Alba de Tormes conmemora a Santa Teresa
Hasta el 25 de enero de 2023 podrá visitarse en Alba de Tormes la muestra Teresa de Jesús. Mujer, Santa Doctora, una oportunidad para conocer, a través de más de doscientas piezas, el rico patrimonio artístico y cultural que poseen el Monasterio de la Anunciación y el Museo Carmelitano CARMUS. La exposición conmemora el IV centenario de la canonización de la santa y el I centenario de su doctorado Honoris Causa por la Universidad de Salamanca.
El 20 de septiembre de 1582 Teresa de Jesús llegó a Alba de Tormes. Venía de acompañar a la duquesa de Alba. Allí se sintió indispuesta –dicen sus biógrafos que llegó «con el mal de la muerte»– y falleció el 4 de octubre. Sus restos mortales descansarían allí para siembre, mientras se iniciaba un rápido proceso de canonización que culminó el 12 de marzo de 1622. A la ceremonia en la basílica de San Pedro en Roma asistió el V duque de Alba, que pronto ostentaría el virreinato de Nápoles. Tres siglos más tarde y en presencia de Alfonso XIII, se celebró, el 6 de octubre de 1922, el solemne acto de entrega del título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca.
Cuando se cumplen respectivamente el IV centenario de su canonización y el I de su investidura universitaria, el Monasterio de la Anunciación y el Museo Carmelitano CARMUS conmemoran ambas efemérides con una exposición titulada Teresa de Jesús. Mujer, Santa Doctora. Ha sido comisariada por Miguel Ángel González, O.C.D, Prior de Alba de Tormes y de Salamanca. Está dividida en tres secciones que abordan en profundidad cada uno de los apartados que conforman el título de la misma.
Para ello, se muestran más de un centenar de piezas entre pinturas, esculturas, documentos y un largo etcétera –entre ellos los retablos del templo o su sepulcro, ambos integrados en el guión expositivo–, propiedad de ambas instituciones, a las que se suman varios préstamos, como las dos tallas de la santa que han sido prestadas por el convento de Madres Carmelitas Descalzas de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), a saber:
una Visión del Espíritu Santo, obra anónima castellana, y la Trasverberación de Santa Teresa, un anónimo napolitano, ambas realizadas en el siglo XVII. A esta nómina hay que sumar los de Nicolás Cortés Gallery, que ha cedido pinturas y esculturas de artistas como Vicente Carducho, José Jiménez Donoso o Pablo de Rojas; o el San Antonio de Padua con el Niño de Goya de la colección Linares.
La muestra permite ver, en su primer apartado, algunos objetos que pertenecieron a Teresa de Jesús, como el Ecce Homo pintado por Albert Bouts (hacia 1510) del toledano Monasterio de San José, a quien les fue regalado. Más allá de su calidad, la obra posee aún hoy una «historia viva». Situado en la escalera principal del cenobio, todavía es llevado a las celdas de las monjas cuando estas inician su tránsito hacia la muerte. También se muestra el relicario diseñado por Sebastián de Herrera Barnuevo en 1671 que contiene el corazón de la madre Teresa o algunas de sus cartas autógrafas.
De gran interés son las piezas relativas al momento de su elevación a los altares. Por primera vez se expone la bula de canonización rubricada por el papa Gregorio XV, así como una réplica del estandarte en seda (el original, por su estado de conservación, se custodia en el Museo CAMUS) que presidió la ceremonia en San Pedro del Vaticano y que fijó la iconografía de la santa a partir –y mejorándolo– el primer retrato pintado por fray Juan de la Miseria. La pieza fue costeada por el duque de Alba, en cuyo reverso figuran sus armas. El noble donó al convento de Alba de Tormes el traje con el que presumiblemente asistió, que se transformó después en una casulla, también presente en la muestra. La ceremonia, en la que también puede verse el estandarte, está representada asimismo en la muestra en una pintura realizada en Roma en 1622.
El último apartado de la exposición se centra, como venimos diciendo, en su doctorado Honoris Causa de 1922, cuya ceremonia fue presidida por los reyes y en la que participó Miguel de Unamuno en calidad de vicerrector. Están presentes, entre otros objetos, el birrete doctoral que le impuso simbólicamente la reina Victoria Eugenia a la escultura donada por Juan Nepomuceno Peñalosa al convento en 1840. Fue realizado por el orfebre Félix Grada y para su ornato se emplearon zafiros, brillantes, perlas, esmeraldas, topacios, amatistas y rubíes. También pueden verse la pluma de oro regalada por Alfonso XIII o el diploma iluminado por el pintor Gabriel de Ochoa.
Teresa de Jesús. Mujer, Santa Doctora podrá visitarse en Alba de Tormes hasta el 25 de enero de 2023. Para la ocasión se ha editado un catálogo en el que diversos especialistas estudian las piezas expuestas.