DAVID BESTUÉ: SOBRE LA MATERIA Y EL TIEMPO

DAVID BESTUÉ: SOBRE LA MATERIA Y EL TIEMPO


El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, dentro de su programa Fisuras, presenta hasta el 28 de febrero el último trabajo de David Bestué (Barcelona, 1980), titulado ROSI AMOR, que incluye una serie de piezas escultóricas que giran en torno a una investigación material y formal de dichas técnicas, desde el corte láser, pasando por el molde o la reutilización de elementos de diferentes épocas, inspirándose en nuevos barrios madrileños como Las Tablas, el ensanche de Vallecas o en lugares como el Monasterio de El Escorial, que evocan la estética del mundo de la empresa, de los ambientes populares o del patrimonio histórico. La muestra coordinada por Rafael García se puede visitar en la Sala Espacio 1 y en la Sala de Bóvedas. Todas las obras han sido concebidas para esta exhibición, uno de los objetivos del programa. Y una de las esculturas, titulada 00:00 h, se exhibe en el exterior del Museo y se activa brevemente en el momento del cambio de día.

En el recorrido por el Espacio 1 vamos encontrando una serie de péndulos que semejan relojes sin manecillas, realizadas en metacrilato, y cuyas figuras y colores proyectan una imagen fría, distanciada del poder, evocando los nuevos barrios de Sanchinarro y Las Tablas, situados en el norte de Madrid, donde se han ido instalando tambjién en los últimos años los edificios centrales de varias multinacionales españolas y otras empresas como representantes del poder económico.

Todo ello desprende una estética que introduce al visitante en el siguiente conjunto de obras, titulado Poemas de resina, que son formas de objetos domésticos hechos con resina y materiales orgánicos e inorgánicos de diversa procedencia. La resina aporta consistencia y además permite a David Bestué dar la forma que desee como se ve enTransición de carne a madera, mientras que en otras composiciones usa materiales de lugares concretos para sugerir un estado de ánimo en Manzana de ceniza del 11-S sobre un taburete con partículas del muro de Berlín, un espacio concreto en Mermelada de Atocha sobre plato de Cerro Testigo en estantería de sal, que nos retrotrae a los paseos del escultor Alberto con sus amigos, o con la obra El tiempo nuevo transporta al viejo, que reproduce un reloj de la colección del Palacio del Pardo.

David Bestué. Manzana de cenizas del 11-S de un taburete con partículas del muro de Berlín. 2017. Resina. polvo de ceniza y hormigón. Manzana de 9,5 cm. de diámetro aprox. Taburete 45 x 38 x 34 cm.

En la Sala de Bóvedas expone una serie de piezas en un diálogo simbólico con la cripta del Panteón de Reyes de El Escorial. Y aquí el artista barcelonés acumula objetos vinculados al pasado como si fuera un desván, mezclando períodos históricos en un puzzle desorganizado, que incluye fragmentos arqueológicos que suscitan un pasado que no se puede recuperar. En ese interés por mezclar diferentes épocas, Bestué plantea dos propuestas cargadas de simbolismo: El tiempo lineal, una larga barra de material sustentada sobre pivotes formada por varios segmentos unidos; y El tiempo centrífugo, un dispositivo que contiene elementos arquitectónicos de varios períodos artísticos (románico, gótico, barroco o neoclásico) que van girando insertados en unas varillas.

David Bestué. Motor de sangre sobre banco de arena y vasos de hueso y mármol, 2017. Resina, arena, harina de sangre y polvo de mármol y hueso.