UNA GRAN RETROSPECTIVA DE RAUSCHENBERG EN LA TATE MODERN

UNA GRAN RETROSPECTIVA DE RAUSCHENBERG EN LA TATE MODERN

Robert Rauschenberg.» Cabra»

UNA GRAN RETROSPECTIVA DE RAUSCHENBERG EN LA TATE MODERN

Once salas ocupan la exposición que la Tate Modern de Londres dedica a Robert Rauschenberg. Es la primera, desde 1991, que Reino Unido ofrece de este “autor multidisciplinar”, como gustan de calificarle los entendidos en arte. Según el comisario adjunto Fiontán Moran, se trata de “una muestra importante porque, pese a la influencia de Rauschenberg en el mundo artístico, es aún bastante desconocido por el gran público”. Bajo su punto de vista, lo más interesante de la muestra radica en la conexión que el trabajo del artista supone “entre el Expresionismo Abstracto y el Pop Art”.

Se exhiben 120 obras que permiten apreciar la disparidad de estilo del autor, obsesionado durante las seis décadas de su carrera por buscar constantemente formas diferentes de entender y de hacer arte. “Trabajó con todas las disciplinas, ya que siempre buscó hacer cosas nuevas y, cuando creía que ya se había acostumbrado a una técnica, cambiaba rápidamente”. Esto le convirtió en un “artista valiente”, porque “no es fácil variar radicalmente cuando lo que estás haciendo está teniendo éxito”.

Para la periodista y experta en arte, Paula Baena, Rauschenberg al inicio de su carrera artística –principios de los 40– se dedicó a la experimentación, como muestran las obras expuestas en la primera de las salas. En la década siguiente colaboró con autores como John Cage, Merce Cunningham, Jasper Johns, David Tudor, Cy Twombly o Suran Weil. De esa época datan los Combines, sus trabajos más conocidos, donde integra pintura y collages de fotografías con objetos de todo tipo, procedentes de la sociedad de consumo. De los años 60 se ha elegido Retroactive II, su obra más identificada con su saber. Además de servir como rostro de la exposición, refleja el optimismo, pero también la tragedia de aquellos años, a través de una mezcla de imágenes como la del hombre llegando a la luna y la fotografía de John Kennedy, asesinado un año antes.

Pese al éxito conseguido con estos trabajos, su deseo de cambio y sus ansias de innovar le llevaron a variar radicalmente. Bajo la influencia de su amigo Andy Warhol, se inició en la serigrafía, que le permitía incorporar imágenes fotográficas impresas sobre paneles de seda a unos lienzos que completaba con pintura al óleo. No tuvo miedo del auge del tecnología. Al contrario, la vio como una aventura del mundo moderno y casi la incorpora a su obra.

Rauschenberg nació en Texas en 1925 y murió en 2008, en su casa de Captiva (una isla en la costa de Florida). Tenía 82 años de edad. Fue el primer artista estadounidense en ganar en 1964 el León de Oro en la Bienal de Venecia.

Tras su paso por Londres la exposición viajará al MoMa de Nueva York y, posteriormente, a San Francisco.

Abierta hasta el 2 de abril de 2017. MPR

Robert Rauschenberg. “Sin título”. (Spread).
Rauschenberg, Robert. “Stop Side Early Winter Glut”