Francisco Bayeu y Honorato Lozano, los triunfadores en Abalarte
Sólo sus remates suman casi 150.000 euros, en unas jornadas donde destacaron las buenas ventas de pintura antigua
Abalarte terminó llevándose el gato al agua.
Y lo escribo pensando en dos cuestiones. La primera, relacionada con la importante tabla de Francisco Bayeu, Virgen con Niño, c. 1782-1785 (O/T, 116 x 78 cm; lote 1131) de la que hablamos en nuestro artículo de previos (ver) y que salía a la venta por 65.000 euros, con marco de época en madera tallada y dorada. Pieza de calidad, sobre una tabla de buen tamaño, y un dibujo especialmente cuidado, estuvo en la colección del infante don Luis, en Arenas de San Pedro; y más recientemente fue expuesta en la muestra Francisco Bayeu, de Ibercaja-Museo Camón Aznar (Zaragoza, 1996, nº 46; en el catálogo, pág. 198 y repr. pág. 199). No fue extraño, a verdad, que hubiera dos coleccionistas interesados en hacerse con semejante pieza; el primero ofreció la salida, siendo superado por el segundo, al que se le adjudicó por 70.000 euros, a mucha distancia de los pretendidos 200.000 euros en octubre de 2010, en Fernando Durán, al poco tiempo además de comenzar la crisis. Y es que, para obtener buenas ventas, es muy importante ajustar correctamente los precios de salida…
La cita con la pintura antigua, el fuerte de Abalarte, se saldó con varias ventas relativamente importantes. La más destacada fue la esperada subida, de 18.000 a 30.000 euros, de la tabla firmada con monograma de Philips Wouwerman, Fiesta de los cazadores al regreso de la caza cerca de una fuente (49 x de 64 cm; 196), de la colección del Duque de Tamames. También fue interesante la lucha por hacerse con el lienzo de un seguidor de Canaletto, Venecia, una vista del Bacino de san Marco con el regreso del Bucintoro al Molo (O/L, 54,5 x 89 cm; 1050), donde probablemente influyó su relativo parecido al de la colección Robert Walpole, y de 12.000 subió a 25.000 euros.
Menos interés despertaron tres piezas, que se adjudicaron por sus respectivos precios de salida: por 20.000 euros, San Sebastián (O/L, 117 x 90 cm; 130), atribuido a Luca Giordano; por 15.000 euros, Diana y Acteón (O/L, 66 x 81 cm; 1123), atribuido a Francesco Albani con intervención de taller; y por 14.000 euros, Santa Lucía y santa Apolonia (O/L, 110 x 138 cm; 106), del círculo de Cornelio Schut. No todo iba a acabar bien, y el desencanto apareció en las pujas por el Retrato de don Pedro de Alcántara Álvarez de Toledo y Gonzaga (Madrid, 1765-1824), XV Conde de Miranda de Castañar y X Duque de Peñaranda de Duero) (O/L, 210 x 130 cm; lote 255) del valenciano Agustín Esteve (1753-1820); firmado y fechado en 1817, y procedente también de la colección del Duque de Tamames, fue ofrecido por 60.000 euros pero no encontró comprador, probablemente dado su estado de conservación.
La segunda de las cuestiones, de las que hablábamos al inicio, se refiere a la pintura filipina. Y es sencilla: Abalarte ha conseguido una especial visibilidad primero, y eficacia en ventas después, a la hora de atraer y vender pintura filipina. Y eso suele ser sinónimo de alegría en las pujas e importantes subidas. Lo demostró una vez más, esta vez con un pequeño conjunto de seis acuarelas costumbristas de José Honorato Lozano, del que ya había vendido por nada menos que 400.000 euros un Album filipino de su mano. La cuestión ahora no era tanto si se venderían bien las acuarelas, que todos dábamos por hecho, sino por qué cantidad. Pues bien, ofrecida cada una por 3.000 euros, 18.000 euros en total, una de ellas en mal estado de conservación se adjudicó por 3.500 euros, pero el resto subió hasta los 13.000, 14.000 y 15.000 euros, consiguiendo un total de 71.500 euros (ver). A saber: Recogida del plátano (1008), por 14.000 euros, Mestizas ricas (1009) por 13.000, Vista del pueblo de Binondo (1010) por15.000, Yndios de Mariquina (1011), por 3.500, Un chino bendiciendo chanchao (1012) por 13.000, y Una mestiza y un mestizo (1013), por otros 13.000 euros. Gran venta.
Por último, sobresalió también la venta, por los 20.000 euros pedidos, del lienzo Trouville, la hora del baño (43 x 109 cm; 1099), atribuido a Eugène Boudin, la subida de 20.000 a 30.000 euros del Pantocrátor (pintura al fresco a la cal trasladada a lienzo, 230 x 140 cm; 1036), de Escuela castellana del siglo XII y, por supuesto, la del papel de Esteban Vicente, Sin título (24 x 29,5 cm; 63), una técnica mixta a base de tintas, collage y papel sobre cartón, con etiqueta al dorso de la galería Elvira González de Madrid, que pasó de unos claramente escasos 4.000 euros a unos mucho más acordes con el mercado actual 20.000 euros; subida que, aunque esperada, fue magnífica.
La suma de lo citado supera los trescientos mil euros, a los que habría que sumar la comisión de la sala y los impuestos… Un buen inicio de temporada. Daniel Díaz @Invertirenarte