Dinámicas urbanas y rurales en Pompidou Málaga
El pasado viernes, el Centre Pompidou Málaga inauguró su nueva exposición semipermanente. Con ella, este espacio vuelve a poner de manifiesto su carácter multidisciplinar con una apuesta que sirve para explorar las diferentes realidades territoriales a las que se enfrenta la sociedad. Ha sido comisariada por Valentina Moimas y permanecerá abierta hasta el 28 de marzo de 2025.
Durante los últimos años hemos asistido a un cambio muy notable en cuanto a nuestra forma de vida. Nuestro deseo de compaginar en la medida de lo posible la vida profesional con la personal ha sido el motor para que se desarrollen nuevas dinámicas urbanas y rurales. Este movimiento se explora ahora en el Centre Pompidou Málaga en un nuevo proyecto expositivo. Lleva por título Place-ness. Habitar un lugar y ha sido comisariado por Valentina Moimas, conservadora jefe del servicio de Arquitectura del Centre Pompidou.
Las consecuencias vivenciales provocadas por la Covid han despertado aún más el deseo de volver a una vida tranquila, lejos del estrés que provoca la ciudad. La proliferación del teletrabajo ha potenciado aún más lo que se ha venido a llamar «retirarse al campo». Se trata en suma de una visión idealizada de lo rural construida por quienes habitamos las ciudades.
A partir de aquí y con la intención de romper tópicos más allá del antagonismo urbano-rural, la exposición sirve para explorar las diferentes realidades a las que nos enfrentamos como sociedad. Nos invita así a cambiar la mirada y a ver estos espacios como entidades interdependientes. En su presentación a los medios, Moimas concluía precisamente con un proverbio nativo americano que resume bien su propósito: «No heredamos la tierra de nuestros ancestros, la tomamos prestada de nuestros hijos».
Para lograrlo, la colección se ha dividido en seis secciones con las que se abarca un amplio periodo histórico desde principios del siglo XX hasta la actualidad. La primera, titulada «Deconstruir los clichés», se sirve de obras de Gerhard Richter, Charles y Ray Eames, Fernand Léger o Victor Brauner. Escenas de trabajo agrícola, vistas campestres o desviaciones del género del paisaje ayudan a interpretar la frenética evolución de las ciudades desde finales del siglo XIX.
A partir de ahí transitamos por las relaciones físicas que el ser humano tiene con su entorno, en el que deja una evidente –y a veces negativa– huella. Quizás la más clara y que da paso a la tercera sección sea la multiplicación de los sitios industriales. El desarrollo de los transportes o la multiplicación de los suburbios son analizados por artistas como Bill Brandt, Wim Wenders o Ahmed Mater.
«Repensar las dinámicas territoriales» acentúa aún más las consecuencias de la globalización. La geopolítica, la sobre-explotación agrícola o el consumismo sin freno en el planeta son objeto de producciones artísticas cargadas de mensajes como las de Jim Dine o Andreas Gursky. A ello se suma nuestra forma de habitar el espacio público, condicionado por estrictas normas sociales que reflejan no solo las desigualdades sino las relaciones de poder. Así lo reflejan las creaciones de de Valie Export, Magdalena Abakanowicz y Robert Filliou. En algunas de ellas la ausencia de seres humanos permite percibir mejor las señales de su existencia y su presencia.
Tras un panorama poco halagüeño, la última sección de la muestra deja un buen sabor de boca al proporcionar al visitante una visión positiva de futuro. Así, en «Recomponer sueños y realidades», artistas como David Hockney, Tony Cragg o Jannis Kounellis ofrecen perspectivas alternativas para reflexionar sobre el mundo contemporáneo y los desafíos a los que nos enfrentamos. Sus obras, que ponen de relieve las tensiones entre los binomios naturaleza-cultura / natural-artificial, nos recuerdan que el territorio puede ser entendido como un espacio mental más allá de su anclaje físico.
Place-ness. Habitar un lugar permanecerá abierta hasta el 28 de marzo de 2025. A su inauguración asistieron el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; Julie Narbey, directora general del Centre Pompidou; Mariana Pineda, concejala de Cultura y Patrimonio Histórico; José María Luna, director del Centre Pompidou Málaga; Valentina Moimas, comisaria de la exposición, conservadora y jefe de servicio de Arquitectura del Centre Pompidou; Juan Carlos Barroso, responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de la Fundación «la Caixa»; y Juan Ignacio Zafra, director territorial de CaixaBank en Andalucía, Ceuta y Melilla. El diseño museográfico ha corrido a cargo de Francisco Bocanegra.