Los Reyes inauguran el Museo Helga de Alvear

Los Reyes inauguran el Museo Helga de Alvear

Los Reyes inauguran el Museo Helga de Alvear


Cáceres cuenta desde esta semana con el Museo Helga de Alvear, diseñado por el arquitecto Emilio Tuñón e impulsado por la coleccionista y galerista alemana Helga de Alvear (Kirn/Nahe, Alemania, 1936), quien ha donado a Extremadura más de 3.000 obras atesoradas durante toda su vida. Los Reyes inauguran este nuevo complejo cultural, acompañados por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el alcalde de Cáceres Luis Salaya, el presidente de la Diputación de Cáceres Carlos Carlos Rodríguez; la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores; y Helga de Alvear, entre otras personalidades.


En una ciudad como Cáceres, Patrimonio Cultural de la Unesco, la puesta en marcha de este singular edificio del estudio Tuñón Arquitectos, candidato al Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea Mies van der Rohe, constituye un acontecimiento porque dota a la capital cacereña de un rico conjunto de arte contemporáneo internacional, gracias a la colaboración de la Junta de Extremadura, de otras administraciones públicas y de la generosidad de una galerista y coleccionista como Helga de Alvear.

Para una persona de la cultura como Helga de Alvear «el arte es un derecho y una necesidad» y este nuevo espacio le permite cumplir un sueño: acercar el arte del presente a la sociedad actual y las generaciones venideras. Durante el último año, la coleccionista alemana hizo una donación para apoyar la investigación del coronavirus y también junto con el resto de instituciones públicas implicadas ha contribuido a poner en marcha un museo en plena pandemia, que contribuya al conocimiento de las personas interesadas en el arte y que sirva como motor de construcción de futuro.

Helga de Alvear junto a "Luz descendente", obra de Ai Weiwei, 2007. Fotografía: Andy Solé
Exterior del Museo Helga de Alvear. Fotografía: Joaquín Cortés

José María Viñuela, comisario general de los actos de inauguración y responsable de la museografía, guía el recorrido a través de las 200 piezas seleccionadas, de las más de 3.000 que componen la colección, entre ellas de artistas como Pablo Picasso, Louise Bourgeois, Kandinsky, Helena Almeida, Ai Weiwei, Doris Salcedo, Luis Gordillo, Ignasi Aballí, Richard Long, Pierre Huyghe y Olafur Eliasson, entre otros.

A partir de mañana, 26 de febrero, se abre al público con acceso gratuito durante este año, previa reserva, y con todas las medidas necesarias de aforo limitado e higiene para garantizar una visita segura durante el recorrido de la exposición. El Museo ha previsto una serie de visitas guiadas, con actividades accesibles, conferencias y otras acciones que acerquen el arte contemporáneo a la sociedad. Además de las obras que se exhiben en el interior del nuevo edificio se ha diseñado un itinerario para observar las piezas de la colección instaladas en diferentes espacios públicos del caso histórico de Cáceres.

 

La figura de Helga de Alvear como coleccionista se remonta a finales de los años 60 cuando conoció a Juana Mordó, con quien trabajaría y descubriría los entresijos de la gestión y del conocimiento del mundo artístico nacional e internacional. Cuando falleció Juana Mordó en 1984 se hizo cargo de esa mítica galería que sabiamente dirigió su mentora. Once años después  decidió dar un nuevo impulso a su carrera y eligió un nuevo espacio cercano al Museo Reina Sofía, donde siguió apostando por un arte contemporáneo más internacional y por formatos como la fotografía, el vídeo y la instalación hasta alcanzar un reconocimiento profesional no solo en España sino también fuera de nuestras fronteras con numerosos premios.

Durante la presentación del Museo que lleva su nombre, Helga de Alvear afirmó que está encantada de que este proyecto, iniciado hace diez años, vea la luz. Su colección se ha ido haciendo poco a poco durante más de cinco décadas- su primera adquisición fue un zobel y la última una pieza de Ernesto Neto-, viajando por países y ferias nacionales e internacionales. Y anadió que «casi todo lo que se expone ahora en el Museo resultará inédito, porque es la primera vez que muchas de estas obras se muestran al público».

Por su parte, Emilio Tuñón, definió que el edificio del nuevo museo conecta la ciudad vieja con el ensanche de Cáceres. «Es una especie de caja mágica que va a permitir ubicar cualquier tipo de evento». Comentó que el proceso ha sido muy largo pero esa dilatación en el tiempo ha permitido mejorar dicho proyecto y definió que este contenedor es «una arquitectura del silencio y de la discreción para acoger la importante colección de Helga de Alvear».

Finalmente, José María Viñuela fue describiendo cómo ha dispuesto las 200 piezas, entre esculturas, pinturas, fotografías, dibujos, obra gráfica e instalaciones, en un espacio tan generoso como el diseñado por Emilio Tuñón. Muchas de las obras son de la segunda mitad del siglo XX y de las dos décadas del siglo XXI. En su recorrido los visitantes se encontrarán con una sala para proyección de vídeo; dos grandes instalaciones de Thomas Hirschhorn y de Olafur Eliasson; una sala que alberga seis piezas de gran formato y otra con obra más pequeña como síntesis de las vanguardias internacionales y españolas, aunque su datación temporal parte de un artista clásico y contemporáneo como Francisco de Goya con la serie de Los Caprichos, ya que el genio aragonés ha sido un referente para loa creadores modernos y contemporáneos por los temas que abordó y su sorprendente modernidad.

Olafur Eliasson. Echo Activity, 2017. Fotografía: Joaquín Cortés/ Helga de Alvear Museum
Pierre Huyghe. A Journey that Wasn’t, 2005. Videoinstalación. Fotografía: Joaquín Cortés/ Helga de Alvear Museum
Ignasi Aballí. Papel moneda, 2007; Dan Graham, Pavillion For Showing Rock Videos/Films (Design 1), 2012; y Albert Oehlen. 100%, 2008. Fotografía: Joaquín Cortés/ Helga de Alvear Museum
Luis Gordillo. Blancanieves y el Pollock feroz, 1996; Miguel Ángel Campano. Pórtico de los vocales, 1980; y Richard Long. Dense Stone Circle. Fotografía: Joaquín Cortés/ Helga de Alvear Museum