PLÁCIDO ARANGO DONA AL PRADO 25 OBRAS MAESTRAS
Una decena de estas pinturas, entre ellas un Calvario de Luis Tristán, se expondrá desde el martes en las salas de la pinacoteca madrileña
Plácido Arango, ex presidente del Patronato del Museo Nacional del Prado, ha donado parte de su colección a la institución madrileña. Concretamente 25 pinturas de maestros españoles, a excepción de Pedro de Campaña y Corrado Quiaquinto, que vienen a “enriquecer y completar” los fondos de la pinacoteca. “Es una donación con derecho de usufructo vitalicio”, anunció el director de la pinacoteca, Miguel Zugaza, después de la reunión del Patronato.
Zurbarán, Tristán y Goya son los tres grandes nombres de este legado, al que se suman otros tantos de primera línea, como Morales, Valdés Leal o Herrera el Mozo. Pedro de Campaña, ausente hasta el momento en las colecciones del Prado, tendrá ahora su representación con un Calvario y un Descendimiento. Otros tres autores inéditos enriquecen los fondos de la pinacoteca: Felipe Pablo de San Leocadio -con una tabla sobre la Adoración de los pastores-, y dos bodegonistas del siglo XVII, Francisco Barrera y Francisco López Caro.
Este legado en vida que el fundador del Grupo VIPS cede de forma altruista, no es la primera cesión que hace al museo, pues ya en 1991 regaló 80 grabados sobre la primera edición de los Caprichos de Goya. Su amor por el arte también le llevó en su momento a apoyar económicamente la restauración de Las Meninas, además de contribuir a la adquisición del retrato de La marquesa de Santa Cruz de Goya.
Arango posee una colección particular de cerca de 300 obras, entre las que se encuentran piezas maestras de Ribera, el Greco o Murillo. La veintena de pinturas que ahora cede al Prado ha sido seleccionada por conservadores del propio museo, que han intentado cubrir lagunas y reforzar la presencia de los grandes maestros. Son 300 años los que cubren las obras donadas, desde 1528 a 1828. La más antigua es la tabla de Felipe Pablo de San Leocadio, mientras que los lienzos de época romana de Conrado Giaquinto –El milagro del agua y La serpiente de bronce, ambas de hacia 1743- son las más modernas. Entre medias, obras de Eugenio Cajés, Alejandro Loarte, Antonio del Castillo, Mateo Cerezo y Herrera el Mozo (autor por el que Arango siente especial debilidad). Cierran el ciclo las cuatro litografías taurinas de Goya.
Prácticamente todas las obras, adquiridas por el empresario en el extranjero, se encuentran en un excelente estado de conservación. Un patrimonio recuperado con esfuerzo e ilusión durante las últimas décadas por Arango que, a partir del martes, todos podremos disfrutar. Aunque no todas estarán expuestas de forma permanente, pues de momento solo se mostrarán al público una decena de ellas, ubicadas en sus salas correspondientes.
El actual presidente del Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca, agradeció emocionado el gesto de su antecesor. Asimismo, aprovechó la ocasión para recalcar que el museo se autofinancia en un 70 por ciento y que depende de las arcas del Estado en solo un 30 por ciento. SGM