Nu couché de Amedeo Modigliani se remata en 157,2 millones de dólares
Eran muchas las expectativas en torno a la venta de Nu couché de Amedeo Modigliani. Se trataba de la pieza estrella de la Impressionist & Modern Art Evening Sale que tuvo lugar en Sotheby’s Hong Kong el pasado 14 de mayo.
Con un precio estimado de salida –150 millones de dólares– se acabó rematando por 157,2 millones, tasas incluidas, un incremento seguramente menor del esperado. Sólo hubo un pujador, por lo que también faltó la habitual emoción que se genera en las subastas por esos coleccionistas ávidos de hacerse con piezas únicas para sí. Tampoco alcanzó los 170,4 millones de dólares pagados por otro desnudo de Modigliani, Desnudo acostado con brazos abiertos, en 2015 en Christies. A pesar de ello, la cifra es elevada si tenemos en cuenta que el anterior propietario de Nu couché la había adquirido en 2003 por 26,9 millones de dólares.
Desde luego, este 2018 está siendo intenso en cuanto a subastas y cifras se refiere, a pesar de no haberse superado los 450 millones de dólares pagados a finales de 2017 por Salvator Mundi de Leonardo da Vinci, el cuadro más caro de la historia. Este mismo mes de mayo ha tenido lugar la venta de la colección Rockefeller (véase aquí y aquí) por parte de la casa Christies, evento que ha dejado también para la historia de las subastas unas sumas astronómicas.
Pero entre cifra y cifra; entre casas y casas de subastas; se plantea una discreta reflexión: la de un mercado que, a veces, parece estar más interesado en superar a sus rivales que en el aprecio sincero a la obra de arte en sí, por más que esta sea merecedora –no seremos nosotros quien lo juzgue– de tan alta estimación económica. Sea como fuere y a pesar de todas las opiniones que puedan generarse, incluida la nuestra, Nu couché se ha convertido en el cuarto cuadro más caro de la historia vendido en una subasta.