El Museo Barberini acaba de inaugurar una exposición en torno al Impresionismo desarrollado por los artistas rusos hacia finales del siglo XIX, tras viajar a París y verse influenciados por la pintura al aire libre. Cerca de 80 obras muestran los inicios vanguardistas de Malevich, Kandinsky o Goncharova, entre otros, llamados a crear su propia revolución pictórica.