La mirada crítica de Jorge Ribalta en la Fundación Mapfre
Hasta el 8 de mayo la sala Recoletos de la Fundación MAPFRE en Madrid exhibe Jorge Ribalta. Todo es verdad. Ficciones y documentos (1987-2020), exposición organizada junto al Museo Universidad de Navarra, que toma su título del célebre pero inacabado documental de Orson Welles It’s All True [Todo es verdad] (1941-1943), un trabajo que ha sido objeto de numerosos debates en las últimas décadas.
Esta retrospectiva de Jorge Ribalta (Barcelona, 1963) recoge el paso desde una fotografía ilusionista de escenificaciones iniciada en 1987 hasta su llegada a la fotografía documental, cuyo punto de partida tiene lugar en el año 2005 y que todavía sigue cultivando. El comisario Valentín Roma ha seleccionado 14 series, cuatro proyecciones y material documental, que ilustran el trabajo exhaustivo del fotógrafo barcelonés durante más de tres décadas.
Cronológicamente sus primeros trabajos de la segunda parte de los años 80 y década de los noventa reflejan la escenificación de miniaturas en su estudio, en las que Ribalta reflexiona críticamente sobre la representación y con ecos a la historia de la fotografía. Se alternan rostros, paisajes como alguno de la serie Ártico (1991-1996), en la que ya tiende a una lógica seriada. Posteriormente tras una visita al Art Institute de Chicago comenzó a trabajar en otras series como Habitaciones (1994-1996) y Pacífico (1996), y más tarde empezó a utilizar diapositivas en color de 35 mm para fotografiar las puestas en escena y filmarlas posteriormente con una cámara de Super 8 mm, lo que le permite crear un efecto de movimiento y del paso del tiempo en las imágenes fijas.
Las últimas escenificaciones las realizó entre 1999 y 2004, dado que por el tipo de cámara que usa Ribalta le permitía acercarse mucho al objeto y eso confería verosimilitud al objeto con un toque ambiguo. En esos mismos años surgió la serie La Dalia Blanca (1999-2002), en color, en la que criticaba el cambio de fisionomía urbanística en el Barrio Chino de Barcelona. Y también unos ‘antirretratos’ de celebridades de los medios de comunicación, realizados con figuras en miniatura, también con gran autocrítica.
Desde 2005 a 2020, Ribalta desarrollo un proyecto para fotografiar las transformaciones urbanas de su ciudad natal, a partir del Fórum Universal de las Culturas de 2004, que él considera como el final simbólico del periodo que se abrió con el Plan Cerdà de 1860 y que culminó, tras un siglo y medio, con el reconocido «modelo Barcelona» en la década de 1990. Ahí podemos ver imágenes de proyectos como Trabajo anónimo (2005); Sur l’herbe (2005-2008); y Futurismo (iniciada en 2005 y aún en curso). Estos tres grupos se complementan con Litoral (2009), sobre el entorno del aeropuerto del Prat, y 1888 (2012-2013), que ilustra los restos de la Exposición Universal de Barcelona de 1888 y sus usos actuales.
Dentro de los proyectos a los que fue invitado a participar destaca Trabajos de campo (2007-2020) en el que fotografió Tarragona en el contexto de Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Más tarde fijó su foco en Laooconte salvaje (2010-2011) y en Scrambling (2011) realizado en la Alhambra de Granada con todo lo que rodea a ese monumento como maquinaria cultural.
En Tragicomedias documentales (2009-2020) Ribalta aborda como curator la investigación histórica para adoptar un nuevo punto de vista del papel de la fotografía en el arte moderno, desde la trilogía que conforman las series Imperio, sobre la abdicación y retiro de Carlos V; Renacimiento. Escenas de reconversión industrial en la cuenca minera de Nord-Pas-de-Calais (2014), en la región de Hauts-de-France; y Faute d’argent (2016-2020), que se presenta por primera vez en esta exposición. Una mirada crítica y autocrítica a la representación y a los recovecos de la cultura urbana.