Casi 110.000 euros por el Zóbel de 1964 en Segre
En la cita del 23 de mayo, sobresalió también la subida de Julio Romero de Torres, adjudicado finalmente por 50.000 euros
Desde hace ya unos cuantos años venimos comprobando la fuerza en el mercado internacional de los pintores filipinos, como Juan Luna, Fernando Amorsolo, Félix Martínez… El caso de Fernando Zóbel es similar, pues nacido allí, en Manila, gran parte de su coleccionismo natural vive en Filipinas y en Hong Kong, y gracias a sus economías, mucho más fuertes que la nuestra, sus precios siguen subiendo y no parecen tener techo. Así que las salas, y los comerciantes, buscan incluso bajo las piedras, obra de su mano para ofrecer a ese sediento mercado.
De ello hablamos en nuestro artículo de previos (ver) y ayer pudimos vivirlo de nuevo en la sala del Viso, Segre, que ofrecía un relativamente atípico lienzo de su mano titulado Dánae (O/L, 60 x 60 cm; lote 419), fechado el 15 de mayo. La lluvia de oro con la que Júpiter la posee está ejecutada de un modo totalmente diverso a su estilo habitual, de pintura casi líquida, a base de pequeños cuadrados de pintura densa, como concentrada. La aportación curiosa, me parece que no es tanto la cuestión técnica -que en sí es bastante interesante, todo sea dicho- como la conceptual: es Júpiter el que domina la composición, los cuadraditos, dejando la parte inferior a modo de sencilla y casi escueta línea de horizonte para la personificación de Dánae -apenas unas líneas, que reciben cálida y blandamente la lluvia de oro de Júpiter- y su espacio circundante.
Cualquier coleccionista serio de Zóbel sabía que subiría desde los 65.000 euros de inicio, pero el límite superior es lo que importaba. Y no fue extraño que subiera a los 90.000 euros de adjudicación, que podía haber llegado tranquilamente hasta los 100.000 de haber aparecido un coleccionista que hubiera ofrecido los 95.000 siguientes; tan seguro estaba el comprador final. Al final, sumado el premium de la sala, 20,57% (17% de la comisión más el 21% de IVA de la misma), quedan los definitivos 108.513 euros.
Las siguientes ventas importantes de la segunda mitad del siglo XX fueron tres piezas escultóricas. La primera, una pieza a base de resina y fluorescentes de Bernardí Roig, titulada Colour light exercise, 2003 (PA de una edición de 5 ejemplares, 180 x 70 x 60 cm; 485), procedente de la galería madrileña Max Estrella; de 35.000 euros subió a 39.000. Una magnífica malla de Manuel Rivera, Martinete, 1967 (óleo sobre madera y tela metálica, alambre y metal, 162 x 114 cm; 393), procedente de la galería Juana Mordó y de Leandro Navarro, expuesta en varias ocasiones y publicada en el razonado de Alfonso de la Torre (nº 430, pág. 272), se adjudicó por los apenas 38.000 euros pedidos; una gran compra, sin duda. Y la tercera, la Estructura. Figura imposible, 1972 (A/T, 114 x 107 x 5,5 cm; 428), de José María Yturralde; con el mundo de Escher presente en su abstracción geométrica, se adjudicó también por los 23.000 euros pedidos. Ya que estamos con la escultura, mencionemos la subida de 12.000 a 14.000 euros del cartón piedra Los tres músicos, 1971 (64 x 60 x 23 cm; 427), de Equipo Crónica, una de las 25 versiones originales, editadas por Val i 30 de Valencia.
A medio camino entre las tres y las dos dimensiones se encuentra el Organic blue, 2009 (pigmentos y materia sobre tela, 60 x 60 cm; 478), del mexicano Bosco Sodi; aunque subió de 15.000 a 16.000 euros, se esperaba algo más, pues no en vano una obra prácticamente igual, con mismo título, dimensiones y color, se había ofrecido en diciembre pasado por 12.000 y se había rematado finalmente por 24.000 euros (ver): la lógica de la Navidad en el segundo, y que falló un teléfono en el primero, ayer, es la explicación. En una línea relativamente semejante, los ocho Dólmenes, c. 1995 (21,5 x 21,5 cm c/u; 519), de Elena Asins, realizados en cartón pluma sin más aditamentos que el concepto, pasaron de 7.500 a 9.500 euros.
En dos dimensiones ya, por los 10.000 euros pedidos se adjudicó el táblex de apenas 32 x 27 cm de Juan Barjola, Camerino, c. 1996 (543), lo cual es una alegría, similar a la subida de 2.500 a 6.000 euros de la buena composición Sin título, c. 1955 (O/L, 87 x 129 cm; 387), de Francisco Farreras, el mismo remate que la atractiva y cariñosa acuarela de Fernando Zóbel, Homenaje a Carmen Laffón (55 x 43 cm; 399), que partió de 3.000 euros.
Ya que estamos en el mundo del papel, me parece que hay que valorar especialmente la subida de 2.000 a 6.000 euros del de Soledad Sevilla, Sin título. Serie Insomnios, 2000 (óleo sobre papel, 73 x 109 cm; 474). Y los dos grabados: el primero de Francis Bacon cuyo Miroir de la Tauromachie, 1990 (23/150, 48 x 36 cm; 597) se adjudicó por los 12.000 euros pedidos; y la sorpresa con el de Manolo Valdés, por cuya Reina Mariana I, 2000 (aguafuerte y collage sobre papel, 20/100, 169,5 x 97 cm; 603), se ofrecieron nada menos que 13.000 euros, lejos ya de los 9.000 de inicio. Buena venta, sin duda.
Retrocedamos ligeramente, hacia una pintura moderna pero más tradicional. En ese espacio, se adjudicó por los 14.000 euros pedidos un lienzo de Benjamín Palencia, Paisaje, 1973 (O/L, 55 x 64 cm; 365); de 1961 era la Naturaleza muerta con manzana (O/L, 73 x 92 cm; 362), de Joaquín Peinado, que subió de 8.000 a 9.000 euros. Y de 1929 la Naturaleza muerta con botella (O/T, 55 x 46 cm; 350), de Ismael de la Serna, adjudicado por los 10.000 euros pedidos.
Llegamos por fin, tras un largo periplo de menciones y ventas, a la otra gran venta de la tarde. Se trata del lienzo del cordobés Julio Romero de Torres, Mirella, c. 1921 (óleo y temple, 48,2 x 45 cm; 162), con el visto bueno de Mercedes Valverde; y aunque se trataba de una pieza menor por tamaño, tampoco fue extraño que un comprador en la sala fuese subiendo poco a poco, desde los 35.000 euros de inicio, las sucesivas pujas que defendía la mesa de una puja previa, hasta terminar superando la última, de 48.000 euros, con los 50.000 definitivos.
Si retrocedemos a 1886, nos encontramos con la acuarela del filipino Félix Martínez, Campesina con tamiz (24,5 x 22,8 cm; 122); por lo dicho al inicio sobre el mercado filipino, pasó de 10.000 a 13.000 euros en segundos, adjudicada finalmente a un comprador al teléfono.
Por último, en maestro antiguos, mencionemos el lienzo de Paulino Pedemonte, genovés afincado durante tiempo en Murcia, y especialmente reconocido allí, cuya Virgen María, medianera de todas las gracias (O/L con importante marco original tallado y dorado, 147 x 109 cm; 125), se adjudicó por los 14.000 euros que se pedían. Y mencionemos finalmente al coleccionista que pujó por la Guadalupana rodeada de cuatro escenas milagrosas de san Juan Diego y la sagrada Tilma (O/L, 123 x 90 cm; 112), de Escuela novohispana del siglo XVIII, que se lo adjudicó por los 12.000 euros que pedía la sala.
Las adjudicaciones mencionadas aquí suman casi 390.000 euros, lo cual da una idea clara del resultado de la cita. Daniel Díaz @Invertirenarte