El fresco, pintado por Guido Reni en 1614 para el Casino Pallavicini de Roma, recobra toda su riqueza cromática gracias a los trabajos de rehabilitación desarrollados por las restauradoras Laura Cibrario y Fabiola Jatta.
El fresco, pintado por Guido Reni en 1614 para el Casino Pallavicini de Roma, recobra toda su riqueza cromática gracias a los trabajos de rehabilitación desarrollados por las restauradoras Laura Cibrario y Fabiola Jatta.