El Estado compra por 186.000 euros los cobres de Magón en Fernando Durán
La celebrada y esperada compra fue lo más destacado de la cita de los días 3 y 4 de noviembre junto a los 68.000 euros ofrecidos por la Columna móvil de Sempere
Tal oportunidad no se podía dejar escapar. Las diecisiete pinturas al óleo sobre cobre, firmadas todas ellas, sobre la vida de la Virgen, de 48 x 35 cm unos y de 45 x 36 cm otros, con sus respectivos marcos originales a base de madera vista con remates en plata en ángulos y centro y una venera en la parte superior central, del pintor poblano José Joaquín Magón, formaban un conjunto verdaderamente espléndido, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver). Y el Estado actuó con eficacia, comprando los tres lotes en que se había dividido la serie (ver).
El primero (603) formado por cinco con la Inmaculada Concepción, Natividad de la Virgen, su Presentación en el templo, Desposorios con san José y Anunciación, subió de 35.000 euros a 42.500 euros. El segundo (604), por seis con la Adoración de los pastores, Adoración de los Reyes, Purificación de la Virgen, Circuncisión del Niño, Huida a Egipto y, fuera de orden, Coronación de la Virgen, pasó de 45.000 a 55.000 euros, lo mismo que el tercero (605), compuesto por otros seis con la Vuelta de Egipto, Sagrada parentela, Jesús entre los doctores, Pentecostés, Dormición de la Virgen y Asunción.
La suma final de los remates es de 152.500 euros, que sumada la comisión de la sala y los impuestos, 33.550 euros del 22%), deja un montante de 186.050 euros (a casi 11.000 euros cada cobre). Enhorabuena a la sala por la oferta y venta, y al estado por hacer ese esfuerzo. Lo que queda aún en el aire es la posterior ubicación de la compra; hay quienes se inclinan por el Museo de América, otros por el Prado, y la gran mayoría no se define, y quedamos expectantes a ver en qué acaba todo.
Ya que estamos en la pintura antigua, mencionemos la subida del Tríptico de la Sagrada Familia con donantes (O/T, 123 x 180 cm; 575), de Escuela flamenca del siglo XVI, de 12.000 a 27.500 euros, y la de los dos cuadros firmados del francés Jean-Baptiste Pillement, Escena de naufragio y Escena con río escarpado (O/L, 46 x 68 cm; 752); ofrecidos por apenas 15.000 euros subieron a 22.500 euros, lejos aún de los 27.654 euros y de los 31.328 euros pagados en esta misma sala por ambos allá por diciembre de 1992…
Del XIX, el lienzo de Genaro Pérez Villaamil, Interior de iglesia con personas recibiendo la comunión (O/L, 75 x 62 cm; 666), se adjudicó por los 8.500 pedidos. Del santanderino Rogelio de Egusquiza, La carta (O/T, 52,5 x 72,5 cm; 760), subió de 12.000 a 17.000 euros. Como anécdota que cierre el capítulo, mencionemos que de un copista antiguo del Museo del Prado llamado Teobaldo Simón, su copia de Perseo y Andrómeda de Rubens (O/L, 260 x 170 cm; 668), se disparó de 1.000 a nada menos que 8.500 euros. Y pocas ventas más en lo que se refiere a los maestros antiguos y del siglo XIX.
La otra gran compra de la cita pertenecía ya a la sección de arte moderno y contemporáneo, subastada el día 3. Como escribimos en el subtítulo, brilló con luz propia la pieza única en acero cromado, una escultura colgante y móvil de Eusebio Sempere, Columna, 1974 (87). Se ofrecía por 68.000 euros, muy por encima de los precios habituales que estamos acostumbrados a ver en piezas originales pero menores, como las Rejas, pero en ese precio de 68.000 euros se adjudicó al único coleccionista que se interesó realmente por ella. De esta manera, pulveriza su mejor venta y establece un nuevo récord en su cotización, que no será fácil superar, todo sea dicho.
En el apartado más contemporáneo, sobresalió la subida de 14.000 a 22.500 euros del lienzo adherido a tabla con óleo, vinílico y pigmentos de Juan Uslé, Caperucita escondida, 2009 (55,4 x 40,5 cm; 95), que muestra bien a las claras que la demanda de este tipo de piezas –aunque fuese la portada del catálogo- ha vuelto y está subiendo… Y la venta, por los 10.000 euros pedidos, del alabastro de Elena Asins, Albiko Trihukarri, 2005 (de 33 x 30 x 30 cm; 78).
Es de justicia, en este sentido, reconocer el nuevo récord de venta de NFT en nuestro país: se trata de Divino Tesoro, 2018 (ver y 131), del joven artista zaragozano Jaime Sanjuán. La obra, que se entrega en hard wallet «Ledger S nano», fue ganadora del American Ilustration New York Edición 38 y estuvo expuesta en la Fundación Bantierra (Huesca), en la galería La ley de Snell (Jaime Sanjuán. Ícaro, Madrid 2018) y en Hybrid Art Fair 2018; y se acompaña de su referente material en pintura digital realizada en IPAD, impresa en VITRA (110 x 155 cm, con certificado holográfico firmado por el artista). Ofrecida por 8.500 euros subió hasta los finales 16.000 euros. De su mano se ofrecía también El consejero, 2018 (en condiciones similares, ver), por 8.500 euros, y se vendió en postventa a primera hora del día siguiente.
En el apartado internacional, cito tres remates: los 10.000 euros de Bergphilosophin 1, 2005 (acrílico, rotulador y collage de papeles de seda de colores sobre tela, 150 x 181 cm; 123) de la coreana Soo-Kyoung Seo; la subida de 8.500 a 9.000 euros de la Cabeza de hombre mexicano (O/L, 79,2 x 49,2 cm; 32D), de Oswaldo Guayasamín; y los 6.000 euros por Tajewma przestrzen, 1976 (A/L, 41,3 x 33 cm; 99), del polaco Jan Dobkowski.
En el apartado moderno destacó, como se esperaba, la venta del trabajado dibujo a base de carboncillo y lápices de colores del madrileño José Gutiérrez Solana, Máscaras de los cencerros (43 x 37 cm; 54), por los 24.000 euros pedidos. El relieve sobre bronce, pieza única, de Cristino Mallo, Escena de construcción, c. 1950 (54,3 x 153,3 x 3,5 cm; 56), pasó de 18.000 a 20.000 euros, y pasa a ser también, si los datos no me fallan, su obra mejor vendida hasta el momento. Finalmente, se ofrecieron nada menos que 15.000 euros por el gouache sobre papel litográfico Miró y Cataluña, 1970 (26,3 x 25,3 cm; 74), de Joan Miró.
En una línea más clasicista, de la segunda escuela de París para ser precisos. El Paysage du Midi, 1929 (O/L, 73 x 92 cm; 42), de Francisco Bores, se adjudicó por los 10.500 euros; buena noticia, aunque su más desarrollado, pero proporcionalmente más caro, Pique-nique sus les arbres, 1929 (O/L, 73 x 92 cm; 47), que se ofrecía por 20.000 euros no encontró comprador. Finalmente, Femme (mujer con bandeja), 1928 (O/L, 80,8 x 100 cm; 52), de Hernando Viñes fue comprado por el Reina Sofía para su colección… Daniel Díaz @Invertirenarte