Una torre de Babel de Valckenborch en Durán
La tabla saldrá a pujas por 70.000 euros en la cita del próximo 22 de febrero
Martin van Valckenboch (1535-1612) fue un pintor renacentista flamenco nacido en Lovaina, especialmente conocido por sus paisajes y sus ciudades, y que perteneció a una saga familiar de conocidos pintores entre los que destacó su hermano Lucas –que trabajó para el archiduque Matías de Austria y del que hay varias obras en el Museo del Prado (ver)- y sus hijos Frederik y Gillis.
Más allá de sus peripecias vitales, de sus estancias en Ámsterdam y finalmente en Frankfurt (ver), interesa saber que uno de los motivos principales de su pintura –y de los más buscados por sus coleccionistas- fueron los paisajes con la Torre de Babel. La Biblia narra el fallido intento de los hombres de construir una torre tan alta que llegara hasta el Cielo, como una especie de metáfora de la soberbia del hombre que quería llegar a ser Dios; en ese lenguaje mitológico, Dios castiga al hombre confundiendo sus lenguas de tal manera que la comunicación fue ya imposible entre ellos y debieron abandonar el proyecto. Obviamente, el ejemplo puede aplicarse de modo semejante a otras situaciones que sobrepasan nuestra naturaleza, nuestros límites. Y como tal fue a veces empleada por los protestantes en aquella época, haciendo quizá referencia de forma velada a la construcción de la basílica de San Pedro.
En enero de 2004, Sotheby’s Nueva York vendió por 332,800 USD (263.511 euros) una Torre de Babel (O/T, 68,6 x 97,8 cm; ver y ver), que había salido a pujas con una estimación de 40,000 a 60,000 USD. Poco antes, en junio de 2002, Millon & Associés-Baron-Ribeyre había vendido por 530.000 euros otra espectacular Torre de Babel (O/T, 73 x 106 cm; ver), su obra más cara hasta el momento, por encima de los 417.477 euros pagados en noviembre de 1999 en Christie’s Ámsterdam por una Alegoría del Verano (O/T, 53,5 x 76 cm; ver).
Y Durán ofrece una tabla de 70 x 88 cm (lote 38) de su mano, con el mismo motivo de la Torre de Babel, por 70.000 euros. Aparece en el primer plano, el soberano con su consorte y su corte observando los planos que el constructor encargado le muestra; al fondo, la soberbia construcción en curiosa perspectiva, rodeada de multitud de trabajadores, barcas y grúas para hacernos ver el prodigioso tamaño. Ejercicio de minuciosidad, dados sus precios internacionales no sería extraño que fuera pujado por esos coleccionistas y subiera su atractivo precio de inicio…
Interesantes son, para buscar un autor, el Martirio de san Esteban (O/L, 145 x 102,5 cm; 33), de Escuela italiana del siglo XVII, por 7.500, la Última Cena con el santo Cáliz de Valencia (O/T, 103 x 99 cm; 20), de Escuela valenciana del siglo XVI, cercano al taller de los Macip, por 30.000 euros, y el Retrato de joven noble (O/L, 86 x 56,5 cm; 42), de Escuela centroeuropea del siglo XVI, por 20.000 euros, y que ya salió hace unos meses.
De la pintura del cambio de siglo del XIX al XX, sobresalen un paisaje con el Monasterio de Piedra, Aragón, 1906 (O/L, 68 x 85 cm; 94), debido a la mano maestra de Francisco Pradilla, aunque a una cierta distancia ya del magnífico equilibrio entre preciosismo y composición alcanzado con su Juana la Loca, por 18.000 euros; una Cumbre nevada (O/T, 85 x 98,5 cm; 95), muy austera y con amplia gama de blancos y azules, de Aureliano de Beruete, por 9.000 euros, que subirá; y, en menor medida, un Interior de catedral (O/L, 80 x 60,5 cm; 93), de Cecilio Plá, firmado y dedicado “A nuestro amigo y maestro… Ramón Cilla y Cecilio Plá”, por 7.000 euros.
Ligeramente posterior, con otro aire de modernidad, me parece interesante el buen y un tanto provocador desnudo femenino de Eduardo Chicharro, La pequeña (O/L, 100 x 100 cm; 103), presentado en la Bienal de Venecia de 1936, por apenas 1.500 euros. Y un simplificado pero con presencia Bodegón con violín, c. 1930 (O/L, 81,2 x 65 cm; 282), de Ismael González de la Serna, por 7.000 euros.
De la segunda mitad del siglo XX, se ofrece de nuevo Pío XII, de la serie Papas, 1985 (O/L, 73 x 60 cm; 283), de Rafael Canogar, expuesto en 1987 París y en Bochum (Alemania), con amplia bibliografía, y un precio de 8.000 euros. Por el mismo precio, se ofrece también una escultura de Manuel Hernández Mompó, Rumores en el paisaje, 1986 (Tm/hierro, 203 x 90 x 46 cm; 295), expuesta en la galería Theo de Madrid en 1986 y en el IVAM en 1991. Y en menor medida, Sin título, 1950 (O/L, 66 x 47 cm; 291), de Fermín Aguayo, realizado durante sus años de trabajo con el grupo Pórtico (ver), por 1.800 euros, que no pasarán desapercibidos a sus coleccionistas. Daniel Díaz @Invertirenarte
