Ansorena, entre los maestros antiguos… y Lalanne
En la cita de los días 18 y 19 de diciembre se ofrecen dos ovejas del francés por 70.000 euros cada una, y un buen elenco de Giampietrino, Tornioli o Preti, y Hiepes, Camprobín o Ribalta, entre otros
Hace apenas unos días, Ansorena adjudicaba por 110.000 euros un lienzo de Genovés, por 80.000 otro de Murillo y por 70.000 uno de Rusiñol (ver). Y ya estamos con el catálogo en mano de diciembre, cuando el de otras citas recientes ni ha llegado aún… Se nota el esfuerzo de renovación y mejora de la sala que, mes tras mes, sigue vendiendo, y probablemente sea la que más facture en nuestro país, venta de joyas incluidas.
Aunque por cantidad se ofrezcan en esta ocasión muchas más piezas de maestros antiguos, Ansorena sorprende con dos lotes verdaderamente internacionales, de uno de los autores con más interés en el mercado, a pesar de su aparente simplicidad. Se trata de dos ovejas trashumantes, Brebis, realizadas a base de bronce y conglomerado de piedra epoxi (87 x 95 x 27 cm c/u; firmadas y numeradas 1/250 y 6/250; lotes 806 y 807) del francés François Xavier Lalanne (1827-2008). Su producción, con su esposa Claude, con una cierta utilidad a base de animales, que iban más allá del concepto de escultura pura, combinaba el clasicismo con un punto de abstracción, que hacía que superasen el realismo tradicional, en la búsqueda de un prototipo; mejor, de un concepto.
El propio François-Xavier pensó “que sería divertido invadir esa gran sala de estar con un rebaño de ovejas. Después de todo, es más fácil tener una escultura en un apartamento que tener una oveja de verdad. Y es aún mejor si te puedes sentar en ella». Eran asientos de bronce y lana, inspirados en el pasaje de la Odisea de Homero en el que Ulises y sus compañeros dejaron ciego al cíclope Polifemo y escaparon de su cueva atándose al vientre de sus grandes ovejas. Es más, antes de ser las Moutons de Laine, ovejas con lana que servían como taburetes, como asientos, se llamaban Pour Polypheme (ver).
Y ese concepto moderno, tanto de utilidad como de animal domesticado en una casa, desmitificando el arte pues esas piezas podían ser de uso diario, consiguió que hayan sido especialmente buscadas por coleccionistas y también por decoradores e interioristas para traer el campo, el jardín, al interior de la casa (ver). De hecho, entre sus piezas más famosas, se encuentran también los hipopótamos -bañeras o mueble bar (ver y ver)- o los rinocerontes -escritorios con múltiples cajones (ver)-, que cuestan hoya día auténticas fortunas de siete y ocho cifras (ver y ver).
Las Brebis, ovejas trashumantes, son famosas, pero no alcanzan esos precios. La edición que se ofrece, de 250 ejemplares, firmados y numerados, es un tanto distinta, realizada probablemente entre 1988 de 1992, cuando se compraron en la feria de Arco en la galería Mitterrand de París. Han debido estar a la intemperie pues muestran manchas de oxidación y de líquenes, lo cual también las hace más reales, como más vividas, aunque algunos estarán dispuestos a pagar menos.
Su precio, 70.000 euros cada una, dado que no están en perfecto estado y que estamos fuera del circuito habitual, es una invitación a soñar… Si no, lean, aunque cada una de las citadas a continuación estaban en casi perfecto estado. En junio de 2013, Artcurial adjudicó una pareja de Brebis (ed. 250, 85,5 x 80 x 37 cm), por 200.000 euros. Christie’s Londres, en marzo de 2017, vendió una de 1988, 41/500, muy similar a las que ahora se subastan, por 209,000 GBP (240.747 euros); en mayo del siguiente año, Christie’s París vendió por 125.000 euros su Brebis, c. 1988 (34/250, 88,5 x 102 x 36 cm) (ver).
Más recientemente, los precios son mucho más elevados (ver): en junio de 2022, en Sotheby’s Nueva York su Brebis, c. 2000 (125/250, 89,5 x 103,5 x 36,8 cm), de la colección de Delphine y Reed Krakoff, se vendió por 441,000 USD (411.065 euros); y en junio pasado, Bonhams Nueva York vendía su Brebis, 1994 (139/250, 92 x 36 x 102 cm) por 356,100 USD (325.379 euros), a cierta distancia ya de los 478.800 euros pagados en octubre en Christie’s París por Brebis, 1998 (177/250, 90 x 100 x 38 cm).
Del siglo XX, por avanzar un poco, no se pierdan ni el paisaje de Santiago Rusiñol, Jardí de Sant Just D’Esvern, 1930 (O/L, 85 x 100 cm; 559), seleccionado para su exposición póstuma en la sala Parés en 1931, por 55.000 euros, ni el lienzo de Anglada Camarasa, La reyerta o Por un cantar y una flor, c. 1940/7 (O/L, 40 x 73 cm; 560), por 26.000 euros, que deberían subir.
Del siglo XIX, vean con detalle y cierto detenimiento el buen y atractivo retrato de Aline Masson con mantilla y abanico, c. 1878/80 (O/L, 61,5 x 51 cm; 60), de Raimundo de Madrazo; las composiciones más queridas y buscadas por los coleccionistas son, precisamente, las que tienen a Aline como protagonista, y ésta se ofrece por 25.000 euros, que subirán también.
Del siglo XVIII, sobresale una Mater Dolorosa, c. 1768/9 (O/tabla de nogal, 61 x 48 cm; 225), que la sala atribuye a Anton Rafael Mengs. Procedente de la colección de Antonio de la Cuadra (así aparece en su inventario de 1780), director general de Correos que le encargó la obra, está en clara relación con la magnífica Lamentación sobre Cristo muerto (de Patrimonio Nacional, ver), pintada para la decoración del dormitorio de Carlos III en el Palacio Real de Madrid. Su salida, apenas 18.000 euros.
Si continuamos con el panorama internacional, mencionaría tres lotes. Por orden, la pareja de lienzos inéditos de Niccoló Tornioli: San Bartolomé y santo Tomás, y San Marcos y san Lucas (pareja de O/L, 98 x 133,5 cm c/u; lotes 234 y 235), cada uno por 26.000 euros. Hace poco Giulia Martina Wetson, autora de la monografía del artista, atribuyó al sienés un San Felipe y san Jaime [sic] de similares dimensiones y colección española, que había salido al comercio en 2018 como del círculo de Caracciolo (ver); lo fechó hacia 1645/50 y pensando que podría tratarse de una de las piezas que compondrían un Apostolado, con el que se puede relacionar estas dos parejas que ahora se ofrecen.
De Mattia Preti, un buen aunque oscuro Job en el muladar visitado por amigos (O/L, 120 x 169 cm; 236), versión de otro existente en el palacio arzobispal de Sevilla (Spike, 1999, nº 421, págs. 399-400); los 40.000 euros de inicio son una buena propuesta. De hecho, se ofrece el 7 de diciembre en Sotheby’s Londres, Los santos Vicente Ferrer, Pedro mártir y Raimundo de Peñafort (O/L, 306 x 207 cm; ver), con estimación de 300,000 a 500,000 GPB… Y de Giampietrino, Giovanni Pietro Rizzoli (ver), uno de los conocidos discípulos de Leonardo en su segunda estancia milanesa (1508-1513), una tabla de gran calidad por 80.000 euros con un inédito Ecce Homo (O/T, 74,5 x 57,5 cm; 240), que debió ser pintada entre 1510 y 1530, y que es versión del conocido en el Museo de Bellas Artes de Nancy (ver). Portada de catálogo, le hemos dedicado un hilo con referencias de obras vendidas con sus precios (ver) porque no sería extraño que alcanzara un precio más alto…
En el mundo hispano. Una pareja de Floreros de peltre con jarroncitos de cristal y mariposas, c. 1650/5 (O/L, 63 x 93 cm c/u; 239), de Pedro de Camprobín, firmado uno de ellos y con certificado de Valdivieso, por 160.000 euros. Y un ampuloso y cuidado Jarrón con flores (O/L, 110 x 80 cm; 238) de Tomás Hiepes, por 110.000 euros, pensando tal vez en el vendido por 118.448 euros en febrero de 2001 en Fernando Durán de iguales medidas y composición muy similar, que podría ser su pendant. Veremos si el mercado actual está en estas cifras…
Si retrocedemos ligeramente, vean también con detalle el lienzo de leridano afincado en Valencia Francisco Ribalta, Virgen de las guindas, c. 1615/20 (O/L, 90 x 123,5 cm; 237), de la colección de Fernando de Borja y Aragón (los Borgia, en Italia), Conde de Mayalde, Simari y Príncipe de Esquilache, y estudiado en la tesis de Pintura barroca en Valencia del catalogador Víctor Marco (CEEH, 2021). Inventariado por Escalante en 1666, tras la muerte de don Fernando, como “una Virgen con el Niño dándole unas guindas”, y valorado en ciento diez reales, quizá fue comprado cuando era Virrey de Valencia, entre 1635 y 1640, cuando la fama de Ribalta crecía tras su muerte. Su salida, 70.000 euros. Y es pieza magnífica.
Para concluir este ya largo artículo de previos, donde aún se quedan muchas piezas en el tintero, no se olviden de la buen tabla con San Juan Bautista (O/T, 110 x 65 cm; 196), del Maestro de San Vicente o del Maestro de San Julián, con informe de Isabel Mateo, por 26.000 euros.
Como han podido leer, la cita promete. Y no me extrañaría que en este final de año el Estado comprase alguna de las obras que se ofrecen… Daniel Díaz @Invertirenarte