Una Tauromaquia de Juan Barjola llega a los 35.500 euros en Retiro
En la licitación del día 28 de febrero destacó también la venta del lienzo del mexicano Bosco Sodi
Desgraciadamente, los últimos tiempos no han sido especialmente indulgentes con la pintura del pacense Juan Barjola (1919-2004). Y realmente no sé es si por cierto agotamiento del mercado, que veía ya con cansancio su un tanto superficial expresionismo de los últimos años de su producción, o porque el mercado necesitaba una urgente corrección de precios. Quizá sea más bien una mezcla de ambos factores; el tiempo dirá –no me cabe duda-, pasadas estas modas, que fue un autor importante, y pondrá sus precios por encima de lo que se está pagando hoy día.
Lejos queda aquel octubre de 2007, cuando en Christie’s Madrid un coleccionista se adjudicó una tauromaquia titulada Plaza de toros, 1992/3 (O/L, 81 x 100 cm), por 60.000 euros (72.250 euros con premium incluido), lejos de la estimación de 30.000 a 50.000 euros. Al año siguiente, con la crisis ya a punto de estallar, otra similar Tauromaquia, 1997 (O/L, 81 x 100 cm), se adjudicaba –con la misma estimación de partida- por la mitad, 30.000 euros (37.000 euros con premium incluido). Ésta misma ha sido la que el día 28 se remató en Sala Retiro por 35.500 euros, gracias a una puja escrita previa…
Dos datos más, que perfilan mejor la imagen. En diciembre de 2010, Fernando Durán adjudicó por 47.000 euros, Tauromaquia, 1998 (O/L, 81 x 100 cm); en abril de 2016 se ofreció de nuevo en la misma sala, por 40.000 euros esta vez, y no encontró comprador… En cambio, una obra más temprana, trabajada y dibujada, con pocas figuras pero con bastante más presencia, como Tauromaquia, 1970 (O/L, 148 x 203 cm), se remató en Ansorena en septiembre de 2015 por 50.000 euros, lejos del inicio de las pujas, 38.000 euros.
Entre los españoles, de los que también hablamos en nuestro artículo de previos (ver), se ofrecían dos piezas de cierto calado: de Antoni Tàpies, Sin título, 1970 (pintura y lápiz sobre cartón, 36,5 x 59,5 cm; 745), por el que se pedían 22.000 euros, y de Eduardo Chillida, un collage de papeles, Sin título, 1980 (23,5 x 29,7 cm; 746), por 24.000 euros; ninguno de ellos encontró comprador, pues sus intenciones de venta fueron claramente excesivas. En cambio, el dibujo a lápiz y pastel de Julio González, Nu à genoux de face, 1914/8 (41,5 x 23,5 cm; 783), pasó de los 6.000 euros iniciales hasta los 8.000 finales; buena compra.
Hasta aquí el apartado nacional. En la vertiente internacional destacamos las piezas de Opie y de Sodi. Efectivamente, el pop simplificado del londinense Julian Opie gusta e interesa a las nuevas generaciones, y su Elisabeth jacket, t-shirt + trousers, 2000 (pintura vinílica sobre estructura de madera, 30,5 x 5 x 13 cm; 770), subió de 6.000 a 6.500 euros, ofrecidos por un coleccionistas al teléfono. Igual interés despertó el matérico Sin título (Tm/L, 150 x 150 cm; 773) del mexicano Bosco Sodi, por el que un coleccionista en sala ofreció los 15.000 euros pedidos; buenas compras de futuro, sin duda.
En la pintura finisecular, debemos mencionar dos ventas más. La primera, de Enrique Martínez Cubells, Estación de Múnich (O/L, 38,5 x 85 cm; 833), adjudicada también por los 7.000 euros de la salida, y la segunda, una atractiva Bahía de Cádiz (O/L, 60 x 110 cm; 827), de Emilio Ocón, rematada por el precio de salida una vez más, a pesar de que en este caso pienso que, dada su calidad, debía haber subido alguna puja.
En la pintura antigua, no hubo interés por el San José con el Niño Jesús, 1787 (O/L, 56 x 42 cm; 892), de Antonio Carnicero, que se ofrecía por 10.000 euros, ligeramente por debajo de los 12.000 de la primera vez. En cambio, la Mesa revuelta (tinta, lápiz y aguada, 23 x 30,5 cm; 879), especie de trampantojo de Escuela italiana del siglo XVIII, pasó de 2.000 a 4.750 euros, ofrecidos finalmente por un coleccionista al teléfono. Daniel Díaz @Invertirenarte