Dúo de ases: El Arte Pop y el Guggenheim
En las colecciones y exposiciones que se han organizado, tanto en el Solomon R. Guggenheim de Nueva York como en el Guggenheim Bilbao, el Arte Pop ha tenido una gran relevancia por las obras reunidas en ambas colecciones como por las exposiciones organizadas en torno a este movimiento artístico y algunas retrospectivas o individuales en torno a las figuras dominantes del movimiento como Warhol, Rauschenberg, Oldenburg, Lichtenstein o Rosenquist. Ahora el Guggenheim Bilbao presenta, con el patrocinio de BBK, Signos y objetos. Arte Pop de la Colección Guggenheim, que reunirá desde mañana y hasta el 15 de septiembre alrededor de 40 piezas clave de 17 artistas y de otros a los que han influido con posterioridad y que forman parte de lo atesorado por el universo Guggenheim.
Comisariada por Lauren Hinkson y Joan Young, curators del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York- que estuvieron acompañadas por Juan Ignacio Vidarte, director del Museo Guggenheim Bilbao, y de Gorka Martínez, director general de BBK-, el recorrido es un paseo fascinante por un arte, inspirado en la cultura popular pero a su vez muy crítico con la misma y con las formas de consumo a partir de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo en la sociedad estadounidense. Junto a los artistas centrales de este movimiento artístico, cuyo nombre fue acuñado por el crítico y comisario Lawrence Alloway en 1958. Tuvo su origen en Inglaterra y estuvo caracterizado por su libertad creadora respecto al arte más solemne de los expresionistas abstractos que fueron los representantes de la generación anterior. Además se han añadido otras piezas de artistas latinoamericanos, ingleses, franceses, griegos o italianos, influidos por los iconos del Arte Pop.
El Museo Guggenheim Bilbao ha tenido como el museo neoyorquino un estrecho vínculo con muchos de los artistas representados en Signos y objetos. Arte Pop de la Colección Guggenheim. Desde su apertura en 1997 se han organizado en el edificio de Frank Gehry retrospectivas de Robert Rauschenberg (1998-1999); James Rosenquist (2004), dos muestras de Andy Warhol, A Factory (1999-2000) y Sombras(2016); Los años sesenta de Claes Oldemburg (2012-2013); una dedicada al Arte Pop (2004-2005) y la presencia de Sigmar Polke en El Resurgimiento de la pintura: los años ochenta (2000), lo que revela la presencia constante de la propuesta expositiva del Guggenheim Bilbao. En la actual muestra además de todos estos creadores se unen otros tan potentes como Roy Lichtenstein, Jim Dine, Richard Hamilton. Chryssa, Josephine Meckseper, Douglas Gordon, Niki de Saint Phalle, Miguel Ángel Cárdenas, José Dávila, Lucía Hierro, Maurizio Cattelan, Mimmo Rotella y Coosje van Bruggen, pareja de Oldenburg y cocreadora de una obra emblemática que ya se pudo contemplar en la apertura del Museo Guggenheim Bilbao en 1997.
El título de la exposición parte del impulsor del movimiento, Lawrence Alloway, quien comisarió una exposición en 1963 para el Solomon R.Guggenheim Museum: Seis pintores y un objeto, aunque su primera idea fue llamarla Signos y objetos como ahora, 60 años después, la ha titulado el Guggenheim de Bilbao.
En la selección de obras están casi todas las características que definen a un movimiento tan relevante como el Arte Pop en la segunda mitad del siglo XX y hasta las primeras décadas del siglo XXI: la influencia de la publicidad, el cine, el cómic, los escaparates y el diseño, todo ello como imaginario de la cultura popular. Una serie de composiciones en las que predomina el ingenio, la ironía y sobre todo una gran libertad a la hora de conferir una nueva mirada a aspectos de la cultura popular.
Dentro del apartado de los Signos encontramos ejemplos de cómo determinados artistas fueron abordando temas que eran considerados vulgares y acercándonos a objetivos más livianos. Un caso curioso lo constituye el británico Richard Hamilton (Londres, 1922- Oxford, 2011), considerado uno de los pioneros del pop británico, del que se puede admirar en la exposición de Bilbao, El Solomon R.Guggenheim (Blanco y negro), una pieza en relieve con fibra de vidrio y celulosa, inspirado en una tarjeta postal del edificio diseñado por Frank Lloyd Wright en la Quinta Avenida de Nueva York. En esa pieza ya está la repetición y reproducción de imágenes seriadas que es otro elemento diferenciador del Arte Pop.
A Roy Lichtenstein (Nueva York, 1923-1997) le gustaba pintar al óleo para ir recreando aspectos de la vida cotidiana, influido por el cómic y las imágenes ilustradas de los periódicos como denota su lienzo de 1965, Grrrrrrrrrr!!, que representa a un lobo con ese efecto del cómic y del cartelismo, algo que enlaza con James Rosenquist (Grand Forks, Dakota del Norte, 1933- Nueva York, 2017). quien fue capaz de introducir nuevas técnicas, incluso usando pintura industrial, y temas de la edad de oro de la publicidad como vemos en Cápsula flamenco (1970), donde combina fragmentos de varios anuncios.
Uno de los grandes gurús del Pop fue Andy Warhol (Pittsburgh, Pensilvania, 1928- Nueva York, 1987), un artista esponja que se nutrió de todo tipo de influencias de disciplinas como la pintura, el dibujo, la publicidad, la literatura, el cine y los medios de comunicación, en concreto de los periódicos de los que extraía motivos de inspiración en su proyección de la modernidad. Las grandes estrellas del cine norteamericano, los políticos e intelectuales o sus autorretratos- como ese en verde que pintó en 1986, un año antes de su muerte- y la serigrafía como técnica de reproducción masiva en Desastre naranja nº 5 (1963) con esas 15 imágenes iguales a modo de retícula tan característico de Warhol. Douglas Gordon (Glasgow, 1966), videocreador y seguidor del magisterio de Warhol presenta su Versión pirata (Imperio), 1998, a partir de la película que aquel realizó en 1965, donde reflejó una honda reflexión por la cultura de la fama y los fans.
El movimiento del Arte Pop ha irradiado su influencia a las nuevas generaciones de artistas como el caso de Josephine Meckseper, una artista alemana contemporánea nacida en 1964, de la que se exhibe Afrikan Spir (2011), una vitrina de acero y vidrio en la que combina diferentes elementos artísticos con objetos de consumo esculpidos con un aire de escaparate comercial, siempre con una mirada crítica.
Los Objetos están bien representados en una obra elegante de Robert Rauschenberg (Port Arthur. Texas, 1925- Captiva Island, Florida, 2008) en una obra sin título de 1963, a base de óleo, serigrafía, metal y plástico hasta conseguir una combinación innovadora de un artista multidisciplinar. Casos como el de Jim Dine (Cincinnati, 1935) que en Perlas (1961) dejó su impronta subjetiva, o el Claes Oldenburg (Estocolmo, 1929-Nueva York, 2022) que optó por realizar esculturas como Teléfono público blando (1963) y ese proyecto escultórico en grandes dimensiones con su mujer Coosje van Bruggen en Volante suave (1995), que ocupa la sala 208 y que ya se pudo ver en la rotonda del Museo Guggenheim de Bilbao en 1997. La obra enlaza con la cultura y la educación que representa un museo, aunque también como un lugar de entretenimiento para el público.
El Arte Pop ha influido además en pintores artistas latinoamericanos como Miguel Ángel Cárdenas (El Espinal, Colombia, 1934- Amsterdam, 2015) en Parejaverde, 1964, no exenta de humor; Maurizio Cattelan y su Daddy, Daddy (2008) un pinocho en horizontal que se sitúa entre dos salas como nexo; en la creadora francesa Niki de Saint Phalle, en una obra de fibra de vidrio en la que combina acrílico, lápiz de cera y de color; en el nuevo expresionista alemán Sigmar Polke en ese collage de La erección matutina de Kathreiner, 1969-1979; incluso en las piezas de José Dávila y Lucía Hierro, que incluyen el contexto mexicano y dominicano de su entorno cultural en una reflexión constante del consumismo.