El siglo XIX en Abalarte
Los lienzos de Antonio María Esquivel, Juan Luna y Darío Regoyos, lo más destacado en la cita de los días 17 y 18 de mayo
Hablar en términos genéricos del siglo XIX es complicado, y en el mundo del arte también, pues no tiene nada que ver lo que se pintaba en los inicios con lo del final del convulso siglo, que terminó poniendo las bases para el gran cambio producido en el siglo XX. Pero la realidad es que Abalarte ofrece tres óleos interesantes de ese período.
El más temprano es el pintado por el sevillano Antonio María Esquivel, Joven sentada en un jardín (O/L, 185 x 110 cm; lote 212). Al decir del catálogo, se trata de una “nueva aportación importantísima” a su producción. La temática, una muchacha con la parte superior del vestido a medio quitar, con las piernas cruzadas como si fuera a quitarse también los zapatos, ha sugerido la conexión con el del Meadows de Dallas, Una joven quitándose la liga, 1842 (O/L, 133,4 x 108,3 cm; ver), de medidas muy similares. Su precio de inicio, 20.000 euros.
Dando un salto importante en el tiempo, y con un tono ya muy diferente, se encuentra el lienzo pintado por Darío de Regoyos el día 24 o 25 de noviembre de 1889: Paisaje con chumberas (O/L, 32 x 46,5 cm; 107). Esa exactitud se debe al segundo viaje que realizó con Emile Verhaeren (1855-1916), esta vez por Francia e Italia; el día 23 llegaron a Florencia, desde donde el belga por motivos familiares regresó a Bruselas, y Regoyos continuó a Pisa, donde pintó este lienzo que tituló al dorso a lápiz; obra inédita, se pueden apreciar las siluetas de la cúpula de la catedral romanesca y la de la torre inclinada. Singular visión en la producción de Regoyos, se ofrece por 30.000 euros.
Apenas unos años más tarde, hacia 1893/4, debió pintar el filipino Juan Luna su Paisaje del norte (O/L, 31 x 19,5 cm; 1019), que sale a pujas desde los 18.000 euros. Antes de su regreso a Filipinas, Luna pasa en 1893 un tiempo en Portugalete (Vizcaya), compartiendo estudio con sus amigos Blas y Juan Antonio Benlliure; no es extraño, sugiere el catálogo, que el lienzo que se ofrece fuera pintado en Asturias puesto que fue invitado, junto a Juan Antonio Benlliure y Joaquín Sorolla, a pintar a la conocida colonia artística de Muros del Nalón, que había sido fundada años antes por Casto Plasencia. Más allá del elemento regionalista, no deja de ser una obra del buscado pintor filipino así que no sería extraño que subiera unas pocas pujas, enviadas desde el puerto de Hong Kong o la propia Filipinas.
Antes de terminar este apartado, no se pierdan dos pequeñas tablas: de Ignacio León y Escosura, En la tienda de aves exóticas (O/T, 46 x 37 cm; 1103), por 4.000 euros, y de Luis Jiménez Aranda, Galanteo en el parque, 1881 (O/T, 49 x 61 cm; 253), firmada en París, por la que se piden 1.500 euros.
Si retrocedemos al siglo XVIII, aunque sea obra un tanto menor, recomiendo el lienzo atribuido al valenciano Benito Espinós: Bodegón de flores con libro de Palomino (O/L, 73 x 92 cm; 219), que sigue la composición del que perteneció a Isabel II fechado en 1842, y que deberá comenzar las pujas por 5.500 euros.
En los maestros antiguos, me parece especialmente la curiosa obra que la sala atribuye a Juan Rodríguez de Solís. Se trata de una tabla con el Nacimiento de Jesús (óleo y temple sobre tabla, 142 x 85 cm; 230), con un dibujo subyacente apenas coloreado. Con informe de Isabel Mateo, donde señala analogías con el pintor del tríptico de la colegiata de san Isidoro de León, y lo relaciona -parece que la sala ya, no la especialista- con los singulares e inéditos y muy similares lienzos del Museo del Prado, de La Virgen anunciada (ver) y san Gabriel (ver); el museo, Pilar Silva, concluye con que «es muy probable que se deban a un pintor castellano, que trabaja en las dos últimas décadas del siglo XV y que en alguna medida está próximo a Pedro Berruguete«. Su salida, 50.000 euros.
Por último, será interesante ver qué sucede con las nuevas salidas, especialmente las atribuidas a Federico de Madrazo, cuya Anunciación (O/L, 245 x 152 cm; 1244) se ofrece por 22.500 euros -a cierta distancia de los 50.000 pedidos en diciembre de 2021 (ver), y a Bartolomeo Gennari, cuyo Estudio del escultor: el escultor tocando el rostro de su modelo y acabando el busto, detrás de él un mercader oriental (?) y un «bravo» quizá como intermediario en la venta (O/L, 122 x 170 cm; 1080), sale por 25.000 euros, bastante lejos ya de los 70.000 pedidos en mayo de 2021 (ver). Daniel Díaz @Invertirenarte