La catedral de Sevilla recupera su Artemisia

La catedral de Sevilla recupera su Artemisia

Durante 2022 y coincidiendo con el 400 aniversario de su ejecución, el cabildo de la catedral metropolitana de Sevilla encargó la restauración de la María Magdalena como melancolía, atribuida hasta entonces a la artista italiana Artemisia Gentileschi.

Los trabajos, realizados en los talleres del Museo del Prado por Almudena Sánchez, duraron dos meses y permitieron recuperar el aspecto original de la obra tal y como fue concebida, pues la composición había sido alterada en fecha desconocida para añadir elementos ajenos a la original.

La obra de Artemisia Gentileschi (1593 – 1653), heredera de la trayectoria estilística de Caravaggio y de su padre Orazio, se ha puesto en valor cuatro siglos después, convirtiéndose en un modelo en contra de las injusticias sufridas a causa de las vejaciones de las que fue objeto en el taller paterno.

Nacida en Roma el 8 de julio de 1593, a muy temprana edad comenzó como aprendiz en el obrador familiar. Sin embargo, su carrera la llevó a Nápoles, entonces territorio español, donde recibió encargos de don Fernando Afán de Ribera y Téllez-Girón (1583-1637), III duque de Alcalá de los Gazules, virrey de Nápoles.

La exposición que dedica a la artista el Museo Jacquemart-André de París, y que se inaugura mañana, confirma tras las dudas de su restauración, que estamos ante la pintura original, procedente de la Casa de Pilatos (residencia del virrey de Nápoles, quien habría hecho el encargo a la pintora).

Tras la muerte del también duque de Alcalá, su patrimonio se dispersó y una parte de él acabó en la catedral de Sevilla, donde también se conserva hoy la Magdalena.

Artemisia Gentileschi. Magdalena Penitente (después de restaurar). Hacia 1625. Óleo sobre lienzo. Catedral de Sevilla.
Radiografía de la Magdalena Penitente de la catedral de Sevilla.

Por lo demás, la restauración confirmó la calidad de la pintura, que está magníficamente conservada. Se pudo eliminar el repinte antiguo –un falso chal de gasa realizado sin duda con fines morales– que ocultaba el pecho y parte del hombro de la santa; y se volvieron a constatar en la radiografía la gran cantidad de arrepentimientos en la traza original, algo que confirma la originalidad de la obra. Sin embargo, los análisis que se hicieron también descubrieron la presencia de blanco de plomo, que hizo sospechar a algunos expertos.

Nadie dudaba de que la versión conservada en el Museo Soumaya de México era una copia, pero la aparición en el mercado parisino de una nueva versión de la Magdalena, de evidente calidad, hizo volver a pensar que la obra sevillana podría no ser la que encargó el duque de Alcalá, sino una copia española posterior. La nueva versión parisina fue adquirida en subasta por 180.000 euros por Adam Williams Fine Arts quien, tras su restauración, la vendió al Kimbell Art Museum de Fort Worth (Texas, Estados Unidos) por una cantidad que aún no se ha hecho pública.

Sin embargo, la muestra que se inaugura mañana en el Jacquemart-André de París ha permitido nuevos estudios que, según la ficha de Patrizia Cavazzini, permiten asegurar que la versión sevillana es la que encargó el duque de Alcalá a Artemisia Gentileschi. Toda una recuperación gracias a la restauración del Prado, y a los estudios científicos que han llevado a cabo los expertos italianos.

Seguidor de Artemisia Gentileschi. Magdalena penitente. Museo Soumaya.
Atribuido a Artemisia Gentileschi. María Magdalena Penitente. 1625-1626. Óleo sobre lienzo. 108,8 x 93 cm. Kimbell Art Museum.