Más compras internacionales en Ansorena
Un lienzo de Wautier, un inédito de Félix Resurrección Hidalgo y un tapado de Escuela francesa, vendidos por casi 135.000 euros, fueron lo más destacado en la cita de los días 3 y 4 de noviembre
Que en estos últimos meses estamos viviendo un repunte de la liquidez en la economía internacional es algo que pienso a nadie se le escapa. Durante la pandemia muchas personas han ahorrado mucho. Pero también es llamativa la volatilidad de los valores en las bolsas internacionales, por lo que el dinero busca lugares refugio, seguros. Y las obras de arte están hechas, si se puede hablar así, de ese material, por encima de los vaivenes del día a día. Lo hemos comprobado esta semana en nuestro país y comprobaremos de forma más patente aún en las subastas internacionales que se avecinan.
Dicho lo cual, los coleccionistas y profesionales extranjeros vienen a comprar. Supongo que podremos desarrollar esta idea más adelante, pero es una realidad. A los hechos me remito y estas ventas lo demuestran de nuevo.
De la belga Michaelina Wautier se ofrecía en Ansorena un recientemente atribuido, por Jahel Sanzsalazar, Retrato de Mary Henrietta Stuart, Princesa Real y Princesa de Orange, c. 1660 (O/L, 61,5 x 46,5 cm; lote 578). El estudio sobre “Los hermanos Estuardo y los Wautier. Retratos de una familia real en el exilio» (ver), en Philostrato. Revista de Historia y Arte (nº 9), identifica primero a la retratada basándose en obras conocidas suyas, como el retrato realizado por Adriaen Hanneman, en la Galería Nacional de Escocia (ver), o los de Anton van Dyck del Museo de San Diego (ver) o de la Galería Nacional de Washington (ver). Además de los argumentos formales, parece que la princesa Mary Henrietta Stuart “estuvo en Bruselas en diciembre de 1658 y en 1660 acompañando a su hermano”. Varios coleccionistas o profesionales extranjeros, amparándose en la reciente atribución y en que no sería extraño pensar que se pudieron hacer retratar, pujaron por el retrato que subió rápidamente de 80.000 a 110.000 euros.
El mercado asiático, con toda su potencia, sigue buscando con ahínco arte que ilustre su pasado. Ansorena ofrecía, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), una pieza que a todas luces iba a interesar a los coleccionistas asiáticos en general y filipinos en particular. Se trataba de un inédito lienzo del filipino Félix Resurrección Hidalgo, El árbol del ahorcado (O/L, 107 x 88 cm; lote 152) que ilustraba, con un cielo rojizo de atardecer y árboles con raíces a la vista, un pasado trágico. La operación estaba servida por 18.000 euros y era cuestión de esperar, porque poco a poco fueron sucediéndose las pujas, sin gran entusiasmo ni locura, pero sí de forma absolutamente eficaz, hasta adjudicarse finalmente por 65.000 euros.
El tercero de los elementos extranjeros que entran en liza era un tapado, un sleeper como son conocidos en el mundo internacional. Se trataba de un Retrato de dama (O/L, 91 x 68,5 cm; 564), de Escuela francesa del siglo XVII, que se ofrecía por apenas 1.500 euros. Aunque las posibilidades barajadas hasta ahora en redes sociales se inclinan por Simón Vouet, y alguno sugirió incluso su cercanía con la producción de su mujer, la también pintora Virginia da Vezzo (ver), lo cierto es que no hemos dado aún con la clave. Sí lo habrán hecho, conjeturando o no, los que pujaron ayer hasta nada menos que 32.000 euros por este lienzo…
De Mateo Cerezo, por terminar con los maestros antiguos, su Jesús coronado de espinas y vistiendo clámide púrpura (O/T, 28,5 x 21,5 cm; 581), con informe de Ismael Gutiérrez Pastor, subió de 22.000 a 24.000 euros.
De finales del siglo XIX, la Mujer con mandolina, c. 1871 (O/L, 55,2 x 34 cm; 153), de Eduardo Rosales, pasó también de 22.000 a 24.000 euros; quizá esa subida un tanto escasa, para lo que pudiera imaginarse en una obra de cierta importancia de su mano, haga pensar más bien en una mano cercana al maestro…
Si avanzamos en el tiempo, centrados ya en nuestro país, la pintura retardataria tuvo también sus momentos de gloria. En este sentido, sorprendieron los nada menos que 17.000 euros que alcanzó el lienzo de Gustavo Bacarisas, Sevilla en fiestas (O/L, 114,4 x 114,5 cm; 149), que había partido desde los 12.000; o los 11.000 euros a los que se disparó el Cazador primitivo (O/L, 100 x 90 cm; 150), del granadino Francisco Soria Aedo, en la buscada línea masculina del también granadino Gabriel Morcillo; los 8.000 euros ofrecidos también por Manrique, c. 1887 (O/L, 145 x 82 cm; 147) de Horacio Lengo; o los 7.500 euros a los que llegó Muchacho con gorra (O/L, 52,7 x 37,5 cm; 158), del peruano Carlos Baca-Flor. Sorprendió, por último, la subida de 700 a nada menos 5.500 euros, de Atardecer en Roma (O/L, 76 x 96 cm; 641), del catalán poco conocido José Nogué Massó.
Destacó también, aunque sea al final, la subida esperada de Niños jugando, 1942 (O/L, 46 x 38 cm; 711), de Francisco Bores, de unos atractivos 12.000 euros de inicio a unos más lógicos 32.000 finales.
Por último, la compra del Estado del supuesto Autorretrato (O/L, 56 x 46 cm; 638) de José Casado del Alisal, por 3.900 euros; con su marco original, firmado, fechado y dedicado en «Roma 1859 / a mi amigo Javier / Casado», e inscripción en el reverso -no sabemos si con la misma mano u otra-: «José Casado del Alisal / Autorretrato Roma 1859».
Y poco más. El que pueda entender, que entienda. Daniel Díaz @Invertirenarte