Las musas y heroínas de Chechu Álava en el Museo Thyssen
La exposición monográfica de la pintora asturiana se incluye en la tercera entrega del programa Kora, donde el museo visibiliza el trabajo de una artista mujer en activo.
‘Rebeldes’ es la tercera muestra que el Museo Thyssen-Bornemisza presenta englobada dentro del programa Kora -nombrado según la mítica primera retratista- que propone una exposición anual en el museo madrileño desde la perspectiva de género.
Las dos primeras entregas, Patriarcado: Cristina Lucas / Eulàlia Valldosera en 2019 y Paloma Navares. Del jardín de la memoria en 2018, contaron con piezas más alejadas de las tradicionales Bellas Artes, como son la performance, el video arte o la instalación. En cambio, este año ha sido la pintura figurativa la que lleva el peso del discurso de reflexión feminista.
Tanto Guillermo Solana, director de la institución, como Rocío de la Villa, comisaria de la exposición y profesora de Estética y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid, han expresado su satisfacción por poder contar este año con una disciplina artística tan cercana al museo.
La mayoría de los lienzos retratan a mujeres célebres por su actividad intelectual y, en menor medida, a figuras míticas que encarnan otras facetas de la femineidad tradicional. En este repertorio nos podemos encontrar con Lee Miller, Hannah Arendt, Niki de Saint Phalle o Eva. El único hombre que se sitúa entre todas ellas, y que tiene una posición de honor en la sala -no exenta de crítica e ironía-, es Sigmund Freud.
A las 16 piezas que cuelgan en la sala balcón-mirador -que acoge durante el resto de la temporada otras exposiciones de pequeño formato- se suman otras 4 repartidas por el resto de las salas de la colección permanente. Allí, dialogan con obras como Atardecer de Edvard Munch, Fränzi ante una silla tallada de Ernst Kirchner o La Virgen de la aldea de Marc Chagall. La contraposición de las obras se basa en un tema o motivo común. Así Virgin Girl de Álava se cuelga al lado del lienzo de Chagall, o Frida fumando en rosa se enfrenta a Quappi con suéter rosa de Max Beckmann.
La técnica de Álava consiste en livianas veladuras y contornos difusos y se combina con las dimensiones generalmente reducidas de los lienzos. Según declaraba Guillermo Solana «su obra tiene que ver con no ser ostentoso, llamativo o con alzar la voz. Cuanta más contención se ve en sus lienzos más vigor adquieren. Hay una gran experimentación incluso en las más sencillas y pequeñas, una intensidad que supera al expresionismo más ruidoso».
El próximo día 27 de febrero se podrá asistir a un encuentro entre comisaria y artista en el auditorio del museo, donde discutirán acerca de la muestra. La exposición permanecerá abierta al público hasta el 29 de marzo.