Calles y sueños. 2005 Carpeta de diez serigrafías «Federico en Nueva York» 78×63 cm
FUENDETODOS ACOGE LOS GRABADOS DE EDUARDO NARANJO EN DIÁLOGO CON GOYA
Con motivo del 271 aniversario del nacimiento del célebre pintor aragonés se expone una retrospectiva de Eduardo Naranjo en la Sala Zuloaga de Fuendetodos que linda con la casa natal del autor de Los Disparates. Paralelamente el Museo del Grabado de la localidad exhibe otras de sus estampas en relación con La Tauromaquia de Goya con motivo del bicentenario de la primera edición de esta serie (Madrid 1816).
Naranjo (Badajoz, 1944) es un profundo admirador de la obra goyesca. Siguiendo sus pasos ha desarrollado el arte del grabado hasta convertirse en uno de los artistas españoles vivos más prestigiosos, y un gran representante del realismo mágico español. El pasado jueves tuvo lugar la presentación de algunas de sus estampas, en diálogo con las 33 pertenecientes a la serie de La Tauromaquia de Goya, organizada por el Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza.
A través de esta muestra se recorre su vida como grabador desde sus primeras calcografías que hizo con 18 años hasta la más reciente. En su evolución, Naranjo ha explorado estilos, técnicas y temas diversos y complejos. Sus estampas permanecen solidarias de su pintura desarrollando así la tradicional faceta del pintor-grabador inexcusable tanto en Naranjo como en Goya.
Son un total de 51 estampas (incluyendo las de la Tauromaquia, expuestas en el Museo del Grabado de Goya), tanto sueltas como formando series, de los más variados formatos y técnicas: aguafuerte, aguatinta, manera negra, punta seca, litografía, serigrafía, fotopolímero… Entre las series destacan: La Creación (1983-1985), Poeta en Nueva York (1987-1991), Federico en Nueva York (2005) y por último Tauromaquia (2008) conformada por diez grabados realizados con la técnica del fotopolímero y la punta seca.
En toda su obra se advierten los guiños a su ídolo, pero esta influencia se nota especialmente en su primera etapa con Los desastres de la guerra (1967), y en la última con El entierro de la Sardina. Naranjo nos trasmite por medio de sus estampas su potencia creativa convertida en emoción y nos atrapa como si fuera música mágica. Para Naranjo esta oportunidad de exponer con su artista favorito es de lo más emocionante que ha ocurrido en su trayectoria.
Abierta hasta el 11 de junio. Ana Robledano Soldevilla