Una gitana de Zuloaga vendida por 33.500 euros en Durán
En la cita del 22 de noviembre sobresalieron también las ventas del filipino Asunción, y de los españoles Rodríguez de Guzmán y Feito
Pienso que el mercado español ha optado de forma clara con esta venta en Durán. Había varios candidatos para el puesto de honor, el más caro de la cita, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver).
El primero era una promesa de futuro, con todo lo incierto que puede conllevar una compra de estas características: Cristo camino del Calvario (O/L, 75,5 x 86 cm; lote 483), en su caída y encuentro con la Verónica, del Círculo del conocido pintor veneciano Giambattista Tiepolo (1696–1770); conocíamos la versión del maestro, que custodia el MNAC de Barcelona (ver), y que el de Durán de su círculo, sin mayores especificaciones, se ofrecía por 25.000 euros. Esa cantidad y esa incertidumbre hicieron que, finalmente, no hubiera interesados en su compra.
La segunda era un pago un tanto mediático, podríamos decir. Se pedían 22.500 euros por una escultura seriada de Antonio López, el ejemplar número 18 de los 20 ejecutados, realizada en mármol de Sivec: Mujer de Almanzora, 2016 (26 x 28 x 16 cm; 107). Una pieza seriada, de ese tamaño, aunque sea de Antonio López, no logró entusiastas y, a la postre, tampoco hubo comprador.
Y la tercera, la opción más sólida y cabal: una obra original, única y segura, de calidad y de un artista consolidado como es Ignacio Zuloaga: Gitana con pandereta (O/L, 79 x 64 cm; 368), de la que la sala apuntó que podía “tratarse de la referenciada como Nº 147 ‘Gitana con pandereta. Madrid, 1902. Col. Particular de Italia’ en la monografía de Enrique Lafuente Ferrari, La vida y el arte de Ignacio Zuloaga, editada en Madrid en 1950”. Los 12.000 euros de inicio se demostraron a la postre muy cortos, hasta adjudicarse por los 27.500 euros, que con el premium del 22% de la sala ascienden a 33.550 euros definitivos. El mercado nacional opta y me parece necesario escuchar sus movimientos e intentar seguir su pensamiento en estos momentos complicados, no sólo desde el punto de vista económico sino social y político, con una situación nacional de un cierta complejidad e inestabilidad, y la mundial como telón de fondo.
Ya que estamos comentando las obras del siglo XX, mencionemos también la subida lógica del lienzo de Luis Feito, 258-B (O/L, 53,5 x 63,5 cm; 162), de 10.000 a 17.000 euros, que hacen honor al año y al tamaño medio, a la reducida paleta a base de rojos y negros y al momento de transición en la producción del artista, desvinculándose ya de El Paso de Cuenca. En línea similar, aunque más tardía, de Rafael Canogar, se ofrecía una Cabeza XXIX-89, 1989 (O/L/T, firmado, fechado, y titulado, 35 x 27 cm; 163), que subió de los escasos 3.500 euros de inicio a los 13.000 euros de martillo, mostrando de nuevo que es un autor importante, más o menos decorativo, pero con fuerza en el mercado secundario.
Y aunque sean piezas menores, debemos citar también los 1.900 euros ofrecidos -una oportunidad- por el buen dibujo de Gerardo Pita, Descanso, 2005 (lápiz conté sobre papel, 81 x 100 cm; 117), procedente de la galería Leandro Navarro. Y los 1.700 euros por la también buena, y temprana, acuarela de Agustín Redondela, pintada en 1958: Puerto de Bermeo (50 x 70 cm; 284), que subió desde los 1.200 de inicio.
Retrocedamos al pintura finisecular, de los inicios del siglo. En 1910 el gran renovador del paisaje, Aureliano de Beruete firmaba buen cartón, muy deshecho ya: Paisaje de El Pardo, 1910 (O/cartón, 24 x 32 cm; 455), con etiqueta correspondiente al número de inventario de la exposición celebrada en la Casa Sorolla en 1912, donde no estuvo expuesta aunque sí aparece en el catálogo. Ya comentamos que los 3.000 euros subirán, sí o sí, y así sucedió, adjudicándose finalmente por 6.000 euros.
Del filipino José María Asunción, su Pescadores filipinos mirando la tempestad (O/L, 81 x 118 cm; 444), cuadro bastante plano y simple, se adjudicó al único postor interesado, que ofreció los 18.000 euros pedidos; un ejemplo más de que no es lo mismo valor y precio.
De nuestro país, dos ventas. La primera, la del lienzo de Manuel Rodríguez de Guzmán, La feria de Sevilla (O/L, 81 x 101 cm; 393), que se adjudicó por los mismo 18.000 euros que se pedían; no deja de ser una grata sorpresa pues los coleccionistas de estas piezas van siendo cada vez menos. Y de Francisco de Paula Mendoza, se ofrecía Estudiantina en las calles de Madrid (O/L, 60 x 73 cm; 413); presentada a la exposición nacional de Bellas Artes de 1843 en la que tuvo muy buena crítica, aparece el propio pintor junto a sus amigos cantando una serenata en las calles de Madrid, quizá en la Cava Baja o en el Madrid de los Austrias. Subió de 6.000 a 11.000 euros.
En los maestros antiguos, tras el fiasco del Camino del Calvario del círculo de Tiepolo, dos ventas, más o menos esperadas, y por el precio de salida ambas. La primera, la del lienzo de David Teniers, el joven, Sala de armas (O/L, 145 x 105 cm; 456); de la colección del Marqués de Remisa -con inscripción “98 M. de R.”- se adjudicó por los 12.000 euros pedidos. Y el buen cobre con el Sacrificio de Isaac (O/cobre, 69 x 85 cm; 463), de Escuela flamenca del siglo XVII, por los 9.000 euros. Lo citado aquí, con el premium incluido, asciende a unos 165.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte