Muelle o la consagración de un grafitero, en Durán

Muelle. Tag - firma sobre skyline de Madrid, 1993. Salida: 6.000 euros. Remate: 17.000 euros

Muelle o la consagración de un grafitero, en Durán

En la cita de ayer se vendieron catorce obras de su mano –una de ellas comprada por el Estado- por un valor de casi cien mil euros


 

La cita de ayer en Durán quedará en el recuerdo de más de un amigo, familiar o coleccionista del conocido grafitero madrileño, de Carabanchel para más datos, conocido como Muelle. Ya alertamos sobre el interés de la pequeña colección en nuestro artículo de previos (ver); a pesar de que Muelle era sólo un recuerdo para muchos, para otros fue no sólo el iniciador de toda una saga sino un artista que supo hacer del graffiti americano algo más, de su nombre en clave repetido una y otra vez algo bello, incluso artístico.

Quince obras de Juan Carlos Argüello (1965-1995), procedentes de la colección de su hermano Fernando –los lotes 235 a 249-, se subastaron en la conocida sala de la calle Goya; catorce ventas -una de ellas adquirida por el Estado- por un total de 96.075 euros, que arroja una media de 6.862,5 euros por obra. Únicamente no encontró comprador una, la 244, una obra abstracta, alejada de su temática habitual, y fechada en 1994 por la que se pretendían 2.000 euros; muy probablemente por eso mismo, por no ser típica de su mano, no encontró ni siquiera un único interesado.

El mejor vendido fue el último de los que se ofrecían: Tag / firma sobre skyline de Madrid, 1993 (aerógrafo y rotulador sobre cartulina, 50 x 65 cm; 249), que subió de 6.000 a 17.000 euros. Tag / firma, 1991 (rotulador sobre papel, 21 x 31 cm; 240), el boceto para el grafiti en la tapia de acceso a la sala de conciertos de La Riviera, pasó de 2.000 a 10.000 euros. Y Tag / firma verde y azul, 1993 (aerógrafo y rotulador sobre cartulina, 50 x 65 cm; 248), de 6.000 a 9.000 euros, por señalar sólo los tres más caros.

Y en todos esto hay tres hechos que me parecen interesantes.

El primero, que el coleccionismo haya respondido con entusiasmo a esta invitación de unas piezas sobre papel, más o menos sencillas; el personaje, en su momento, fue visto por más de uno como un delincuente, por saltarse las normas y pintar en las paredes públicas… Pasados los años, sus obras se venden por miles de euros.

El segundo, que el Estado comprara una de esas obras, el lote 245, Abstracción, 1994 (aerógrafo y acrílico sobre cartulina, 31 x 50 cm), por el precio de salida, los 3.000 euros pedidos. No deja de sorprenderme que el Estado compre precisamente una pieza suya de 1994, que en absoluto refleja el estilo de Muelle al ser un intento –breve, pues falleció al año siguiente- de un nuevo camino, abandonado ya el sendero por el que era, y será, reconocido y recordado. Y no se me ocurre otra razón a esa extraña compra que la falta de previsión o de presupuesto para la compra de las otras, típicas de su mano, pues probablemente sus precios subieron más de lo esperado, escasamente, por la Junta…

El tercero es la consecuencia de los dos anteriores: una especie de consagración pública, por la que pasará de la calle, su ubi operandi, al coleccionismo particular, y al museo, en última instancia.

Algo más de veinticinco años han pasado tras su muerte, tiempo suficiente para poder conocer y valorar la breve carrera de Muelle, mirar alrededor y comparar su novedad, calidad, etc. Y el tiempo ha dictaminado. Ahora el dinero –llámelo coleccionismo, entusiasmo o como quiera- lo fagocita y da carta de naturaleza, y el Estado también compra una obra de su mano, presumiblemente para un museo. Ha traspasado sus propias fronteras y ha llegado a su Olimpo soñado…

El resto de la cita tuvo un interés menor. De la libanesa nacionalizada argentina, Bibí Zogbé, su Ramo (O/táblex, 67 x 47 cm; 157) se adjudicó por los 4.500 euros pedidos; en cambio, por su Bouquet de chradons, 1949 (O/L, 61 x 41 cm; 158) hubo varios interesados que subieron las pujas desde los 2.500 euros de inicio hasta los 6.000 definitivos. De la cubana, Loló Soldevilla, Sin título, 1954 (Tm/L, 57 x 77 cm; 222), se adjudicó por 8.000 euros.

Para finalizar, debemos mencionar al menos el Tríptico de santa Clara (temple/L, 180,5 x 203 cm; 19), de Escuela española de la segunda mitad del siglo XV; procedente del convento de santa Clara de Zafra, donde estuvo hasta su adquisición en 1951, se adjudicó por los 20.000 euros pedidos. Daniel Díaz @Invertirenarte

Muelle. Tag - firma sobre skyline de Madrid, 1993. Salida: 6.000 euros. Remate: 17.000 euros
Muelle. Abstracción, 1994. Salida y remate: 3.000 euros. Comprado por el Estado
Muelle. Tag / firma, 1991. Salida: 2.000 euros. Remate: 10.000 euros
Escuela española, segunda mitad siglo XV. Tríptico de santa Clara. Salida y remate: 20.000 euros
Muelle. Tag - firma verde y azul, 1993. Salida: 6.000 euros. Remate: 9.000 euros