Casi 150.000 euros por el cuadro de Fernando Zóbel en Ansorena
Abundantes ventas de nuevo, con la venta destacada de un lienzo de 1957 de Óscar Domínguez, adjudicado por los 85.000 euros de la salida
En mis surrealistas e imposibles sueños de fantasía habíame forjado la ilusión de la vuelta de tiempos pretéritos. ¿Se acuerdan ustedes de cuando en Sala Retiro se adjudicó un espectacular y magnífico cuadro de Luis Feito por 153.000 euros, que salió por 70.000, allá por octubre de 2011? Pues con esas imposibles cifras soñaba yo al ver los tres buenos lienzos del madrileño que Ansorena ofrecía para su cita de los días 29 y 30 de septiembre… Pero la realidad se impuso, una vez más, con bofetada incluida esta vez. Me explico, porque entre esa fecha y el presente estábamos superando una crisis inmobiliaria que afectó a particulares y a bancos, y está la actual del coronavirus, por lo que no estamos en igualdad de condiciones.
Como decía, la realidad es otra, diferente a lo soñado en mi artículo de previos (ver). Lo internacional se impone, y Fernando Zóbel es un pintor especialmente buscado en el extranjero, como ya hemos comentado en repetidas ocasiones. Varios coleccionistas extranjeros pujaron en inglés a través de los teléfonos por su grande pero delicado Pequeño homenaje a Stravinski, 1975 (O/L, 120 x 80 cm; lote 261), que se ofrecía desde unos atractivos 55.000 euros, dado el tamaño. La composición se descomponía, valga la expresión, como la música del ruso, esta vez en tres franjas con una inscripción que explicaba más ajustadamente la obra: “Pequeño homenaje a Igor Stravinski. Tres variantes en verde y ocre sobre un tema de Rembrandt. Su aguafuerte “Le paisage a la tour” c.1650. Empezado en Madrid y terminado en Cuenca el 2 de Agosto de 1972”. Pienso que el aguafuerte inspirador, más que el que pudiera parecer según el título (ver), debía ser este otro (ver), que sí tiene esos elementos horizontales y verticales, que descompone y marca Zóbel con líneas negras… Y dado el conocido y mencionado interés asiático y filipino por su producción, tampoco fue extraño que se adjudicase por los 120.000 euros finales, que con comisiones e impuestos (22%, 26.400 euros) sube a 146.400 euros; sí fue curioso, en cambio, que el comprador fuese un galerista español, que tendría ya apalabrada su venta al comprador final, lógicamente, por una cantidad algo superior incluso…
La otra venta importante de la tarde fue la de la Composición, 1957 (O/L, 89 x 130 cm; 198) del canario Óscar Domínguez. Con un espacio que parece alejarse y unas formas ya tremendamente simplificadas, y presente -como comentamos- en la muestra de 1957 en la Galerie Rive Gauche de París y en la antológica del MNCARS de 1996 (y con etiquetas de Cachet vente Etude Rheims, Paris Mº Binoche, Espace Cardin de París en 1979, y Leandro Navarro, Madrid), un coleccionista ofreció los 85.000 euros pedidos por ella, y en ese mismo precio se le adjudicó; 103.700 euros finales.
El fiasco, los lienzos de Luis Feito. No porque no fueran buenos -pertenecían de hecho a sus mejores años, entre 1959 y 1962, y tenían buen tamaño- sino porque el precio del madrileño digamos que se ha reconsiderado… Y así, aunque debió haber coleccionistas interesados, no fue pujado ninguno de ellos: 212, 1960 (O/L, 80 x 80 cm; 197), por el que se pedían 45.000 euros; 82012 (O/L, 81 x 100 cm; 262), por 55.000 euros; y 308, 1962 (O/L, 130 x 162 cm; 220), por 50.000 euros. Un baño de realidad.
Más humildes eran las pretensiones de las piezas de Rafael Canogar; el toledano siempre tuvo un papel más discreto, pero a la postre una producción sin esa fuerza pero muy seria, equilibrada y contundente. Su Sin título, 1960 (O/L, 62 x 51 cm; 252), pasó de 15.000 a 17.000 euros. Y sus dos esculturas subieron también: Romeo, 2006 (acero cortén, 4/7+3PA, 36 x 26 x 28 cm; 213) de 6.000 a 8.500 euros, y Cabezas verdes, 2011 (7+3PA, 31 x 23,5 x 18,5 cm; 214), de 5.000 a 8.000 euros. En este apartado de escultura, sobresalió también, ya que estamos, la subida de 20.000 a 25.000 euros de la cabeza La doble cara, 2018 (2/9, 24 x 23 x 16 cm; 210) de Manolo Valdés.
Retrocedamos a 1953. Tres años antes de su muerte, Joaquín Sunyer pintaba un Desnudo, 1953 (O/L, 46 x 62 cm; 86), tardío, clasicista, amable, alejado de sus inicios más comprometidos e incluso combativos; 17.000 euros fue el precio de bajada de martillo, a cierta distancia de los 12.000 de inicio. De esos años cercanos, 1961/2, ya muy tardíos también para la producción de Emilio Grau Sala, Las jugadoras de cartas (O/L, 54 x 65cm; 81) se adjudicaron por 15.000 euros.
En el siglo XIX, no hubo interesados finalmente en la ambiciosa composición de Anselmo Guinea, La Ribera de Zorrotzaure, 1896 (O/L, 93 x 149 cm; 710); los nada fáciles 65.000 euros mínimos pedidos fueron excesivos. En cambio, un coleccionista al teléfono compró por los 30.000 euros de inicio el Paisaje cubano (O/L, 114 x 195 cm; 706) del canario Valentín Sanz Carta, que desde 1881 hasta el final de sus días vivió en Cuba, pintando según el estilo aprendido de Carlos de Haes en Madrid. En una línea similar, destacaron también los 10.000 euros ofrecidos por un teléfono por Estanque, geranios y campanillas, 1908 (O/L, 111 x 141 cm; 713), del gallego Francisco Llorens, o los 11.000 por otro teléfono por el más finisecular y retardatario Tomando el té (O/L, 51,5 x 40 cm; 699) de Antonio Casanova.
Por último, la pintura antigua, con sorpresa. El Paisaje con figuras (O/L, 104 x 132 cm; 545), de Lucas van Uden y David Teniers, subió de 22.000 a 24.000 euros, ofrecidos por un coleccionista en la sala, que también subió de 4.500 a 7.000 euros un Bodegón de flores y frutas (O/L, 97 x 131 cm; 553), de Escuela madrileña. La sorpresa, doble, no sé si por un tapado… Atónitos nos quedamos al ver subir -desde los 2.000 euros de inicio hasta nada menos que los 16.000 euros finales- un Tríptico con la Virgen y el Niño, santa Catalina y san Ambrosio (O/L/T, 37,5 x 42 cm; 527), de Escuela italiana siguiendo modelos del Trecento; en menor medida, el mismo comprador en la sala elevó de 950 a 4.800 euros La Virgen de las uvas (O/T, 30 x 26 cm; 523), un cuadro Anónimo que seguía la célebre composición de Mignard. Buenas ventas, una cita más… Daniel Díaz @Invertirenarte