Más adquisiciones para el Meadows
El museo de la Universidad Metodista del Sur anuncia la compra de tres dibujos de artistas españoles de los siglos XVIII y XIX que se suman a la adquisición de Retrato de una dama de Bartolomé González, que ya adelantamos en un artículo firmado por Amanda Dotseth.
En medio de una temporada complicada para el mercado de maestros antiguos (y para los museos), el Meadows Museum de Dallas nos regala buenas noticias. A la compra de Retrato de una dama de Bartolomé González y Serrano –pintor de la corte a comienzos del siglo XVII bajo el reinado de Felipe III y Felipe IV–, que adelantamos hace dos semanas en un artículo firmado por Amanda Dotseth, se suman ahora tres dibujos de autores españoles de los siglos XVIII y XIX.
Se trata de Alegoría del descubrimiento de América, de Antonio González Velázquez (1723-1794); Godoy presentando la Paz a Carlos IV, de José Aparicio e Inglada (1770-1838), y Boceto de una figura alegórica, de Casto Plasencia y Maestro (1846-1890). Todos han sido adquiridos a una galería madrileña y aunque los autores son figuras de peso en el desarrollo de la plástica de nuestro país, solo en contadas ocasiones forman parte de colecciones no europeas.
De hecho, el museo texano no contaba con obras de Aparicio y Plasencia hasta ahora. En este sentido Mark A. Roglán, director del Meadows, ha declarado que «cada una de estas adquisiciones respalda nuestra misión de ofrecer una visión más completa de la historia del arte español, ya sea llenando vacíos –representando a importantes artistas españoles en la colección por primera vez– o complementando obras que ya tenemos».
En este sentido, los tres dibujos describen los cambios en las preocupaciones compositivas en nuestro país desde mediados del siglo XVIII hasta finales del XIX, pero todos están planteados como alegorías. Cronológicamente, el primero de ellos es Alegoría del descubrimiento de América, fechado hacia 1763, de Antonio González Velázquez. Este autor destacó por sus programas decorativos en palacios, donde sus frescos siguen ocupando un lugar privilegiado. Este dibujo a pluma, aguada y grafito es una obra preparatoria para el mural de la Sala de Audiencias de la Reina del Palacio Real de Madrid, cuyo programa iconográfico representa a Colón ofreciendo el Nuevo Mundo a los Reyes Católicos. Esta obra se suma a otra que ya poseía el Meadows de González Velázquez, Alegoría de la monarquía española.
Le sigue Godoy presentando la Paz a Carlos IV, fechado hacia 1796, de José Aparicio e Inglada. Esta representación de la tregua alcanzada entre España y Francia en 1795 también está creada en clave alegórica, con una figura idealizada que encarna la paz siendo entregada al rey y con la transformación del diplomático firmante, Domingo de Yriarte, prácticamente en un dios mensajero clásico. Aparicio fue uno de los más destacados exponentes del neoclasicismo en nuestro país por lo que las influencias de la antigüedad a la hora de crear este relato visual no son inesperadas.
Por último está Boceto de una figura alegórica –probablemente Flora–, fechada hacia 1880, de Casto Plasencia y Maestro. El pintor es el autor de los frescos de San Francisco el Grande en Madrid, durante cuya ejecución realizó este dibujo. La obra, que seguramente tiene un tema profano, también habría sido un estudio para un fresco de grandes dimensiones, ya que algunas marcas en los bordes pudieron ser indicaciones para escalar la composición con una cuadrícula.
Estas tres piezas mejorarán la comprensión de los visitantes de casi dos siglos de arte español, pero el entusiasmo del director se ha dirigido principalmente a la inclusión en la colección del retrato obra de Bartolomé González adquirido en Christie’s por 237.500 libras: «Supone una importante incorporación a nuestra colección de pinturas y retratos del siglo XVII. Este retrato firmado y fechado por uno de los primeros pintores de la corte del rey Felipe III es, sin duda, uno de los mejores del artista. Estoy sumamente agradecido de que todos los miembros del Consejo Asesor del Museo Meadows contribuyeran a la adquisición de esta obra y de que la Fundación Meadows aportara generosamente estos fondos». A la relevancia histórico-artística se suma el hecho de que la compra se ha hecho en honor de Roglán, que lleva al frente de la pinacoteca 15 años.
Con este anuncio el Meadows contrarresta en parte el clima de incertidumbre en el que se encuentran muchas pinacotecas estadounidenses, que durante el último año han recurrido desde a la paralización de compras y ampliaciones de sus fondos, hasta la más drástica venta de piezas gracias al deaccessioning. Héctor San José.