Zóbel impone su ley de 170.000 euros en Ansorena
El lienzo, de 1981, se ofreció por 95.000 euros en la cita de los días 21 y 22 de mayo, donde también destacó la compra del Estado del lienzo de Manuel Benedito
Para bien o para mal, parece que hemos ido perdiendo la ilusión por los lienzos de Fernando Zóbel (1924-1984). La exposición del Museo del Prado hizo que muchas personas comprendiesen un lenguaje abstracto que les estaba como oculto, que no sabían interpretar. Y las subastas buscan, consiguen y venden al mejor los huevos de oro de una gallina que parece no agotarse, tal es el mercado asiático.
La vez, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), la tenía Ansorena, que ofrecía un atractivo Orilla 30, 1981 (O/L, 69,5 x 91,5 cm; lote 880), que prometía hacer de las suyas. Y así fue, gota tras gota, puja tras puja. Desde los 95.000 euros del inicio fueron pujando coleccionistas por la website de la sala, por los teléfonos y en sala hasta adjudicarse finalmente al último postor, que ofreció al teléfono los finales 170.000 euros, que suben a 207.400 euros, tras sumar el premium del 22%.
El siguiente caramelo de la licitación, contraportada del catálogo, eran unos Pensamientos, 2018 (óleo y lápiz sobre tabla, 34 x 28 cm; 877), de Antonio López. La obra del manchego, lenta en la producción, sigue siendo escasa en el mercado primario y más aún en el secundario, así que se espera como agua de mayo que refresque la tierra reseca. Los 38.000 euros pedidos eran una invitación a las pujas, como así fue, que fueron subiendo hasta rematarse en los 46.000 del final, ofrecidos de nuevo por un coleccionista al teléfono.
En el apartado internacional, más allá de las pujas por el lienzo de nuestro compatriota Fernando Zóbel, sobresalieron varias ventas. La más llamativa, como era de esperar, fue la de la fotografía de la alemana Candida Höfer: Biblioteca de la Real Academia de la Lengua, Madrid I, 2000 (3/6, 120 x 120 cm; 800), procedente de la galería Fúcares; de los 26.000 euros de inicio se terminó en 32.000 euros. Buena compra. Otra fotografía, María, 2007 (3/5, 165 x 125 cm; 799), del recientemente fallecido gran fotógrafo y retratista francés Pierre Gonnord, y procedente de la galería Juana de Aizpuru de Madrid, pasó también de 9.000 a 12.000 euros.
Del argentino Julio Le Parc se ofrecía por apenas 12.000 euros, Modulation 376 theme 78 a variation, 1980 (A/L, 140 x 70 cm; 871), que estaban llamados a subir, sí o sí. Así fue, hasta terminar en los 19.000 ofrecidos por un coleccionista al teléfono. En menor medida, sucedió lo mismo con el papel del alemán Norbert Biski, Bañistas (óleo sobre papel, 30 x 39,5 cm; 847), fechado el 5 de noviembre de 2016; y de 4.000 terminó sus pujas en los 8.000 euros definitivos.
Retrocedemos ya, a los años 60. Gerardo Rueda, en esa singular aventura solitaria tan característica, pinta en los sesenta monocromos, investigación de color y textura. Y en 1961 firma Bardalá (O/L, 130 x 130 cm; 872), expuesto en la Tate Gallery de Londres en 1962 y con etiqueta de la sala Neblí. Por 12.000 euros se ofrecía y en ese precio lo adquirió un buen coleccionista. Hubo más interés por el temprano lienzo de Antoni Clavé, Les coqs (O/L, 54 x 65 cm; 694), que iniciaba las pujas por 9.500 y terminó en 15.000 euros, ofrecidos por un coleccionista al teléfono. Algo similar sucedió con Francisco Lozano, cuyo Paisaje (Benidorm), 1960 (O/L, 90 x 128 cm; 698), subió de 10.000 a 14.000 euros, ofrecidos en una puja previa por escrito que la mesa fue defendiendo.
Llega el momento de la compra del Estado. Me refiero a la obra de especial calidad e importancia del valenciano Manuel Benedito: Autorretrato con La vuelta al trabajo (O/L, 60 x 80 cm; 227), que firma en 1905, y en la que se retrata con su panamá blanco delante de su obra -por lo que aparece invertida, al pintarla con la ayuda de un espejo- De vuelta al trabajo, pintada en Bélgica entre 1902 y 1904, y de la que se sentía especialmente orgulloso. Sin aparecer en ningún catálogo pues fue comprada directamente al autor y ha permanecido en la misma colección durante 120 años, se conservaba en perfecto estado y con su marco original. No fue extraño, primero, que pasara de 16.000 a 30.000 euros y, segundo, que fuera comprada por el Estado.
De menor importancia, pero interesantes, fueron las otras dos ventas de valencianos. La de Enrique Simonet, Safo de Lesbos (O/L, 82 x 102 cm; 225), pasó de 9.000 a 13.000 euros, mientras la de Antonio Fillol, No vullc festechos (O/L, 46,5 x 69,5 cm; 221), de 8.000 a 11.000 euros, ofrecidos por un coleccionista en la sala.
Por último, los maestros antiguos. Del Maestro de la Calzada, la tabla con San Gregorio y san Juan Bautista (O/T, 62 x 89 cm; 127), subió de 18.000 a 20.000 euros. Especial interés mostraron los coleccionista por el lienzo de Escuela italiana, posiblemente napolitana del siglo XVII, Un filósofo o poeta de la antigüedad (O/L, 98 x 73 cm; 124); los 7.000 euros de inicio se mostraron escasos y fueron subiendo hasta los 18.000 finales. Por último, cabe mencionar también los 10.000 euros en que se adjudicó la Virgen de Guadalupe (O/L, 146 x 90 cm; 102), de Escuela virreinal, que partió de 6.000. Daniel Díaz @Invertirenarte