Magalhães & Santos: Ángel de León, Terry Rodgers y lo que permanece tras la ilusión

Magalhães & Santos: Ángel de León, Terry Rodgers y lo que permanece tras la ilusión

La galería madrileña aborda los últimos días de su exposición After Illusion: A Lasting Memento (“Después de la ilusión: un recuerdo duradero”), donde se reúnen tres propuestas diferentes: una serie de pinturas de Ángel de León, los jarrones de Lalique diseñados por Terry Rodgers y un conjunto de retratos de época de los siglos XVII y XVIII.

Angel de Leon. 'Jungle Terror Yoga Mat' (2025). Óleo sobre lienzo. 162 x 130 cm. ©Magalhães & Santos.

Partiendo de la idea del arte como expresión física de experiencias, emociones e ideas, Magalhães & Santos exhibe hasta este domingo 23 de marzo After Illusion: A Lasting Memento, una exposición compuesta de tres discursos artísticos complementarios que ilustran lo que somos, lo que deseamos ser y cómo elegimos representarlo.

En el caso de Angel de León, el artista ha optado por dar vida en el lienzo a sus sueños y experiencias personales, en una mezcla de recuerdos e imaginación. En esta serie exclusiva compuesta por once piezas reinterpreta iconografías clásicas, como las vanitas, y mitos como el de Prometeo y Ticio. A modo de memento mori contemporáneo, De León nos recuerda con sarcasmo la fragilidad del ser humano.

Angel de Leon. 'Prometheus' (2025). Óleo sobre lienzo. 160 x 180 cm. ©Magalhães & Santos.

Destaca, por ejemplo, el óleo Jungle Terror Yoga Mat, vendido en la inauguración. En él se representa con un carácter evidentemente surrealista la escena del águila devorando el hígado de Prometeo, con la diferencia de que esta vez el episodio mitológico no transcurre en una roca, sino sobre una esterilla de yoga con el diseño de un tigre.

Este pasaje clásico ha tenido bastante éxito entre los compradores, pues también se han vendido dos tintas indias sobre papel de algodón. Por un lado, el dibujo del águila sobre un fondo estrellado; y por otro, un primer plano del animal comiéndose el hígado de Prometeo.

Asimismo, el creador catalán ha incidido en la idea de la fugacidad de la vida con una serie de bodegones protagonizados por una calavera que parece sonreír de forma macabra hacia el espectador. La vanitas viene acompañada de una flor marchita y una clepsidra, que potencian esa angustia por el paso del tiempo.

Por su parte, de Terry Rodgers se exponen –en colaboración con la casa de cristal francesa Lalique– cuatro jarrones Sirènes en cristal transparente, negro, dorado y ámbar. Este último ha sido adquirido por un coleccionista particular.

Las piezas se componen de nueve siluetas esculpidas en bajorrelieve en una reinterpretación hiperrealista de Rodgers de la danza de las Bacantes que René Lalique, fundador de la casa, retrató en su legendario jarrón de 1927. Al contrario que este, que en su momento representó a las mujeres bailando cogidas de los brazos, las bacantes del artista estadounidense parecen no relacionarse entre sí.

Con ello Rodgers desenmascara las ilusiones eróticas del mundo occidental, que cree en el milagro de la juventud, en el triunfo de la belleza y del dinero, y señala cuestiones como la individualidad, la indiferencia y la vanidad.

Terry Rodgers y Lalique. 'Jarrón Sirènes' (2020). Cristal ámbar. 24 x 20,5 cm. ©Magalhães & Santos.
Retrato de Franceso Anselmo Decio Vitelli (Siglo XVII). Óleo sobre lienzo. 72 x 56 cm. ©Magalhães & Santos.

La tercera parte de la exposición corresponde a una selección de obras de maestros antiguos de los siglos XVII y XVIII. Se trata de una serie de retratos que trascienden la mera representación de la fisonomía para captar el espíritu de sus protagonistas.

Entre ellos encontramos Retrato de una dama con velo, procedente de la Escuela Veneciana, que ofrece una visión poco frecuente de las complejas identidades de las religiosas venecianas, figuras que compaginaban fe, intelecto y posición social en una de las zonas más cosmopolitas de Europa.

También llama la atención una obra del período de madurez de Vincenzo Dandini, San Donino Mártir amansa al perro rabioso, ya que presenta una iconografía inusual: la representación de este santo, protector de los que sufren mordeduras de serpiente e hidrofobia, intentando calmar a un perro rabioso.

Por último, cabe destacar un retrato de Franceso Alselmo Decio Vitelli –que también ha encontrado comprador–, el décimo hijo de la influyente familia Vitelli. Se le conoce por su papel al servicio de la monarquía española, ocupando cargos de gran importancia como gobernador de Castro, maestre de campo general del ejército español, embajador y consejero político.

Se percibe en la composición influencias barrocas, sobre todo en la paleta cromática y el uso del claroscuro, que subrayan la presencia y dignidad del personaje, cuya mirada penetrante introduce cierto carácter de ironía y audacia. Nerea Méndez Pérez