la conjunta autoría de esta tabla, y su buen estado de conservación, un coleccionista dejó la puja por escrito previa a la subasta y, ante la falta de más compradores, la mesa la adjudicó por el precio pedido.
Más pujas hubo, en cambio, por otra pieza interesante cercana en época y localización; me refiero al cobre de reducidas dimensiones (apenas 14,5 x 20 cm; 636) con un Calvario, de Jan Brueghel el Joven, el que se podían ver decenas de figuras. Ofrecido varias veces en la sala, desde una primera por 30.000 euros allá por noviembre de 2015 hasta los 14.000 euros actuales, el atractivo precio debió atraer a varios coleccionistas que, al teléfono, pujaron por él hasta adjudicárselo uno de ellos por 22.000 euros.
Pasemos a la pintura del cambio de siglo, donde hubo también dos gratas sorpresas. La primera, la puja desde 40.000 a 44.000 euros por el lienzo de grandes dimensiones de José Benlliure, Las brujas (O/L, 169 x 260 cm; 561). Siendo obra de calidad y tamaño importantes, el interés residía también en la pintura que había aún por detrás, de su mano también: un fragmento de su conocido Tierra, 1881, realizado en Roma y que se creía perdido hasta que se descolgó para llevar Las brujas a la exposición retrospectiva en el Carmen de Valencia. La obra inicial de unos 400 x 600 cm quedó en proyecto abandonado por la dificultad, y el propio autor reutilizó partes del lienzo para pintar encima, como en este caso. La segunda sorpresa vino de la mano de Francisco Pradilla, cuya Bailarina en el día de su debut, 1918 (O/L, 93 x 65 cm; 577) subió de 60.000 a 65.000 euros, por encima de los 60.000 euros en que se había rematado en diciembre de 2006 y lejos de los 41.000 euros en que se remató, también en esta sala, allá por enero de 2002. Por último, Font vella de l’Aleixar (45 x 60 cm; 573), un pastel de Joaquín Mir, se remató por los 6.000 euros iniciales.
El siglo XX, en cambio, dejó un regusto agridulce. Pese a lo que prometían, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), no hubo finalmente interesados por los interesantes lienzos de Juan Uslé (173, fechado en 1990; 27.000 euros) ni de José Manuel Broto (170, de 1993; 8.500 euros), pero sí se vendieron dos piezas importantes. La primera, Sin título, 1961 (Tm/L, 61 x 50 cm; 174), un lienzo son concesiones en técnica mixta de Gustavo Torner, subió de los 6.000 euros iniciales hasta los 7.500 finales. Y el segundo, un fantástico lienzo temprano de Luis Feito, fechado en 1955, Composición (Tm/L, 70 x 150 cm; 169), expuesto durante la Bienal de Venecia del año siguiente, que terminó en 32.000 euros las pujas iniciadas desde los 30.000 euros. Buenas compras. Daniel Díaz @Invertirenarte