Los centros españoles ofrecen unas cifras escuálidas de visitantes en un año marcado por la clausura total de sus salas durante casi tres meses, la restricción de aforos a partir de junio y el cierre perimetral de Comunidades. Sin embargo, la obligación de mantener la distancia de seguridad ha contribuido a una mejor contemplación de las obras y eso ha animado a los espectadores locales a regresar más a menudo. ¿Estará cambiando la forma de acercarnos a los museos?