Un pequeño dibujo de Basquiat en Durán

Realizado en Nueva York en 1985, saldrá a pujas el 24 de noviembre por 30.000 euros


 

En el mercado del arte actual, decir Basquiat es sinónimo de dinero, de mucho dinero. La obra del afroamericano Jean-Michel Basquiat, muerto con apenas 28 años (1960-1988), es sin duda una de las que ha experimentado una revalorización más increíble en los últimos años. Sirva de ejemplo, su All Colored Cast II, 1982 (152,5 x 152,5 cm), adjudicado en Christie’s Nueva York en mayo del año 2000 por 446,000 USD (ver), que se vende actualmente de forma privada por algo más de 24 millones de dólares…

Más allá de su discutida calidad artística, de su relación con Warhol, Haring y el resto del no stablisment artístico americano y, tras una vida de excesos consumida rápidamente, Basquiat  dejó su bonito cadáver, mimético casi al de James Dean (aunque fuera Bogie en 1949 el que enumerara esas famosas notas en Llamad a cualquier puerta). Hace apenas unos días, el nueve de noviembre pasado para ser exactos, The Guilt of Gold Teeth, 1982 (Tm/L, 240 x 421,3 cm; ver) se adjudicaba en Christie’s Nueva York por cuarenta millones de dólares; un mes antes, Untitled (Red Warrior), 1982 (195,6 x 198 cm; ver) se vendía en Sotheby’s Hong Kong por casi 21 millones de dólares, algo más 18,5 millones de euros). Podríamos seguir poniendo ejemplos, pero creo que no es necesario.

Por eso el sencillo Soda Can Truck de apenas 19,6 x 24,6 cm (lote 211), un sencillo dibujo realizado con tinta y lápiz sobre cartulina por Basquiat en 1985, y que se ofrece en Durán por 30.000 euros, puede ser especialmente interesante.

Bueno, realmente lo interesante es el triple salto mortal de material reciclado. Me explico. Sadrak, un niño haitiano, juega con un camión hecho a base de latas de refresco, cortadas y montadas probablemente por él mismo. Alguien le hace una foto, al camión, junto a sus descalzos pies negros; esa foto comienza un nuevo viaje, como fotografía postal, enviada por el Dr. Ollé (que trabajaba en Haití para la Asociación para el control de la Tuberculosis en el Tercer Mundo), a sus amigos, los artistas Antoni Miralda y su esposa Montse Guillén, que tienen un restaurante en Nueva York: El Internacional, donde queda expuesta la postal. Vista por el propio Basquiat, regresa a sus raíces haitianas, interpreta el camión y lo traduce en el sencillo dibujo que sale ahora a pujas. También ahora el dibujo traspasa las fronteras y puede llegar a territorios y coleccionistas, presumiblemente americanos, online, como lo hizo en su momento de forma física. Veremos qué vía tiene más éxito…

Muy por debajo, me temo, de este singular lote, menciono tres de maestros antiguos que también deberían tener interesados internacionales. En primer lugar, una Fiesta campesina (O/L, 86,5 x 138 cm; lote 14), de gran tamaño y variadas actitudes, de Joost Cornelisz Droochsloot; saldrá a pujas por 18.000 euros. Más paisajística y luminosa, en 1655 firma Adam Willaerts una Marina con paisaje holandés (O/L, 59,5 x 76,5 cm; lote 13); no sería extraño que los 15.000 euros de inicio pronto quedaran superados. Y el retrato de María Leszczynska (O/L, 72,5 x 60,5 cm; 17), del círculo de Jean-Marc Nattiet, por 15.000 euros.

Por último, para los lectores que hayan llegado hasta aquí, señalo dos oportunidades: los dos lienzos del mexicano Bosco Sodi, Sin título, 2006 (Tm/L, 60 x 60 cm; lotes 186 y 187), expuestos en la galería Arte Espacio 21, de Madrid, que se ofrecen por apenas 2.000 euros cada uno, aunque subirán unas cuantas pujas… Daniel Díaz @Invertirenarte

Jean-Michel Basquiat, Soda Can Truck, 1985
Adam Willaerts, Marina con paisaje holandes, 1655
Bosco Sodi, Sin título, 2006