Patricia Phelps continúa repartiendo su legado
La coleccionista venezolana ha regalado 119 obras de artistas latinoamericanos de los siglos XVII al XIX a cinco museos americanos de Austin, Denver, Boston, Nueva York y Lima.
No es la primera vez que sucede. Durante los últimos años, la coleccionista venezolana ha dedicado grandes esfuerzos a repartir su legado por los diferentes museos de arte contemporáneo. Quizá porque siempre ha entendido que su pasión por adquirir obras iba ligada a la necesidad de compartirlas. “El día que te llamas coleccionista es porque además de disfrutar con el arte, asumes una responsabilidad: la de conservar, proteger y estudiar lo que tienes”, confesaba a Fernand Rayón en el número 17 de Ars Magazine.
Teniendo en mente ese deber, Patricia Phelps de Cisneros ya cedió altruistamente parte de sus tesoros al MoMA de Nueva York, también una escultura de Juan Muñoz al Museo Reina Sofía de Madrid. Pero su deseo por compartir la colección con el público continúa, por eso ha llevado a cabo una nueva donación, esta vez de piezas menos contemporáneas, a cuatro entidades norteamericanas y una peruana.
Los museos afortunados son: Blanton Museum of Art de Austin, Denver Art Museum en Colorado, Hispanic Society Museum & Library de Nueva York, Museum of Fine Arts de Boston y, finalmente, Museo de Arte de Lima (MALI). El criterio que ha primado a la hora de seleccionar los museos e instituciones que han recibido sendas donaciones ha sido siempre el mismo: la defensa y estudio del legado colonial.
La donación consiste en 119 piezas de arte colonial adquiridas a lo largo de los últimos 40 años. Pertenecían a la Colección Patricia Phelps de Cisneros (CPPC) y fueron atesoradas con la intención de reunir un grupo representativo de obras que cubriesen desde mediados del siglo XVII hasta mediados del siglo XIX. Un recorrido por dos siglos de pintura, escultura y artes decorativas que está trufado de piezas selectas procedentes de los virreinatos de Nueva España (México) y del Perú.
El Blanton Museum of Art completa a partir de junio su colección gracias a las 83 piezas que acaba de recibir. Todas ellas servirán, sin duda, para abrir una vía de estudio dentro del museo universitario texano sobre este tipo de piezas que no tenía hasta ahora. Por su parte, el Denver Art Museum, custodio de la colección más extensa de arte colonial español de los Estados Unidos, incrementa sus fondos con 25 pinturas, muebles y objetos procedentes de Venezuela y el Caribe.
En el caso concreto del Museum of Fine Arts de Boston, se trata de una renovación sine die de las nueve piezas que ya cedió en 2010 la Colección Cisneros. Las obras de platería y pinturas que se exhibían temporalmente en las nuevas salas del museo pasan así a integrar los fondos permanentes.
La Hispanic Society es una de las instituciones pioneras en el estudio del coleccionismo, especialmente referente al arte hispánico. Por eso también recibe un regalo de excepción: el sillón dorado para la cofradía de san Pedro de la Catedral de Caracas, una singular pieza de ebanistería hecha en torno a 1755 por Antonio Mateo de los Reyes. Con ella, la institución neoyorquina se estrena con el arte colonial venezolano. Finalmente, el Museo de Arte de Lima (MALI) da la bienvenida a un nuevo retrato pintado por un autor local, el republicano José Gil de Castro.
Patricia Phelps de Cisneros comenzó coleccionando en los años setenta –curiosamente su primera adquisición fue una obra del español Manuel Rivera–, aunque no fue consciente de la responsabilidad que su afición hasta la década siguiente. Ha viajado por toda América Latina y visitado decenas de estudios de artista en busca de las tendencias más actuales. Aunque siente debilidad por la abstracción y los creadores noveles, ha conseguido reunir un conjunto de piezas que repasan la historia de su país; desde sus orígenes y pasado colonial, hasta su presente más inmediato. Ahora, parte de esa historia podrá ser apreciada por todo el público. SGM