Una excepcional obra de Pedro Delgado, a subasta en Segre

Una excepcional obra de Pedro Delgado, a subasta en Segre

La tabla de San Miguel, la única firmada, saldrá al mercado el 22 de octubre con un precio mínimo de 295.000 euros


 

Debemos alegrarnos porque sale a la luz una de esas piezas importantes que llevaban años en procedencia desconocida y con su estudio de primera mano ayudan a clarificar, sin duda, parte de la historia de un período concreto y la producción de un artista de gran calidad.

Me refiero a la aparición en la madrileña sala del Viso, Segre Subastas, de un fantástico San Miguel venciendo al demonio (O/T, 77 x 59 cm; lote 69), firmado en 1510 por un pintor apenas conocido, llamado Pedro Delgado, nacido en un el pueblo toledano de Orgaz. Dado a conocer por Ceán Bermúdez en su consabido Diccionario, cuenta “que en la ermita de la Concepción de dicha villa se conservan dos tablas grandes firmadas de su mano el año de 1529, y que representaban Nuestra Señora del Pópulo con varios Santos, y un Descendimiento de la Cruz”. Y pocos datos más se aportaban.

El primero que habló de la pintura que sale ahora pujas fue el estudioso Enrique Lafuente Ferrari, quien bajo el título “Un primitivo toledano: Pedro Delgado” (Nº 44, 1936-1940, págs. 161-168; ver) presentaba en una separata del Boletín de la Sociedad Española de Excursiones de 1940 su gran descubrimiento, el San Miguel venciendo al demonio en la importante colección de don Gonzalo de Ulloa y Ortega-Montañés, VIII conde de Adanero. Tras fallecer en 1882 sin descendencia, hereda su hermano don José María Ulloa y Ortega-Montañés, IX conde de Adanero y VIII marqués de Castro Serna. Al fallecer éste en 1906, aparece el cuadro en el inventario de bienes post-mortem, con el número “1246. Otro cuadro, su autor Delgado, de la Escuela española, cuyo asunto es San Miguel (…)”. Y se pierde de nuevo el rastro, hasta aparecer hacia 1970 en una colección particular de Madrid, que la ofrece ahora al mercado.

Especialmente interesante me parece ese regusto clasicista que respira toda la tabla en un temprano 1510 y que se percibe singularmente en la especie de templete renacentista de cubre al arcángel, con finas columnas –las dos traseras como de cristal traslúcido- con capitel pseudojónico y arco de medio punto con casetones al interior. Destaca asimismo, la calidad de la capa angélica y su coraza, con recuerdos en el mejor Bermejo, y un delicado paisaje al fondo con claras referencias al mundo flamenco, tan cercano a lo hispano en esos momentos.

Sobre los 295.000 euros pedidos: declarada inexportable, sería magnífico que al menos uno de nuestros grandes coleccionistas accediese a pagar la citada cifra inicial, más el 20,57% de comisión de la sala, con el IVA ya incluido (60.681,5 euros), que harían un total de 355.681,5 euros. Y aunque más lógico sería que el Estado, dado lo excepcional de la obra, hiciese el esfuerzo que deba hacer y lo comprase para el disfrute futuro de todos, hay que reconocer que hace tiempo, mucho tiempo que no se recuerda un desembolso de esas cantidades.

Y ya que estamos en la pintura antigua, vean la interesante e inédita Inmaculada Concepción, c. 1650 (O/L, 166 x 109 cm; 63) de Ignacio de Ríes, que se ofrece por 5.000 euros; la Lamentación ante Cristo muerto (O/T, 50,5 x 184 cm; 68) del valenciano Vicente Requena, el Joven, por 4.000; y una Santa Teresa de Jesús inspirada por el Espíritu Santo (O/L, 101,5 x 79 cm; 75), del madrileño Sebastián Muñoz, por 4.000 euros.

Avancemos al siglo XIX, donde sobresale un decorativo lienzo de Mariano Benlliure: Ramas de naranjos, ciruelo, algarrobo y membrillo, 1920 (O/L, 64,5 x 204 cm; 120), perfecto para un comedor, por 8.000 euros.

De la primera mitad del siglo XX, debemos destacar la Carnavalada. Mascarada del herradero de caballos, c. 1945 (O/L, 50 x 66 cm; 152), del gijonés Evaristo Valle, por 25.000 euros. Recordemos que el mes pasado, su Paisaje con casas (O/L, 39 x 64 cm), se adjudicó en esta misma sala por los 18.000 euros pedidos (ver), y que Bañistas (O/L, 47 x 56 cm), con su atractiva gama de variados tonos e verdes con pequeñas bañistas a modo de excusa, se vendió también en mayo por los 25.000 euros pedidos (ver).

Del inicio de la abstracción, les recomiendo tres piezas. La primera y de mayor entidad, una clásica tabla de Lucio Muñoz, Sin título, 1965 (73 x 60 cm; 191), que se ofrece por 13.000 euros, y que en condiciones normales podría subir ligeramente. Las otras dos, menores y sobre cartón, de Antonio Saura, Sin título, 1957 (O/cartón, 24,5 x 40 cm; 186), por 8.000 euros, y de Luis Feito, Sin título, c. 1953 (O/cartón, 25 x 32 cm; 184) por 2.500 euros.

Más tardías ya, con el regusto de lo sabido y del terreno ya muy trabajado, dos obras importantes: Aeróvolo, 1991 (cemento y ceras de color sobre papel, 101 x 210 cm; 208) del canario Martín Chirino, por 15.000 euros, y Armario, 2002 (O/L, 195 x 130 cm; 212) de Eduardo Arroyo, por 26.000 euros.

Acabo con tres obras más, que me gustan especialmente, aunque no son gangas ni mucho menos. De Antón Patiño, Emgurruñados, 1984 (O/L, 97 x 146 cm; 207), por 6.000 euros; El instante, 2012 (tinta/papel japonés, 100 x 100 cm; 221) del último José María Sicilia, por 9.000 euros; y Sin título, 2011 (Tm/T, 122 x 81 cm; 224), de Bosco Sodi, por 19.000 euros ya. Daniel Díaz @Invertirenarte

Pedro Delgado. San Miguel venciendo al demonio, 1510. Salida: 295.000 euros
Antonio Saura. Sin título, 1957. Salida: 8.000 euros
Bosco Sodi. Sin título, 2011. Salida: 19.000 euros
Evaristo Valle. Carnavalada. Mascarada del herradero de caballos, c. 1945. Salida: 25.000 euros
Martín Chirino. Aeróvolo, 1991. Salida: 15.000 euros
Lucio Muñoz. Sin título, 1965. Salida: 13.000 euros
Eduardo Arroyo. Armario, 2002. Salida: 26.000 euros