Los ‘cuatro Décimos’ de Alexanco se presentan en Pamplona
El Museo Universidad de Navarra da comienzo a la temporada con la inauguración de Treinta y nueve décimos, un homenaje expositivo a la obra de José Luis Alexanco (Madrid,1942-2021). En esta ocasión, el público podrá contemplar por primera vez, en la sala LaCaixa del centro, sus cuatro Décimos, el último de los cuales – Cuarto Décimo – se encontraba en proceso de creación cuando el artista falleció hace un año.
A la presentación, además de Valentín Vallhonrat y Rafael Levenfeld, directores artísticos del Museo y comisarios de la muestra, asistieron algunas personas pertenecientes al núcleo íntimo del autor. Sin ir más lejos, Nieves González, su viuda, y el músico José Tejera estuvieron presentes tanto en la visita guiada como en las intervenciones del artista Sergui Aguilar y la matemática Carpi Corrales, ambos amigos cercanos, que ofrecieron a los medios una reflexión personal acerca de la vida y obra de Alexanco.
Vallhonrat señaló que, tras el fallecimiento del artista, se planteó la cancelación de la iniciativa, insertada en el proyecto de residencia artística Tender Puentes del Museo, y que “el proyecto que él iba a hacer no lo vamos a conocer”. No obstante, pese al duelo, los seres queridos de Alexanco eran testigos de la ilusión, trabajo y estado en el que estaba la pieza y apoyaron su continuación. Así, el proyecto “pasó de contar con la presencia y palabra del artista a ser un proyecto curatorial con un espíritu coral”.
La muestra logra sintetizar no tanto las diversas etapas del autor como su ser artístico, que se articula en torno a los principales aspectos del proceso de trabajo del pintor entre 1964 y 2021. Los cuatro Décimos, formados por 39 piezas a lo largo de 48 años de trabajo, protagonizan el conjunto de creaciones – cinco dípticos, dos dibujos, un collage y siete pinturas – que sirven de obertura y facilitan el acercamiento a la larga trayectoria de Alexanco.
“Es una posibilidad poco usual: acercarnos la obra más reciente del artista para ir hacia atrás en el tiempo y acceder a su sabiduría y conocimiento, a la evolución de su lenguaje, a comprender la riqueza de los recursos a través de la observación, del encuentro con los detalles, a tener que movernos para poder ver las piezas en su totalidad”, remarcó Valentín Vallhonrat .
La exposición de las obras permanecerá abierta al público hasta el próximo 26 de marzo y pretende ofrecer al visitante una perspectiva de su proceso creativo, a través de la muestra de piezas que se encuentran en estadios de terminación diferentes, y que permiten entrever el modo de hacer del madrileño.
Esto último queda especialmente al descubierto en la obra magna del autor. “Los Décimos, piezas panorámicas de quince metros de ancho, nos obligan a caminar, a acercarnos y alejarnos. Nos invitan a pensar, sentir, ver, a ser activos y no espectadores pasivos”.
Si nos fijamos en ellos, veremos como para su realización Alexanco partía de una primera impresión que iba adquiriendo definición y líneas precisas a través de las distintas capas que se añadían en la composición. Recortes, tramas, dibujos, pintura…, capas que se acoplan hasta adquirir su aspecto final.
Por último, se incluye la pieza fílmica resumen de su obra, Percursum. Se trata de una gran una gran pieza fílmica y sonora con un guión propio de Alexanco, música de José Tejera; y movimiento, ritmo, narrativa, tiempos, música y voces de Dora Tisserand y Mai Aftah al Bouny . “En sí, es una obra total, una película que penetra en la obra de Alexanco. Sucede en el interior de su pintura, de su dibujo, de sus esculturas, e incluye movimiento, tiempo, ritmo y música. La música que está presente como una partitura en toda la obra de Alexanco. El ritmo y cadencia que marcan sus Décimos y que nos invitan a encontrar resonancias y ritmos internos, en Percursum se hacen visibles y audibles”, añadió Vallhonrat.
En definitiva, Treinta y nueve décimos “marca un proceso de trabajo a lo largo de los años, en la que contemplar una obra que, por inacabada, nos muestra la esencia de un proceso abierto, las tripas del trabajo del artista”, recoge su espíritu inquieto y su preferencia por el proceso frente al resultado. Alfonso Echevarne