Ansorena vende su Murillo por 305.000 euros
En la cita de los días 24 y 25 de julio la Santa Catalina de Alejandría se adjudicó por la salida y el Estado compró ocho piezas
Comenzaba mi artículo de previos de Ansorena diciendo que “Si siempre es una alegría que salga al mercado una pintura del sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682), todavía lo es más cuando se trata de este tipo de obras de calidad contrastada” (ver). Ahora hay que añadir un punto superior a esa alegría porque su santa coronada sobre fondo oscuro, casi tenebrista, y con la mirada hacia el cielo mientras sostiene la espada con la palma del martirio, su Santa Catalina de Alejandría (O/L, 121 x 91 cm; lote 614), se ha vendido por los 250.000 euros pedidos; sumado ya el 22% del premium de la sala (su comisión y los impuestos), quedan los 305.000 euros definitivos. Recordemos, por último, que el especialista murillesco Pablo Hereza la publicará en su Corpus Murillo. Pinturas y dibujos. Hagiografía (pendiente de publicación), con el número H-110.
Y, como fue una subasta cargada de compras, vamos un poco ligeros, antes de entrar en las compras del Estado.
Las más destacadas en maestros antiguos fueron las del Maestro de Huesca y la de Vicente López. Comenzamos por la más lejana en el tiempo, la del Maestro de Huesca, cuya tabla San Blas en prisión (O/T, 84 x 66 cm; 587), procedente de la antigua colección Raimundo Ruiz y publicado por Post en 1966 (vol. XIII, pág. 28, fig. 10), se adjudicó por los 20.000 euros pedidos. Del siglo XVII, dos ventas: Paisaje con personajes recogiendo fruta y elaborando vino (O/L, 81 x 118 cm; 589), de Escuela flamenca, comprado en Sotheby’s Londres en abril de 1990 como seguidor de Paul Bril, pasó de 9.000 a 10.000 euros; y el Retrato del Sr. J. Ochoa Chinchetru, marqués de Campotéjar (O/L, 201 x 114 cm; 610), del cordobés Juan Alfaro, que subió de 7.000 a 12.000 euros.
De Vicente López, su Dolorosa, c. 1825-1826 (O/L, 103 x 80 cm; 597) procedente de la colección de Bermúdez de Castro O’Lawlor, Marquesado de Lema (en reverso, nº 506), por encargo del general O’Lawlor y O’ Brennan subió de 10.000 a 20.000 euros. Ya José Luis Díez indicó en su catálogo que “esta pintura debió de gozar de un considerable éxito debido a las numerosas versiones que se conocen de ella, siendo ésta la de mayor calidad de todas. Las diferentes réplicas sacadas de esta imagen también fueron recogidas en el catálogo razonado del pintor con los números (P-133, P-134, PS-3)”.
Y de José Benlliure subieron sus dos obras, sobre tabla, pequeño detalle que hay que tener en cuenta… Así, En el mesón (O/T, 21,5 x 31 cm; 757), subió de 10.000 a 12.000 euros, y La disputa (O/T, 13 x 20 cm; el 756), de 8.000 a 10.000, mostrando que en asuntos pequeños y cuidados, normalmente realizados sobre tabla, sigue teniendo mercado.
Vayamos ahora con las ocho compras del Estado, comenzando de nuevo por las más lejanas en el tiempo. De Escuela española del siglo XVI, las dos tablas con Entierro de Cristo y Caída de Cristo camino del Calvario (O/T, 72 x 54 cm cada una; lotes 585 y 586), con ecos de Machuca y Berruguete en ese tratamiento manierista tan patente, se adjudicó cada una por los 19.000 euros pedidos. Irán al Museo de Escultura de Valladolid. @broncino70 sugirió en X (ver) similitudes con la pintura de Giovanni Battista Toscano… La verdad es que tengo ganas de ver cómo aparecen catalogadas en el museo. Y del genovés Simone Barabino, a finales del siglo XVI o comienzos del XVII, su Entierro de Cristo (O/T, 53,5 x 36,5 cm; 579), siguiendo la obra de Rafael, se adjudicó por los 3.000 euros pedidos.
De Antonio María Esquivel, Las tres Marías [con san Juan], 1841 (O/L, 95,5 x 79 cm; 598) pasó de 5.000 a 6.500 euros, momento en el que el Estado ejercitó su derecho de tanteo. Ante la sorpresa de todos, también el Estado tanteó el lote 600, esta vez de Eugenio Lucas Velázquez: Corrida de toros (O/L, 55 x 81 cm; 600), por los 3.000 euros de la salida, que ningún coleccionista pujó. Pero es que su procedencia -colección Thibault-Sisson, París y del Minneapolis Institute of Art, Minneapolis, Minnesota (Estados Unidos)-, además de su exposición en el Durlacher Bros, New Yok (Eugenio Lucas, February 28th – March 24th, 1956, nº cat. 1 como The bullfight), habla de calidad, de historia y de cercanía a Goya. Siguiendo las sorpresas, el Estado compró una pareja de Floreros (O/L, 62 x 38 cm c/u, uno de ellos firmado; 601), del valenciano Miguel Parra, por los 3.000 euros pedidos.
Había interés por el dibujo a carboncillo y clarión sobre papel de Mariano Benlliure, Canto primaverile, 1894 (63 x 147 cm; 530). Relacionado con el sarcófago del mausoleo de Julián Gayarre y con la Alegoría de la música del friso del salón de música del palacio de Bauer, su partida desde los 5.000 euros animó a varios coleccionistas a pujar hasta los 9.000 del remate, momento en el que el Estado ejerció su derecho de tanteo.
Y, para terminar este apartado del Estado, la escultura de Roque López, San Roque (talla en madera policromada y estofada, 48 cm; 817), por los 18.000 euros pedidos, de la que hablará nuestra compañera Noemí Marín en su artículo.
En el siglo XX, falló Tàpies, y el Úrculo de la familia de Lucía Bosé fue retirado a última hora de la subasta. De Joaquín Sunyer, Niña con gatos, 1948 (O/L, 65 x 54 cm; 47), con etiqueta de Barrachina & Ramoneda y publicado por Enric Jardí en su Sunyer (Polígrafa, pág. 154, nº 286), pasó de 9.000 a 12.000 euros, ofrecidos por un coleccionista en una puja previa por escrito.
De Luis Feito, su lienzo de 1964, 432 (O/L, 81 x 100 cm; 227), a medio camino casi entre sus últimos estertores de la pintura que había hecho durante El Paso y la siguiente de los ‘huevos’, con círculos mucho más marcados, se adjudicó por los 27.000 euros pedidos. De Benjamín Palencia, su Paisaje, 1966 (O/L, 65 x 81 cm; 51), incluido en el Archivo Palencia con el número 006/66, subió de 21.000 euros a 28.000 euros, ofrecidos por un coleccionista que había dejado una puja por escrito. Siguiendo con la figuración de postguerra, la Tauromaquia (O/l, 40 x 50 cm; 51) de Juan Barjola, con formas aún bastante definidas, se adjudicó al único postor, que ofreció los 16.000 euros que se pedían. Se ofrecía también un buen Postludio, 2000 (A/L, 100 x 100 x 8 cm; 232) de José María Yturralde, de un azul eléctrico, que pasó de 6.000 a 9.500 euros.
Por último, el papel. El dibujo a lápiz de Joan Miró, Personnage aiseaux, 1978 (31 x 21 cm; 59), con certificado de ADOM, se adjudicó por los 11.000 euros de inicio. Y el aguafuerte con aguatinta de 1989, Zubi-Aundi (edición de 68 ejemplares, 160 x 123 cm; 229) de Eduardo Chillida, con el número 89011 en el van der Koelen, subió como era de esperar de los atractivos 9.000 euros de inicio a unos más lógicos 12.000 de remate; con el 22% del premium de la sala asciende a 14.640 euros. No han sido pocas ventas; casi un millón, premium ya incluido. Daniel Díaz @Invertirenarte