Anna Boch, pintora y coleccionista impresionista
El Museo de Arte Moderno de Ostende dedica una exposición a esta artista y mecenas cuando se celebra el 175 aniversario de su nacimiento. Mujer adelantada para su época –poseía su propio coche y viajaba a menudo sola– cosechó gran éxito profesional y fue propietaria, entre otras pinturas, de Melocotoneros en flor de Van Gogh. La muestra podrá visitarse hasta el 5 de noviembre y posteriormente viajará a la localidad francesa de Pont-Aven.
Anna Boch, pintora y coleccionista belga de gran importancia, vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. Como en el caso de tantas figuras femeninas, llegó a rozar cierto olvido. Afortunadamente, en los últimos tiempos estamos asistiendo, tanto a nivel nacional como fuera de nuestras fronteras, a esta necesaria recuperación de mujeres artistas y promotoras culturales. Por citar solo un par de ejemplos, a la reciente exposición sobre Artemisia Gentileschi en Nápoles le precede la que el Museo del Prado dedicó a Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana en 2021. Si miramos hacia el arte más actual, encontramos ahora a Yayoi Kusama como la gran protagonista del Museo Guggenheim Bilbao.
En esta senda se adentra por tanto Anna Boch, an Impressionist Journey, exposición que inauguró el pasado 1 de julio el Museo de Arte Moderno de Ostende. No es la primera, aunque sí la más importante, que se dedica a esta artista nacida en Saint-Vaast (La Louviére, Bélgica) en 1848 y fallecida en Ixelles en 1936. El Musée Royal de Mariemont (Morlanwelz, Bélgica) celebró una retrospectiva en el año 2000 y una década más tarde hizo lo propio la Vincent van Gogh-huis en Hoogeveen (Países Bajos).
Al igual que otras damas impresionistas como Berthe Morisot (1841-1885) y Mary Cassat (1844-1926), Boch nació en un entorno muy próspero que le granjeó el éxito social y artístico.
Muy aficionada a la música y a la literatura, su hermano Eugéne (1855-1941) fue un reputado pintor que desarrolló su carrera en París. Además, entabló una buena amistad con Vincent Van Gogh, tema que se explota en la exposición ya que nuestra protagonista llegó a poseer dos pinturas suyas, Melocotoneros en flor (1889. Courtauld Gallery, Londres) y Viñedo rojo (1888. Museo Pushkin, Moscú). Asimismo, su primo, el abogado y escritor Octave Maus (1956-1919) fundó dos de los grupos de artistas impresionistas del momento, Les XX y La Libre Esthétique en Bruselas.
La muestra recoge un total de 96 pinturas, además de fotografías, objetos personales y una carta inédita de Theo van Gogh con fecha de 6 de junio de 1890 dirigida a su hermano Eugéne Boch. También están presentes varios cuadros de su colección: Conversación cerca de Pont-Aven de Paul Gaugin (1889) y La Calanque de Paul Signac, ambos en los Museos Reales de Bruselas, así como el retrato de su hermano pintado por Van Gogh en 1888 que custodia hoy el Orsay de París. A ellos se suman otros de Théo van Rysselberghe, Victor Horta o Maurice Denis, algunos los cuales pertenecen a colecciones particules europeas que los han cedido para la ocasión.
Boch practicó el puntillismo en sus primeras obras, si bien el estilo que predomina en su producción es el impresionista. Los temas más habituales son los paisajes marinos –el Mar del Norte es uno de los protagonistas–, la naturaleza y los viajes, a los que era tan asidua. La admiración por van Gogh también se deja sentir, como lo demuestra por ejemplo Gavillas y molinos (1912-1915. Blondel Collection), claramente inspirada en la pintura Gavillas de trigo del holandés (1890. Museum of Art, Dallas).
Además, en Interior del Museo de Verviers (Francia), pintado en 1892, aparece representado parte de Melocotoneros en flor, cuadro que como sabemos formó parte de su colección y que había adquirido solo un año antes por la cantidad de 350 francos. La pintura aparece con un elegante marco que le otorga un estatus considerable dentro de su colección. Boch acabaría vendiendo sus dos van Gogh en 1907 por unos 10.000 francos, tres veces más de lo que había pagado por ellos.
Anna Boch, an Impressionist Journey podrá visitarse hasta el 5 de noviembre de 2023. Después viajará a la localidad francesa de Pont-Aven. Ha sido comisariada por Virginie Devillez y Stefan Huygebaert y Wendy Van Hoorde, estos últimos vinculados al Museo de Arte Moderno de Ostende.