Dos dibujos inéditos de Dalí, para Un perro andaluz y un posible retrato de Lorca, en La Suite
Fechados en 1927 y 1926 se subastan el 10 de mayo junto a un gran lienzo de Clavé de 1950
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La Suite, esa pequeña sala catalana que parece tener siempre un as en la manga, no propone esta vez tablas románicas o góticas sino que para su cita del 9 de mayo ofrece atractivas obras españolas de la primera mitad del siglo XX.
Las más destacadas son, sin duda, tres dibujos a tinta de Salvador Dalí, dos de ellas inéditas, realizadas entre 1926 y 1927, en plena efervescencia creativa al contacto con Luis Buñuel y Federico García Lorca en la Residencia de Estudiantes. La más interesante quizá sea el dibujo a tinta titulado descriptivamente Mano con hormigas (9,3 x 13,6 cm; lote 2), firmado y fechado en 1927. La imagen no sólo remite directamente a aquella impactante escena del ya mítico cortometraje surrealista Un perro andaluz de 1929 que Luis Buñuel realizó en colaboración con Salvador Dalí, germen de una obra ya universal, sino que de alguna manera anticipa temas que serán constantes en la creación del pintor catalán.
La segunda es el Posible retrato de Federico García Lorca, 1926 (tinta sobre papel, 21,5 x 12 cm; lote 1), con evidentes ecos picassianos. Titulado previamente Personaje sentado en un café, pues muestra a un personaje sentado en un café mirando de frente al pintor, para Víctor Fernández -de la Fundación Gala-Dalí- “la forma redonda de la cabeza nos recuerda la de Naturaleza muerta con claro de luna o Invitación al sueño. Se trataría con toda seguridad de un homenaje a su gran amigo, García Lorca”.
La tercera sería un dibujo a tinta, firmado y fechado en 1927, con un torso femenino y un brazo musculoso (7 x 11 cm; lote 3), publicado en octubre de ese año en La Nova Revista. Según el catálogo, “esta obra nos remite, por el brazo del torso, a dos óleos del mismo año, Aparato y mano y La miel es más dulce que la sangre. Esta última obra ha sido estudiada, entre otros expertos, por Agustín Sánchez Vidal, quien lo interpreta como un retrato de Luis Buñuel, amante del boxeo en su estancia en la Residencia de Estudiantes”.
Hay más dibujos de Dalí, y fotografías suyas, pero éstos son con diferencia los más interesantes al estar realizados los tres en pleno apogeo surrealista y haber permanecido en la misma familia desde los años treinta del pasado siglo. Además, fechados los tres -algo ciertamente no habitual en Dalí durante esos momentos-, y certificados recientemente por la Fundación Gala-Salvador Dalí, se ofrecen por 36.000, 38.000 y 30.000 euros, respectivamente, una verdadera oportunidad si tenemos en cuenta, por ejemplo, que en diciembre de 2011, Sotheby’s París vendió el Retrato de Ana María Dalí (la hermana del artista), 1926 (lápiz, 33,7 x 32,7 cm; ver) por 60.750 euros.
Pero la licitación no se acaba en Dalí. Hay otra obra verdaderamente especial en la que merece la pena que nos detengamos, aunque sea brevemente. Se trata del lienzo de grandes dimensiones, nada menos que 170 x 220 cm, de Antoni Clavé (1913-2005), un pintor que fue ensalzado con verdadera justicia en el París de los años 40 y 50, y que actualmente no es valorado por la mayor parte de los coleccionistas como se merece, quizá por la abundante y menor obra abstracta que realizó en los años ochenta y noventa, dada su longevidad.
Me refiero a su pieza Mannequins, 1950 (lote 36), con etiquetas de Lehmans Gallery de Londres y de Uniarte Barcelona. Recordemos que poco antes había expuesto en la Galerie Delpierre de París en 1946, en el Anglo-French Art Centre de Londres en 1947, en la Galerie Robert Martin en Orán en 1948, en Malmö en 1949 y en Göteborg en 1950. Y en ese año comienza su serie de Maniquíes, donde ese objeto se transforma en una dulce y melancólica mujer, de mirada perdida, que anuncia ya su conocida serie de reyes y guerreros que tanta fama le dio. Para Jean Cassou, “el rasgo más acusado de su personalidad, se define en Clavé en el año 1949. La incorporación línea-color, actuando en fusión perfecta, liberan al artista de toda disciplina ceñida e impuesta. En una máxima ambición de libertad, la mancha se convierte en volumen y las transparencias en contornos sugeridores de espacios. Su paleta se hace caleidoscópica y sus formas, sincopadas, se dividen a la manera de un rosetón. Lleva a cabo grandes composiciones: Modiste au mannequins, Nature morte à la pasteque, etc.” Con certificado de Archives Antoni Clavé (número 50 HT 3, 13 de julio de 1996), se ofrece por 105.000 euros, un precio alejado de los remates de los últimos años, pero por debajo de las 128,450 GBP (188.371 euros) pagados en Christie’s en febrero de 2004 por un fantástico Femme peintre et mannequin, 1951 (O/L, 130 x 195 cm; ver) o incluso de los 204.250 euros en que se vendió en octubre de 2007 en Christie’s Madrid su cezanniana Composition, 1950 (O/L, 81 x 100 cm).
Acabamos con dos piezas, anterior la primera y posterior la segunda, que enmarcan bien de dónde venían estas piezas y a dónde fueron. La primera de ellas, un lienzo de Celso Lagar titulado Girona. Torre y ábside de Sant Pere de Galligans, 1915 (O/L, 70 x 89 cm; 35); expuesto muy probablemente en Barcelona en 1915-1916, esta “estructuración constructiva, cézanniana” al decir de Eugeni d’Ors mostraba también “un cierto primitivismo entresacado de su amistad con Modigliani, pero que ofrecía también una vía hacia lo clásico modernizado del noucentisme. Sin pretenderlo, Celso Lagar había transitado dos caminos posibles, la vanguardia y el noucentisme”. 20.000 euros será su precio inicial.
Y, la segunda, una técnica mixta, superposición y collage sobre papel de Antonio Saura: Narraciones / Mi supermagma conquistará el universo, 1963 (70 x 100 cm; 38), por otros 20.000 euros. Es el mismo Saura quien habló así de su serie Narraciones: «construidas mediante transformaciones de imágenes dadas, realizadas a partir de una serie de parábolas basadas casi siempre en el clásico esquema del monstruo invasor y proliferante. Véase bajo una apariencia ligera, una sátira de la imposición forzada de una ideología aberrante, una moda artística o un producto de consumo innecesario».
Ya que estamos con esta dicotomía, vean también Les Blanchisseuses à Pontoise, quai du Pothuis (O/L, 60 x 91 cm; 47), de Luis Jiménez Aranda por 9.000 euros; firmado y situado en Pontoise, probablemente se trate de la obra referenciada con el número 1.006 del Salón des Artistes Français de 1905. Y un dibujo a lápiz de Eduardo Arroyo, Nuit espagnole, 1984 (107,5 x 74,5 cm; 39), por 4.000 euros. Estos eran los ases en la manga de La Suite. Daniel Díaz @Invertirenarte