Por fin un velázquez de récord
El retrato de La reina Isabel de Borbón de Velázquez saldrá a la venta en Sotheby’s en febrero del año que viene con una estimación de entorno a 35 millones de dólares. Con toda probabilidad se convertirá en el récord del artista, un lugar que ahora ocupa Santa Rufina también vendida en la casa inglesa en 2007 por 16,9 millones de dólares. Se trata de la primera versión de retrato de cuerpo entero de la reina que pintó el artista sevillano y de la que parte la conservada en el Galería Nacional de Dinamarca y el retrato de María Ana de Austria, reina de Hungría de la Galería Nacional de Praga.
Ha tardado en ocurrir en este gigante –o sobredimensionado, según se mire– mercado del arte actual, pero el momento ha llegado por fin. Velázquez va a medirse con los grandes o, al menos, con los grandes del arte antiguo. Sotheby’s ha anunciado que en su próxima subasta de febrero en Nueva York –y no Londres o París– se ofrecerá con una estimación de 35 millones de dólares el retrato de La reina Isabel de Borbón que pintó Velázquez a finales de 1620 y retocó hacia 1631-1632.
Se trata de la primera versión del retrato oficial de cuerpo entero y pareja del de Felipe IV hoy conservado en el Museo del Prado. Como es de esperar, los cambios ejecutados por el maestro –y atribuidos por la casa de subastas a la influencia de la pintura de Rubens durante su visita diplomática a Madrid en 1628– pueden verse claramente en las radiografías de la pintura, pero también a simple vista.
Esta es una característica común en muchas obras de Velázquez, donde hay arrepentimientos apreciables sin necesidad de análisis en profundidad.
En el caso de esta pintura, se crearon varias versiones antes de que el artista lo modificase, por lo que se conservan rastros de su aspecto original. El retrato, también de Velázquez, de La reina Isabel de Borbón de la Galería Nacional de Dinamarca muestra cómo originalmente, el vestido tenía una estructura similar pero que dista significativamente en la decoración del busto, la falda y también en el corte de las mangas del que ahora se subasta. En este último también cambió su orientación el cortinaje del fondo (además de su apariencia, mucho más ágil en la versión de Sotheby’s).
El mismo modelo sirvió para adaptarse a otros retratos reales como el de María Ana de Austria, reina de Hungría conservado en la Galería Nacional de Praga.
Tal y como recuerda la casa de subastas, la procedencia es inmejorable, ya que tuvo que colgar de los muros del Palacio del Buen Retiro y salió de nuestro país –para no volver– durante la invasión Napoleónica (una historia que puede ocasionar un intenso escozor si se piensa demasiado en ella).
Fue una de las pinturas presentes en la Galería Española del rey Luis Felipe en el Louvre (aparece con el número 305 en el catálogo publicado en 1838), para luego venderse en Londres en mayo de 1853 con el lote 249 al banquero y coleccionista Henry Huth. Ocupó un lugar privilegiado en su residencia en Sussex, Whykehurst Park, hasta que sus herederos lo vendieron en 1950. Esa fue la última vez que el público vio la pintura, pero volvió a cambiar de manos en 1978 a sus actuales propietarios.
La procedencia, calidad e historia del retrato prácticamente garantizan que batirá el récord para una pintura de Velázquez. Esto se puede afirmar aún sin tener ningún dato sobre si el lote estará garantizado, algo que eliminaría toda las incógnitas y parece probable que ocurra. Al fin y al cabo, ya que parece una apuesta segura ¿por qué no deberían interesarse los inversores?.
El podio lo lidera hasta ahora Santa Rufina, que también se adjudicó en Sotheby’s en 2007 por 16,9 millones de dólares. Pero como también apunta la casa inglesa, la última vez que una obra del pintor sevillano de este calibre salió al mercado fue en 1970, cuando se vendió el retrato de Juan de Pareja por 2,3 millones de libras (una cifra impensable en aquel momento y que vaporizó todos los resultados de la historia de las subastas de arte).
Pero desde ese momento de gloria en el que Velázquez encabezó el mercado han pasado más de 50 años, y las circunstancias no han permitido que mantuviese esa posición. Es un tema recurrente en ARS Magazine el hecho de que los grandes maestros españoles no tienen la cotización que se merecen única y exclusivamente por su escasez.
A principios de este año, Christie’s ya demostró que solo se necesita una oportunidad, como ocurrió con los retratos de Goya Doña María Vicenta Barruso Valdés, sentada en un sofá con un perro y Doña Leonora Antonia Valdés de Barruso, sentada y sosteniendo un abanico adjudicados por 16,4 millones de dólares.
Ahora, se dan todos los elementos para que veamos como Velázquez vuelve a cautivar al público en subasta y que reciba una posición en el mercado más acorde con su importancia en la historia del arte. Héctor San José.