Clara Peeters. «Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas».

CLARA PEETERS, ¡A LA MESA!

El Museo del Prado y el Koninklijk Museum voor Schone Kunsten de Amberes presentan una exposición en el Rockoxhuis dedicada a Clara Peeters –pintora flamenca especializada en bodegones que trabajó en Amberes durante la primera mitad del siglo XVII– comisariada por Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (hasta 1700) del Museo del Prado. Clara Peeters. Aan Tafel! cuenta con las cuatro obras que la pinacoteca madrileña posee de Peeters y reúne la práctica totalidad de su obra conservada (unas 30 piezas). La muestra podrá visitarse en Amberes hasta el 2 de octubre y, a partir de finales de ese mismo mes, en las salas del Museo del Prado; será la primera exposición monográfica dedica a una artistas en el museo.

Clara Peeters (Amberes, hacia 1594-hacia 1659) es una de las escasas pintoras reconocidas que trabajaron en la Edad Moderna. Hija del también pintor Jan Peeters, se casó con Hendrick Joossen en Amberes y se cree que se estableció en Ámsterdam –en 1612– y en La Haya (1617). Pese a formar parte de una gran dinastía de artistas, su estilo guarda múltiples similitudes con el de Osias Beert I, pero sin lugar a dudas su primera formación la debió hacer en el seno de la familia dada su precocidad; sus primeras obras firmadas datan de 1608 y 1609.

En su madurez, Peeters se alineo con la escuela neerlandesa de Haarlem, centrándose en el género del bodegón y la pintura de flores como actividad casi exclusiva. Sus composiciones están caracterizadas por la presentación de objetos preciosos –de metal o cerámica– junto a manjares y flores, y en ellos, se advierte su habilidad preciosista al introducir diversos autorretratos en los reflejos de copas y objetos metálicos.