La Galería de las Colecciones Reales expone el Bernini que se iba a subastar en Barcelona
Patrimonio Nacional muestra desde hoy en la Sala de los Austrias de la Galería la escultura del Río Ganges de Gian Lorenzo Bernini, integrada en la maqueta de La Fuente de los cuatro ríos. Ha decidido exponerla «tras ganar la sentencia Bernini», el juicio que siguió a la aparición de la pieza en una subasta de Barcelona.
Según Virginia Albarrán, conservadora responsable de la colección de escultura de Patrimonio Nacional, la figura “es una muestra excepcional del trabajo de Bernini, que vemos en la potencia anatómica de la figura, su elegante movimiento y la extraordinaria expresividad del rostro. Iconográficamente, el Ganges portaba un remo que simbolizaba la navegabilidad del río, del cual solo se ha conservado la parte superior”.
Por su parte, Isabel Delgado, restauradora del Taller de Metales, la pieza ha logrado encajar a la perfección en la base de la fuente. Previamente, y aunque el bronce estaba en buen estado de conservación, se realizó una limpieza superficial y se retiraron algunos añadidos modernos, como una base de madera que distorsionaba su diseño original.
“Esta figura encaja perfectamente en su asentamiento dentro de la fuente y la hemos colocado de manera definitiva”. Para unirla a la base del conjunto, los técnicos han ideado un complejo mecanismo con anclajes sobre las mismas pletinas originales con las que Bernini ensambló, en el siglo XVII, las diversas piezas que componen este boceto del original que hoy se conserva en la Plaza Navona de Roma.
Al contemplar la fuente con el Ganges, Delgado reconoce: “Llevo 30 años viendo esta obra y ha sido al colocar la nueva figura cuando le encuentro el sentido y entiendo lo que quería transmitir Bernini con ella”.
Como hemos contado repetidamente en ARS Magazine, la escultura fue localizada en 2021 dentro de un lote que iba a salir a subasta. Estaba catalogada erróneamente con el nombre de Vulcano y se atribuía a la escuela florentina. El proceso de análisis e investigación documental llevado a cabo a continuación por los restauradores y conservadores de la institución validó la autenticidad de la pieza; también su pertenencia histórica a las Colecciones Reales.
La primera mención de esta obra data de 1668, cuando Cosme de Médici, durante un viaje a España, la describe como pieza del despacho de Felipe IV, en la Galería del Cierzo del antiguo Alcázar de Madrid. Se sabe que el incendio de 1734 afectó a la escultura, aunque se desconoce el alcance exacto de los daños.
Después, los inventarios recogen que estuvo en Aranjuez y en la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid. En algún momento comprendido entre finales del siglo XIX y mediados del XX –según los responsables de Patrimonio– desaparecieron sus figuras alegóricas. La reaparición del Ganges en Francia, y su posterior adquisición por parte de una coleccionista de Barcelona, quizá sirva de precedente para localizar el Nilo, el Danubio y el Río de la Plata, esculturas que también desaparecieron del conjunto original.